En las ultimas horas, casi al mismo tiempo, con 12 mil kilómetros distancia, se producían en el planeta Tierra dos acontecimientos claramente diferenciados pero que, estudiados en sus dimensiones geopolíticas y geoestratégicas, tienen más coincidencias que distancias. Se trata de los resultados oficiales de las elecciones de Colombia y el asalto mortífero del ejército del Estado sionista de Israel a la flotilla humanitaria “Free Gaza”, promovida por más de cuarenta ONG’s, dirigidas entregar diez toneladas toneladas de alimentos, medicinas y equipos sanitarios y domésticos para el cercado pueblo palestino de Gaza y en la cual fueron asesinados 19 pacifistas de varios países.

Mientras que en el caso de Bogota, un impresionante y efectivo aparato gubernamental y paramilitar se movió por casi toda la geografía neogranadina para empujar a las urnas a todos los votantes que eran necesario para garantizar la minoritaria victoria electoral del ex Ministro de la Defensa, Juan Manuel Santos, “ heredero del presidente Alvaro Uribe Vélez, con el fin de garantizar la continuidad de la guerra contrainsurgente, la ratificación del acuerdo sobre las siete bases militares gringas y, la consolidación del control de las corporaciones capitalistas globales de la economía colombiana; en las aguas internacionales cercanas a la Franja de la Gaza Palestina, cientos de tropas élites de comandos israelíes perpetraban un cobarde y sanguinario ataque a la flotilla de pacifistas y defensores de Derechos Humanos “Free Gaza” con el fin de confirmar la decisión de la mafia sionista que controla el ente israelí, de seguir
sirviendo de instrumento de la desestabilización y la agresión imperial contra el puieblo Palestino y los demás pueblos del Medio Oriente.

La alianza Bogota-Tel Aviv-Washington no es nueva, ni responde a hechos circunstanciales e invertebrados de la realidad internacional, sino al acuerdo estratégico global, forjados desde el año 1.948, con la declaración unilateral de Independencia del Estado de Israel y la guerra de expulsión de la población árabe de Palestina y, el asesinato de la CIA del candidato de la corriente popular del liberalismo colombiano, Jorge Eliécer Gaitán y, se ha consolidado con el apoyo militar y de inteligencia israelí al ejército colombiano en su lucha contra la insurgencia guerrillera y con la apertura del mercado neogranadina a los capitales sionistas.

No es una casualidad, entonces, esta estrecha alianza política y militar entre el imperialismo norteamericano, el sionismo genocida israelí y la sanguinaria oligarquía santandereana, porque ella esta construida, no solo para garantizar el dominio sionista sobre Palestina y la continuidad del control de la oligarquía santanderiana de Colombia, sino para mantener dos fortificaciones proimperialistas en zonas de la mayor importancia para la sobrevivencia del imperio, al estar ubicadas en dos áreas fundamentales para el suministro de energía hacia la trastornada economía de los Estados Unidos y sus aliados europeos, en momentos en que se manifiesta un nuevo ciclo de crisis sistémicas del capital financiero internacional y, los Estados Unidos se ve afectado por el mayor desastre ecológico de la historia de la industria petrolera mundial.

En ese marco, es previsible que la siniestra alianza del sionismo y la oligarquía colombiana, bajo la dirección del gobierno de los Estados Unidos, puedan estar considerando el momento más adecuado para intentar una aventura militar contra la República Bolivariana de Venezuela y la República Islámica de Irán, dos procesos políticos disímiles en su naturaleza, pero coincidentes en la necesidad histórica de derrotar definitivamente al imperialismo como condición necesaria para construir un mundo de paz, seguridad y bienestar para todos los pueblos del planeta Tierra, lo que obliga hoy a la dirección revolucionaria bolivariana de Venezuela, a sostener y fortalecer las alianzas internacionales antisionistas y antiimperialistas que puedan compensar y desalentar el peso de la fuerza política, económica y militar que el imperialismo y sus aliados, trataran de lanzar en contra de nuestro pueblo y nuestra victoriosa revolución.

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