La moderna esclavitud

American dream

Estimados camaradas socialistas, después de pensarlo mucho, de discutirlo aún más, con grandes amigos mucho más preparados en el tema económico y social que yo, me he decidido a compartir con Uds., mi visión un poco especial de cómo funciona y en que se basa el capitalismo como modelo económico-social tan exitoso y de tan difícil desarraigo y para ello analizare a la economía bandera del capitalismo mundial, como es la economía de los Estados Unidos de Norte América.

Realmente el tema da para escribir un ensayo, pero yo me limitare en este artículo a dar lo que en ese ensayo seria la introducción, en aras claro está, del valioso tiempo de los prestigiosos lectores que se toman un momento para leerme, así que como verán lo haré lo más corto y conciso posible.

El capitalismo “Americano”, (llamare así a los EE.UU., para abreviar), está basado, a mi entender, en tres pilares fundamentales y que yo les he dado, a cada uno, un nombre por demás muy explicativo. El primer pilar fundamental del capitalismo “Americano” es la “Esclavitud”, si señores, tal cual, pero no solo limitado a la esclavitud de los obreros al trabajo, sino la esclavitud que ejerce sobre sus seguidores este sistema económico, esclavitud esta donde reside todo su poder y fuerza.

El segundo pilar fundamental es la “Libertad”, tal cual, aunque parezca una contradicción con el pilar anterior, no lo es así, ya que esta libertad para nada tiene que ver con ese tan intrínseco valor fundamental de todo ser vivo a ser libre, como ya dije para nada, esta libertad es solo una mampara publicitaria, un bello cartelón con hermosos jóvenes en traje de baño y que solo sirve para reforzar y proteger al primer pilar.

El tercer y último pilar fundamental del capitalismo “Americano”  es la “Confianza”. Es este pilar el más importante para todo el aparataje económico monetario de este nefasto sistema económico que llamamos capitalismo, es justo esta confianza la base única de todo el sistema económico, así tal cual, todos nuestros valores económicos hace años que dejaron de estar fundamentados en metales preciosos o en su defecto en bienes con algún valor, no señores, hace muchos años que toda nuestra hermosa economía capitalista de crecimiento eterno está basado en una sola palabrita: CONFIANZA.

Ahora bien, analicemos el primer punto un poco más a fondo y para ello dividiremos esta “Esclavitud” en tres niveles, el primer nivel lo llamare “Esclavitud directa”, el segundo nivel “Esclavitud selectiva” y el tercer nivel “esclavitud al sistema”, ahora empezare con el análisis del primer nivel o “Esclavitud directa”. Cuando en el siglo 19 estallo la revolución industrial quedo claro para un grupo emergente de seres humanos que tenían el poder en sus manos, de que tenían la clara posibilidad de crear un nuevo orden mundial y claro esta y a la vista de las pruebas actuales me remito, de que lo hicieron y lo hicieron muy bien. Tenían claro que si bien el auge del vapor permitía intuir que la mano de obra no iba a ser tan necesaria, también tenían muy claro, que esta jamás perdería su gran importancia dentro de cualquier sistema económico que se impusiese, en tal sentido, el mejor sistema y que mejor se amolda a cualquier sistema económico fundamentado únicamente en la ganancia es el de la esclavitud.

El gran problema con la esclavitud tradicional residía, en que para esos momentos, los derechos humanos y la emancipación delos pueblos había llegado a un punto que hacia prácticamente imposible la práctica, de manera directa, de la esclavitud, pero repito, para un sistema económico donde lo único que priva es la ganancia, el sistema esclavista era una tentación muy grande, de ahí, que para los grandes señores del capital en aquel pujante país y en ese naciente siglo, como los ilustres Westinghouse, J.P. Morgan, A. Carnegie, H. Ford, solo para nombrar algunos de esa caterva de genios, la mano de obra era indispensable y mientras más barata y servil mejor.

En un inicio solucionaron el problema con la inmigración de ciudadanos europeos y asiáticos de muy bajo nivel intelectual, aprovechando los enormes problemas económicos por los que atravesaba la Europa continental y el sudeste asiático, estos ilustrísimos señores se proveyeron rápidamente de carne fresca a muy bajo costo y casi sin objeciones, para lograr echar adelante todo el enorme aparataje industrial “Americano”.

Esta práctica funciono muy bien por unos años, eran casi esclavos, ya que el sueldo apenas les daba para vivir, vivían en pocilgas cerca o dentro de las mismas fábricas y el poco dinero que les daban jamás les llegaba para poder irse o tratar de regresar a su país, así que si bien les pagaban, las necesidades que les habían creado los obligaba a permanecer casi de manera esclavizada ante el yugo de sus patrones.

Al pasar de los años activistas sindicales y de los derechos humanos lograron que esta práctica neo esclavista fuese abolida, eso claro, en la fachada únicamente, porque lo que ocurrió en el fondo fue la mayor transformación de un sistema de clara esclavitud a una seudo libertad y bienestar, que en el fondo, no era otra cosa que el yugo y la esclavitud a un sistema, pero esto lo analizaremos en el tercer nivel.

El segundo nivel o el que yo he llamado “Esclavitud selectiva”, es aquella que estos grandes señores creadores del nuevo orden mundial aplicaron, a un muy pequeño y selecto grupo de personas, a las cuales le permitieron el acceso a los más altos estándares de educación, pero que a la vez, a través de esta misma educación y también, a través del uso de otros mecanismos, como por ejemplo, la publicidad difundida a través de los medios de comunicación masiva, en un principio la prensa escrita, luego la radio y ya por último el más nefasto de todos como la televisión, además, también se usaron frases especiales, dichos específicos, que a través de su uso coloquial y constante se fueron adueñando de la psiquis de las masas hasta convertirse en prácticamente valores fundamentales del ciudadano.

Para no dejar de ahondar en este último punto tan interesante, lo tratarte muy someramente, para no disgregarnos demasiado del punto primordial que es la “Esclavitud selectiva”. Buena parte de estos dichos populares arraigados en nuestra psiquis se pueden resumir en estos diez, “Lo importante es tener trabajo”, “Muchacho, si consigues un buen trabajo, CUIDALO, como sea”, “si no obtienes beneficios materiales en la vida eres un FRACASADO”, “las mujeres bonitas y los hombres guapos solo se fijan en personas con ÉXITO”, “ser POBRE es un crimen”, “en la vida todo lo importante cuesta DINERO”, “si tienes un buen trabajo, JAMAS te metas en política”, “Los bohemios al igual que los vagos son una ESCORIA”, “hay que vivir para TRABAJAR y así progresar” y por último, “cuidado no ataques a tu PATRONO, no vaya a ser que cierre la fábrica y te quedes sin trabajo”.

 Todas estas frases, claramente alienantes de la mente, hacia la sumisión total al trabajo, vistas en este contexto son fácilmente analizables y detectables, pero en el día a día, en el común de la vida, cuantos de nosotros no solo las hemos dicho, sino que además, las hemos seguido y lo que es peor aún, cuantos no las siguen aún con fe ciega, solo me resta decir en este punto y esto en aras a la brevedad que buen trabajo ha hecho esta gente, en alienar a las masas.

Volviendo al caso de la “Esclavitud selectiva”, está claro que cuando los centros de poder entendieron que tenían que flexibilizar la mano y permitir la mejora de la vida de sus “esclavos”, entendieron que el secreto de poder mantener a esta enorme masa de gente bajo su dominio, era a través de la educación, una educación escasa en muchos caso y en los peores casi inexistente, pero lo que era peor aún, donde la había esta estaba totalmente manipulada y planificada para mantener a esta masa en un tono silente y netamente obediente, al monstruo mayor que era el sistema económico capitalista.

Es de aquí, de esta educación selectiva, de donde salieron los “Esclavos selectivos”, o como los llaman algunos: “tecnócratas”, “meritocratas”, es decir, gente muy preparada en lo que a conocimientos técnicos se refieren, pero que sus valores morales y éticos se encuentran totalmente trastocados, para ellos solo hay un dios “el dinero”, solo hay una fe “el capitalismo”, y solo hay un felicidad final “la ganancia máxima”.

Fue con estos cuadros nuevos, de pocos y muy seleccionados tecnócratas, que los viejos patrones del monstruo dieron su paso a un costado, pero eso sí, sin cambiar ni un ápice en el monstruo, en el mecanismo económico, solo que ahora estos tecnócratas, que jamás llegara a estar en la cúspide del real poder, ya que este está destinado única y exclusivamente a la vieja realeza, a la vieja monarquía que se erigió con la revolución industrial, harán el trabajo dirigencial, serán ellos los que arreen las enormes masas de borregos sumisos y esto lo harán, principalmente, debido a la base de tener el sueño irreal, de poder entrar en palacio, de poder entrar en ese selecto grupo masón, es que hacen el trabajo sucio, dirigen a las inhumanas trasnacionales del poder económico, sin darse cuenta que no son otra cosa que esclavos del sistema.

Ahora solo nos queda analizar el último nivel de esclavitud y es el peor y más extenso de todos, como lo es la “esclavitud al sistema”. Los grandes reordenadores del sistema mundial, una vez habían logrado someter las fuerzas de producción y a la vez, habían creado a un selecto grupo de autómatas que arrearan a esa masa productiva, porque quedarse hasta ahí, cuando logrando la sumisión total de todas las fuerzas vivas de las sociedades donde el cáncer capitalista entrase, podrían obtener, de esa manera, el sueño anhelado de todo dictador como es “el control total”.

Era difícil el proyecto, pero no imposible, la base fundamental para el dominio estaba echada y era el férreo control tanto de la educación primaria, pero sobre todo, el control y el muy limitado acceso a la educación superior, amén de que ya el proceso de dominación psicológica a nivel del bulbo, con la creación de necesidades ficticias y de valores trastocados, ya estaba en su apogeo y se reforzaba, cada vez más, con el control casi exclusivo de los medios de comunicación masiva, pues entonces la mesa estaba servida y porque no lanzarse a la aventura del control total de la sociedad.

Para este sueño solo faltaba un detalle, un ente de control total, un ente masificador, un ente que no solo controlase la psiquis sino aquello intangible y por ende tan peligroso como era el alma y es ahí donde entraron las grandes religiones monoteístas occidentales a hacer su trabajo, fue en este punto exactamente, donde las cúpulas podridas de las iglesias monoteístas entraron en juego con los grandes poderes económicos y en una clara alianza, de beneficio mutuo, prestaron ese enorme poder que tenían, como era el de ser los guías espirituales de las almas atormentadas de todos sus fieles hacia la felicidad.

Es más que obvio que la felicidad a la cual estas cúpulas religiosas llevaba a sus fieles era a la sumisión de un sistema económico, el cual, era vendido como la panacea final de la solución total de todos los problemas de la humanidad y era en sí, la consecución final de toda felicidad posible. Ahora si el cerco estaba completo, ahora si los creadores del nuevo orden mundial tenían la última pieza que les faltaba, para lograr tener ese escoyo tan incómodo que le venía haciendo mella en sus planes, como era “la moral”. Ahora ellos eran poseedores de la máxima moral y ya nada los detendría.

Ya para resumir el punto de la esclavitud, está más que claro, que todos aquellos que vivimos para trabajar, bien sea por una razón u otra, lo que hacemos es ser, simplemente, esclavos de un sistema, que fue creado para que un muy selecto grupo de gente se haga multimillonaria a través de nuestro esfuerzo y lo que es peor aún, a través de nuestro sufrimiento.

Estemos claros, la nueva esclavitud no usa cadenas ni garrotes, utiliza bellos rostros y sensuales tecnologías, nos crea la necesidad de tener que poseer todos los nuevos avances tecnológicos, aun cuando estos, en su gran mayoría, son solo objetos suntuosos y superfluos, ejemplo más que claro el teléfono celular. La esclavitud moderna cambio las cadenas por falsas expectativas e innecesarias necesidades y cambio el garrote por bellas propagandas y por lo que es peor aún, por eso tan nefasto llamado “American dream”.

    pito0726@hotmail.com.  


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Alfredo Domínguez Fernández


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