La revolución no toma el poder para mejorar la sociedad existente sino para crear una nueva sociedad. Esta idea expresada por Carlos Marx, palabras más, palabras menos, tiene en si misma, si se cumple o no, el poder de certificar si estamos o no en una revolución.
Venezuela y su transición al socialismo, hasta ahora, no ha dejado de ser una sociedad capitalista, en donde manda y renta la empresa privada, en donde sigue la explotación a pesar de la creación de mejores atenciones a las clases desposeídas, muchas de las empresas capitalistas que tanto se oponen a nuestra revolución muestran en sus balances, los años en los que más ganancia han obtenido. La Creación de nuevas empresas fundadas por supuestos “revolucionarios” tan solo para no “contratar” al enemigo, en su mayoría, son hoy en día nuevas empresas capitalistas muy similares a las que veníamos a combatir y han generado una nueva clase de burgueses.
Los opositores esconden su cabeza bajo tierra para no aceptar el destino que designan los pueblos. Un gran pánico aterra a todos estos empresarios: en la promesa de Hugo Chávez Frías de profundizar la revolución y la marcha al socialismo ya se aprobaron dos leyes y está discutiéndose otra que serán el marco jurídico para la nueva sociedad socialista. La ley de Consejos Comunales, que ya lleva un tiempo aprobada ha logrado ser el marco bajo el que comenzó una revolucionaria organización social, el pueblo organizado cada 150 familias o más, dentro de su ámbito territorial o laboral, aprenden y toman el poder para ser los protagonistas de su desarrollo social, aprenden a elaborar proyectos que el Estado les financia y se han obtenido excelentes victorias. Ahora bien, esta nueva configuración político administrativa basada en el pueblo, se unirá a la conformación de las Comunas, cuya Ley se aprobará muy pronto y en donde 20 o más Consejos Comunales se unen para conformar una Comuna, rompiendo el viejo criterio de los límites territoriales generados por el anterior sistema y que, protegidos de aquí en adelante, por la nueva Ley en proyecto, asegurará la creación de las empresas comunitarias socialistas, que arroparán todas las necesidades que la misma colectividad decida en su propio desarrollo y beneficio y que será apoyada para el logro y ejecución de sus proyectos por el Consejo Federal de Gobierno, que ha sido creado ya para consolidar el poder popular y garantizar que sea éste quien disponga de los recursos para gestionar la transformación de la sociedad.
Todo este diseño no puede hacer otra cosa que profundizar el socialismo como algo real, tangible y en expresión cotidiana de la mano de las clases trabajadoras. Pasa por encima del viejo modelo capitalista, el pueblo tiene acceso al poder sin depender de Alcaldías o Gobernaciones, por tanto podemos decir que si se está creando la nueva sociedad y desarmando la vieja. Estamos en revolución.
Detrás de todo el desarrollo de la organización de las clases trabajadoras, se está generando un Partido revolucionario, en las próximas elecciones se elegirá a los representantes a la Asamblea Legislativa de forma directa desde la base. Esto deberá traducirse en una gran depuración de funcionarios corruptos y de oficio que por años se han impuesto como “representantes del pueblo”, ahora el pueblo escogerá sus representantes desde la base y de igual forma tendremos un PSUV vigoroso. Estas cosas nadie las dice, se pretende seguir descalificando a nuestro líder y sembrando descontentos y no son más que armas de la oposición ante la realidad del poder revolucionario y del nuevo dibujo político que se está conformando.
Desarmar la estructura burocrática nace de crear las nuevas que las suplantarán, los templos a la burocracia: Ministerios y Oficinas públicas seguirán en la lista de objetivos que tendrán que ser sustituidos por nuevas y revolucionarias formas de gobierno popular. El pueblo ya tiene esta conciencia y la ejecuta. El enemigo entonces acude a todo tipo de trampas, arma comedias mediáticas con complicidad de las burguesías extranjeras, confabula con los jueces más burgueses y fascistas de España, con voceros de la CIA, con los lacayos de Colombia, para arreciar su estrategia de derrocar a Chávez antes de que logremos infringirles la gran derrota el próximo 26 de Septiembre y profundizar aun más este gran viraje al socialismo.
Cuando las empresas socialistas tengan figura jurídica accesible a las comunidades, al hombre humilde, comenzará la caída del imperio burgués, cuando se hayan elaborado y aprobado todas las leyes y declaremos a Venezuela como República Socialista, ya no habrá vuelta atrás, esta y más ninguna es razón de todo el ataque mediático actual. Lo que suceda en Venezuela, además, será ejemplo a seguir por muchos otros pueblos. Del socialismo de Estado llegaremos al Estado Socialista y habremos vencido.
Los revolucionarios de manual, de escritorio, de cafetín, en su mayoría revolucionarios pequeño burgueses, deberán definir si acompañan al pueblo o siguen en sus trincheras que de a poco, serán las mismas trincheras del enemigo. La capacidad de gran estratega de nuestro comandante está asegurando un salto adelante que no es comprensible para muchos y que es aterrante para las clases dominantes, por ello en precisa la consecuencia y la unidad de todos los que creemos y luchamos por este proceso, En Venezuela no hay espacio para más nada, muchísimo menos para un Chavismo sin Chávez, este es un mito que caerá y quitará la máscara a todos los que aun militando en nuestras filas pretenden que todo siga como siempre, que no asumen la revolución como lo que es: un enfrentamiento de clases sociales, la creación de una nueva sociedad. ¡Venceremos!