El imperio y la neutralidad Tica (Costarricense)

Costa Rica es el único caso del continente americano en la que una sociedad, afectada por un conflicto bélico interno, decide renunciar constitucionalmente, en 1.948, durante el primer gobierno José Figueres, a poseer una fuerza armada; decisión que definió un tipo de política internacional volcada hacia la defensa de la Paz en la región y en el mundo y que convirtió a ese pequeño país centroamericano, en una referencia de convivencia pacífica de sus habitantes y con sus vecinos, a tal grado que su presidente Oscar Arias fue premiado por la Academia Sueca con el Nobel de la Paz por su importante contribución a las negociaciones para la solución pacífica de los conflictos armados internos de países centroamericanos durante los difíciles años 70’s y 80’s

Hoy, la neutral y pacífica República de Costa Rica, la que eliminó su Fuerza Armada en 1.948 y que hoy es presidida por la señora Laura Chinchilla Miranda, dirigente del mismo Partido de Liberación Nacional de José Figueres y Oscar Arias, acepta recibir durante el presente año y el 2011, diversos tipos de navíos de guerras pertenecientes a la Cuarta Flota de los Estados Unidos de América, con una carga aproximada de 7.000 efectivos militares, con el declarado fin de realizar maniobras conjuntas con la Fuerza Policial costarricense para el supuesto “ control del tráfico de droga en Centroamérica con destino a Estados Unidos”, combinadas con operaciones de “acción cívica” de apoyo a la población costarricense más necesitada; decisión que pretende esconder los fines militaristas de la presencia usamericana y que supone la renuncia costarricense a la Neutralidad, consagrada en su Constitución Nacional y, a convertirse, con ejército o sin ejército, en aliado directo del principal factor de desestabilización política de la región centroamericana y potencial agresor a pueblos de Latinoamérica y el Caribe.

La preocupante decisión del gobierno costarricense confirma, más allá de toda duda razonable, que el imperialismo norteamericano acelera el desarrollo de la construcción de alianzas militares y políticas en el continente (Colombia, Perú, México, Honduras, Antillas Holandesas, Caribe Oriental), dirigidas a facilitar su reposicionamiento geoestratégico de fuerzas, con vista a facilitar la ejecución de sus estrategias de “Guerras de Cuarta Generación” y ”Guerra Preventiva”, las cuales requiere de seguros corredores de aprovisionamiento y, de cercanía y control del global área de operaciones; lo que lleva a pensar que el gobierno de los Estados Unidos está estudiando convertir a la Pacífica y Neutral República de Costa Rica, en caso de una situación de crisis en Centroamérica o en otra parte del continente, en una posible base de sus operaciones.

Sin embargo, la larga tradición civilista del pueblo tico y la existencia de ascendentes fuerzas sociales y políticas que se expresaron contra la aprobación del Tratado de Libre Comercio y en las últimas elecciones generales, permiten considerar que contra esa política imperialista y sus aliados costarricense, existen importantes sectores populares, intelectuales y políticos que seguramente estarían dispuestos a defender los principios de Paz y Neutralidad que el Estado Costarricense tiene consagrado en su Constitución, evitando con ello ser arrastrados al diabólico plan del imperialismo de utilizar su territorio para intentar desestabilizar y agredir a otros países hermanos de Nuestra América.

yoelpmarcano@yahoo.com


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Yoel Pérez Marcano


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