La Alternativa Bolivariana para América (ALBA) y la Unión de Naciones de América del Sur (UNASUR), e incluso la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP); deberían reunirse de urgencia ante la inminente guerra que se desatará entre Estados Unidos de Norteamérica e Israel, contra la Nación Islámica República de Irán (antigua Persia.)
Los pueblos de América Latina ya hemos visto estupefactos, como un general alineado a un títere comprado con muchos dólares; sacaron semidesnudo, a un presidente electo democráticamente en Honduras, país ex-miembro de la ALBA ; sin que ésta pueda hacer más que protestar diplomáticamente. Solo Venezuela pudo, con excelentes pilotos que la caracterizan, lograr burlar el espacio aéreo de Honduras para tratar de reingresar a su propio territorio a riesgo de ser derribados, al presidente constitucional Manuel Zelaya.
Ahora los estadounidenses quieren debilitar el cártel OPEP eliminando poco a poco militarmente, a cada uno de sus miembros.
Hablamos mucho de: “somos hermanos, somos uno, somos aliados, seremos invencibles, esto no lo retrocede nadie”, entre otros mensajes muy edificantes para el espíritu patrio que elevan la moral de los pueblos hacia una posición más fuerte y decidida a ser libres. Pero eso no es todo, hay que actuar con más resolución y más unidad, y cero miedos.
Ya es hora de que las organizaciones de países ya mencionadas, se reúnan de urgencia y corten de una vez por todas, entiéndase bien, de una vez por todas en un solo momento; relaciones diplomáticas con Estados Unidos y las que se mantengan con Israel, hasta tanto no se cumplan con estas tres (3) condiciones:
1. Celebrar nuevas elecciones en Honduras con testigos internacionales y con la restitución del Presidente Manuel Zelaya, con el fin de que entregue la banda presidencial al legítimo ganador. Las elecciones basadas en un gobierno de facto, no tienen validez ni reconocimiento internacional, eso debe quedar bien claro.
2. Estados Unidos e Israel deben retirar de inmediato sus embarcaciones militares del Estrecho de Ormuz. Israel debe permitir una investigación imparcial internacional que permita levantar averiguaciones acerca del ataque en aguas internacionales a flotas de ayuda humanitaria a Palestina, así como también pagar indemnización a la Cruz Roja que bombardeó en territorio palestino durante el ataque plomo fundido donde utilizó bombas de fósforo y de tugsnteno. Palestina es un pueblo semita, porque Abraham engendró a Ismael, y Abraham es descendiente de la generación de Sem, hijo de Noé. Ambos pueblos son semitas e Israel ha convertido en un campo de concentración a la Franja de Gaza, impidiéndole los alimentos, cortando la electricidad a los hospitales, destruyendo sus casas; violando así las resoluciones de la ONU que no puede hacer nada por estar controlada por los Estados Unidos.
3. Levantamiento del bloqueo a Cuba y devolución de su soberanía en la Bahía de Guantánamo. Las playas cubanas se ven amenazadas ahora por el irresponsable e incontrolable derrame petrolero en el Golfo de México (que es de Estados Unidos) provocado por la empresa petrolera británica British Petroleum (BP).
Si EEUU e Israel, después de romperse relaciones diplomáticas con varios países latinoamericanos a la vez, no acatan la voz de los pueblos de América Latina en señal de unidad y hermandad con el pueblo persa que humildemente ha querido ayudar a nuestros pueblos compartiendo su tecnología; tendrán que enfrentarse a sanciones económicas más duras como el embargo petrolero (suspensión de suministro petrolero.)
Con una posición más firme en concordancia entre lo que se predica en las reuniones de países latinoamericanos ya citados; pudieran hacer que Rusia, China, Libia, Líbano, Bielorrusia, Ucrania, Siria, entre otros; crean más en la unión latinoamericana y puedan atreverse a arriesgar más por nuestra región apoyándonos militarmente ante una agresión colombo-peruana-estadounidense, ya que verían a un aliado con quien contar al sentirse ellos también amenazados; como de hecho lo están con lo de los misiles en Polonia, entre otros casos.
Nuestro apoyo diplomático ha sido espectacular hacia esos países, pero eso no basta y es insuficiente; hace falta unión para materializar sanciones económicas. Una acción así, obligaría al presidente del imperio a transarse.
Es hora de evitar una inminente de guerra, la ALBA , la UNASUR y la OPEP , tienen una posibilidad única de evitar esa horrible guerra que nos afectará a todos. Irán no se doblegará, pero el imperio tiene una gran debilidad: su descomunal maquinaria de destrucción depende de los chorros de petróleo que le llegan de la OPEP y Latinoamérica.
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