Macarthismo y anarquía son enemigos de la lucha obrera

Existe un axioma criollo, que reza: “Pensó hacer una gracia y le salió una morisqueta” Esta se aplica cuando alguien de buena fe, promueve algo que cree positivo y resulta que le sale todo al revés, o cuando alguien intenta hacer un chiste y su acto resulta de mal gusto.

Creemos que algo parecido podría ocurrir con la buena disposición del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías y el Poder Obrero, si no se corrigen algunas conductas peligrosas para la construcción del poder pular proletario. Allí se están colando zorros y camaleones.

El problema es que la dirigencia y la conciencia obrera en nuestro país, en este momento histórico no es la misma que existía en la Revolución de Octubre de 1917 en la Rusia imperial. Allí había un trabajo hecho por ese conductor de masas que fue V.I. Lenín, que había sembrado en los sindicatos y el pueblo la conciencia del Estado Soviético, producto del trabajo clandestino contra el régimen zarista. El acero estaba templado y por ende blindado allí se estrellaron los aventureros y oportunistas, representados en los esceristas y comunistas de izquierda, que junto a Trosky intentaron desviar la revolución.

En nuestro caso es diferente la dirigencia obrera en buena parte y con honrosas excepciones todavía está bajo el narcótico de la IV República y sigue respondiendo más a lo crematístico y al individualismo, que a los intereses obreros y del Estado Socialista que estamos construyendo.

Hay una experiencia bien importante y es el de los consejos comunales cuya organización ha venido quemando etapas y una vez que se consolide el Estado Comunal, dirigentes y comuneros estarán en capacidad de asumir el poder, porque el aprender haciendo en comunidad, les lleva a vencer el individualismo y a superar las ideas hegemónicas de grupos, cuya presencia está destrozando en muchos espacios a nuestra revolución.

En Bolívar tenemos la experiencia de la Comuna Socialista Ezequiel Zamora, de Caicara, integrada por 58 consejos comunales, que están construyendo su propio habitat, estableciendo prioridades según las necesidades de cada cual y asumiendo responsabilidades según las capacidades, fortaleciendo de esta manera la formación comunitaria, a través del aprender haciendo.

Ese debe ser el camino en el ámbito sindical y no destruir espacios organizados, donde lejos de avanzar se retrocede por la falta de formación de claridad y calidad ideológica de quienes por accidente alcanzan alguna relevancia en el colectivo.

Esa ausencia de conciencia, claridad y capacidad ideológica les lleva a priorizar los intereses de grupo y potenciar el terrorismo de grupo para blindar su “Liderazgo”, que lejos de agregar valor a lo establecida deteriora lo que se ha logrado.

Tal es el caso de Elebol, donde ha habido brotes de Macarthismo y el chisme de pasillos, que solo ha traído confusión, incertidumbre y deterioro de la imagen de la empresa y en las ganas de trabajar de muchos que ven como sus esfuerzos se pierden por la conducta de una minoría.

Los secuestros y apedreamiento de los vehículos y agresiones a personal de Elebol en las comunidades están recrudeciendo, producto de la campaña mediática que en contra de la empresa y de la administración de manera irresponsable mantienen personas que buscan ganar protagonismo a costa de la destrucción de lo que con trabajo agotador y voluntad se había logrado mediante la interacción con las comunidades, dentro de lo que ha sido la nueva imagen de la Elebol Socialista.

La exposición al escarnio público de la institución por parte incluso de personeros con afanes electoreros, perjudica es al trabajador de Elebol, que es quien tiene que dar la cara en las comunidades, cuyos integrantes producto de esa infame campaña están perdiendo la confianza depositada en la empresa y se muestran agresivos.

La conducta macarthista entre los grupos con aspiraciones de poder, donde en las reuniones que realizan, el plato fuerte es la nómina de comunistas que “infectamos “a la empresa, de quienes hay que salir, porque según ellos 95 por ciento de los trabajadores de Elebol, son antichavistas. Cosa falsa, incierta.

Además los odios personales y las ansias de poder que son utilizados como parte de la “lucha obrera”, cuestión que a nuestro juicio es por demás perniciosa y en absoluto contribuye con la buena intención del presidente Chavez. Eso tiene lógica, porque precisamente los orquestadores solo hacen uso del nombre del Comandante, de la gorra y la franela roja, por conveniencia, pero nada de convicción, mucho menos corazón.

En Elebol se dio un paso importante el miércoles 28 de abril de 2010, como fue la elección de cinco directores operativos por parte de los trabajadores, con el deseo de acabar con la anarquía y la incertidumbre. Concurrieron mas de las tres cuartas partes de la nomina y los resultados se llevaron al Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica, donde fueron aceptados y además se nos hizo reconocimiento por la organización y madurez demostrada.

Pero al parecer eso no es suficiente y hay factores minoritarios con ansias de poder y con odios personales exaservados que buscan nuevamente enrarecer el ambiente, en vez de continuar fortaleciendo el poder popular que ha dado un paso al frente en esta empresa, que hoy por hoy, lo que requiere es paz y apoyo por parte de las instancias de gobierno para responder a las comunidades que están quedando en tinieblas por la falta de recursos financieros de Elebol, para reponer a la cantidad de transformadores que se han quemado.

Ya basta de diatribas y sesgos en la información y el discurso, vamos a continuar avanzando en el empoderamiento del trabajador, para fortalecer el poder popular proletario, libre de ataduras mafiosas, con la participación directa y democrática a través de los Consejos Laborales, para en vez de perder el tiempo en discusiones valadíes, ir al fondo, a examinar y analizar el problema eléctrico para producir propuestas que ayuden al Ejecutivo Nacional a dar solución definitiva a los problemas del sector.

Aquí debemos deponer los odios y deseos de venganza personal, así como el sectarismo polítiquero, para que se escuchen los criterios sensatos de quienes tienen las herramientas para producir respuestas positivas y colectivas, dejando de lado los individualismos, la maledicencia y los chismes de pasillos que tanto daño nos hacen.

Elebol, es de los pesuvistas, de los comunistas, de los de la IV República, de los ni ni y de todos los bolivarenses, vamos a apostar por su fortalecimiento y por sacarla del atolladero en que se encuentra como empresa de servicios ante la imposibilidad de dar respuesta a usuarias y usuarios. Unamos nuestros esfuerzos para fortalecer la calidad del servicio y la calidad humana de la gran familia ELEBOL, el macarthismo y la anarquía son enemigos de la lucha obrera.

(*)Periodista
CNP 2414
cd2620@gamil.com
cadiz2021@yahoo.es



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Cástor Díaz (*)

Periodista CNP 2414

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