Leí hace poco por Aporrea a un compatriota decir que la garantía de que la revolución socialista se mantenga de pie y que nuestro Presidente siga dirigiéndola consiste en contar con un partido único y verdadero donde se formen cuadros políticos que trabajen y apliquen las políticas socialistas (que son bastante) en beneficio del pueblo y no de un partido donde los más vivos cuadran todo, pero sin nuestros cuadros, es decir, sin tomar en cuenta a compatriotas, personas preparadas que están dispuestas a servir y morir por el proceso revolucionario socialista, silenciándolas de muchas formas, como ha ocurrido recientemente con nuestro compañero Eduardo Samán ex ministro del P.P. para el Comercio, quien, el mismo día en que asumiera el cargo, comenzó abrir varios procesos administrativos contra algunos corruptos que copulaban en la administración que había heredado y que lo más significativo de su corta gestión como Ministro fue su ejemplo por haber logrado romper con las trabas burocráticas del viejo Estado burgués. Por fin un ministro era visto en las calles, en ocasiones sin escoltas, trabajando junto a su pueblo. Ahora este compatriota se auto postuló como candidato a la Asamblea Nacional y de repente fue excluido de las lista de auto postulados del PSUV. Por otro lado, por ejemplo, pseudo socialistas, que están aspirando a un puesto dentro de la asamblea, están haciendo uso de la Ley de Tierras Urbanas, para proyectar su imagen política y conseguir votos para tal fin. Si se les realizara un censo a todos esos ciudadanos que están protagonizando como custodios de tierras urbanas, nos daríamos cuenta que una cantidad de ellos son dueños de propiedades y que solo buscan la adquisición de las misma para luego venderlas, eso sí, a aquella personas que realmente necesitan de un espacio donde establecerse y crear su familia, desvirtuándose por ende el legitimo derecho que tienen los venezolanos como dije de contar con algo propio donde establecerse y desarrollarse como seres humanos.
Todo lo que está ocurriendo alrededor del PSUV me tiene preocupado. Realmente pienso que dentro del PSUV existen dos partidos. Uno, en el que muchos como yo soñamos en que se establezca y se desarrolle el socialismo en nuestro país de tal forma que todos los recursos económicos que invierte el gobierno (que son bastante) vayan dirigidos directamente a cubrir todos los programas que tienen previsto y que no se desvíen a un grupo de pseudo socialistas (segundo partido) que han llegado a estar cerca del Presidente y que se están enriqueciendo a costilla del sufrimiento y desesperación de un pueblo. Hace poco en un escrito que divulgué por Aporrea, dije y mantengo, que ser socialista es ser capaz de reconocer el derecho a la vida, los derechos y la propiedad colectiva como fundamento del desarrollo de una sociedad, y que por ello el verdadero socialista busca participar: para transformar, principalmente, las relaciones económicas que dan origen a las diferencias sociales, en el establecimiento de un gobierno socialista que represente a todos los ciudadanos con la finalidad de que tengamos las mismas oportunidades, como por ejemplo: que la educación y la salud de calidad llegue a todos independientemente de los ingresos que tengamos. Sin embargo dentro del PSUV existen miembros muy bien ubicados dentro del gobierno que trabajan solo para satisfacer sus deseos personales y no los de un pueblo que quiere vivir con dignidad y justicia.
Honestamente quiero creer que nuestro Presidente no sabe esto, sin embargo, si lo sabe debe aplicar ya los correctivos necesarios para minimizar lo antes posible el estado de corrupción que está proliferando en nuestro proceso socialista. Aprendamos de la Historia, transitar por el camino del socialismo no es fácil, ya que las políticas que se han tratado de aplicar para tal fin en el devenir de la Historia han sido distorsionadas por hombres y mujeres, quienes en un momento determinado han preferido satisfacer sus intereses personales traicionando los intereses del pueblo. El político y cada uno de nosotros que decimos ser revolucionarios socialistas debemos ser capaces de encarnar en nuestras vidas cotidianas los valores que decimos defender.
Es necesario como lo he dicho en otras oportunidades, cambiar nuestra forma de concebir la política, para que el proceso revolucionario y socialista sea exitoso, se consolide y se arraigue en el corazón de todos los venezolanos:
* No podemos reducir la política a la lucha por ganar puestos en las instituciones del Estado. Es necesario promover y facilitar la participación protagónica del pueblo, como se está intentando hacer, a través de la creación de las comunas, las cuales deben ser de una vez por todas entidades político administrativas descentralizadas donde se aglutinen las “células de autogobierno local” llamadas consejos comunales y que sean ellos los que fiscalicen, liciten, contraten y desarrollen las obras que conduzcan a obtener un máximo de felicidad para la comunidad y no que sea el gobernador, el alcalde o el ministro quien diga a quienes contratar para desarrollar dichas obras.
* Se debe acabar con la corrupción en los cuadros de mando del gobierno, flagelo, que está golpeando fuertemente al proceso revolucionario y socialista que se está gestando en nuestro país.
* Se debe castigar fuertemente aquellos que estando en el proceso revolucionario y socialista ejerciendo cargos en el gobierno se vuelven corruptos atentando y matando el sueño de conseguir la sociedad bolivariana y socialista que la mayoría del pueblo venezolano desea.
* Se debe acabar con la burocratización en los diferentes entes del gobierno.
* Se debe buscar en la sociedad venezolana nuevos actores, que acompañen al jefe de Estado y refresquen los cuadros de mando del mismo. Es necesario detectar rápidamente a esos futuros actores dentro de los distintos espacios de participación popular que continuamente se van creando en el proceso revolucionario socialista.
(*)Profesor titular de la Universidad de Los Andes
sabino@ula.ve