1. Qué, ¿ahora los panistas que siguen en el poder -que han provocado el asesinato de 30 mil seres humanos y que han hecho crecer enormemente el desempleo y la miseria- ya no son delincuentes? ¿No fueron acaso los alumnos aventajados del súper corrupto PRI, que en 10 años gobernando igualaron –quizá superaron- a sus maestros? ¿Y el PRD tiene alguna posibilidad de limpiar su imagen después que “los chuchos socialderechistas” se entregaron a los brazos del presidente ilegítimo Calderón y sus panistas? Hoy, dado que “funcionaron las alianzas PAN-PRD”, según Camacho, Ortega, Ebrard y corifeos, ahora la llevarán al Estado de México como ensayo para las elecciones presidenciales. López Obrador no será el candidato de la Alianza porque no será escogido, pero tampoco podrá ser porque el PAN es derechista y corrupto. ¿Será candidato del PT para recibir el 10 por ciento de los votos o aceptará al PAN?
2. Todas las elecciones en México son “elecciones de Estado”. No solo porque las organiza el Estado con sus propias reglas y leyes, sino porque los gobiernos –federal, local y municipal- dilapidan directamente recursos económicos, materiales y en personas en beneficio de sus propios partidos. Lo que cínicamente declaró Fox alardeando, en el sentido de que puso todos sus recursos para darle el golpe de Estado electoral a López Obrador, es lo que hacen todos los presidentes de la República, gobernadores y presidentes municipales. Fox incluso más concreto dijo: “dejen cualquier cosa que estén haciendo para dedicarse a lo más importante: al triunfo de su partido y de su gente”. Por eso en México durante años se llenan las bodegas de artículos, se preparan las camionetas y aviones, se asignan cuotas de dinero a los más ricos, se compran las credenciales y se contratan a los medios de información.
3. Las candidaturas “independientes y ciudadanos” son el ridículo y la burla frente a los tremendos aparatos de partidos-gobierno. Puede haber un presidente municipal ciudadano en un pueblo perdido en la selva o en la sierra, pero nadie puede luchar contra el gigantesco manipuleo y la compra de votos que realizan los partidos con equipos de cientos de miles de jóvenes contratados que visitan casa por casa. Cuando alguien dice que el voto es libre, que él vota por quien quiera y que nadie lo manipula, lo único que se enseña es una vulgar tontería. Los pobres electores no conocen si un candidato es bueno o malo, pero una vez que la TV lo empieza a mostrar, a entrevistar, y luego que los encuestadores propagan que va en primer lugar, la gente empieza a pensar en votar por él; recibe regalos y más propaganda en su nombre y ya. ¿Por quien se vota? Por el que sale más en TV, en radio y le organizan concentraciones.
4. Dicen los delincuentes millonarios que controlan la TV que: “quien no salga en televisión no existe en política”, por eso el 80 por ciento de los millones de pesos que recibe cada partido lo gasta comprando tiempo en la TV. Y tienen razón porque la inmensa mayoría de nuestro pueblo se pasa alrededor de de 10 horas frente al televisor viendo novelas, concursos, deporte, y toda la propaganda política y publicidad dirigida a él. López Obrador lleva seis años visitando y haciendo mítines y actos políticos en pueblos, municipios y ciudades de todo el país todos los días; Marcos –el líder zapatista de EZLN- lleva más de 16 años en la selva ayudando a los indígenas en su lucha; pero como no pagan para aparecer en TV o radio, parece que la gente se olvida de ellos. Quienes simpatizamos los tenemos muy presentes, pero las mayorías de las familias siguen lo que la TV les impone. ¿Obligará esto a AMLO a acercarse a los medios?
5. Un queridísimo amigo, conductor de Radio Libertad de Xalapa (no comercial), ante el golpe que los jueces de la SCJN dieron a los electricistas, comentaba que esos magistrados no deberían ser escogidos o seleccionados por los gobernantes, que deberían ser electos por el pueblo. Me pareció una opinión acertada, pero no tomaba en cuenta el enorme papel de los medios de información comercial que, como ideología dominante, controlan y dirigen el pensamiento de la mayoría de la población. Recordé el planteamiento feminista de llevar a votación la legalización del aborto en un país donde la iglesia controla el pensamiento de la mayoría de las personas. La realidad es que si la izquierda radical no desarrolla una batalla ideológica a fondo contra la ideología dominante, que es la de la clase dominante, el pueblo seguirá manipulado por la familia, los medios de información, la escuela y la iglesia y, por ellos seguirá votando.
6. La realidad es que en México el PAN y el PRI han sido desde siempre los partidos de los grandes empresarios, de los políticos más poderosos y, al mismo tiempo quienes han mantenido una estrecha dependencia de los EEUU. El PRD, como socialdemócrata que rápidamente se acomoda a la derecha, es sólo un partido de 15 por ciento de votos que hace alianza con cualquiera. Ninguno de estos partidos o sus dirigentes tiene derecho alguno de hablar de libertad, justicia o democracia, mucho menos de igualdad, porque toda su práctica histórica y actual está llena de atropellos, represiones y corrupción. Pienso que puede incluso parecer imbécil de mi parte seguir repitiendo los mismos argumentos y palabras sobre asuntos que se antojan ya muy conocidos. Sin embargo parece que no lo es tanto porque la gente sigue actuando como un robot que no sabe que es manipulado. Pregunto: ¿Realmente no se da cuenta la gente, o le gusta que la jodan?
7. Si no pasa nada importante, desastroso o lamentable: algún estallido social, un levantamiento, algún fenómeno natural imprevisto, el bombardeo a un país imperialista, el PRI barrerá con el PAN, el PRD y con quienes quieran hacer “oposición”. Aunque si el PAN –con el apoyo del PRD- mantiene la presidencia sería exactamente lo mismo. Y si el pueblo soportó 70 años de gobiernos priístas y luego 12 años de panismo, ¿cuántas décadas más de explotación y miseria podrá soportar la población? ¿Y si a las “alternancias” en el gobierno entre sectores de la burguesía agregamos experiencias de personajes de “izquierda” como el ecuatoriano Correa que hace arreglos privatizadores, y al uruguayo Mujica (ex tupamaro) que firma acuerdo con el ejército de los EEUU, qué podemos esperar? La tarea más importante tiene que ser revolución ideológica, la contra información y el contrapoder. ¿O queremos cambios para que todo siga igual?
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