La canalla no puede ocultarnos sus sentimientos. Expresiones de rabia y caras de asombro, como quienes ven un fantasma, porque no saben cómo explicarse el milagro de la salud del Comandante Fidel Castro. Hasta el día de hoy esa misma canalla que tanto ha anhelado la muerte de la dignidad hoy no sabe explicarse la vitalidad de Fidel. ¡Fidel es un roble! ¡No es de este mundo! desde 1959 cada gobierno imperial ha jurado el fin de la revolución cubana. ¿A cuantas administraciones estadounidenses ha sobrevivido el Comandante Fidel? Eisenhower, Kennedy, Johnson, Nixon, Ford, Cárter, Regan, Bush, Clinton, Bush Jr., Obama -Y los que faltan! ¿A cuantos intentos de asesinato ha salido ileso el Comandante? Más de 600. Quienes se contentaban por su enfermedad y pronosticaban mil veces la muerte del gigante hoy no saben si llorar o tragar duro para no hacer el ridículo -y lo de gigante es por su moral-. Quienes hasta ayer ridiculizaban al medico cubano hoy comienzan a buscar sus consultas medicas, -que de paso, son gratuitas. Pues, se asombran del milagro medico cubano. ¡La ciencia cubana ha descubierto la fuente de la eterna juventud!
Lo cierto es que mientras algunos optaron por no hablar y resignarse a la realidad, otros no perdieron tiempos y continuaron con bien remunerada tarea de minimizar, ridiculizar y de continuar tergiversar los contundentes señalamientos del Comandante. ¡No lo lograrán! Sólo la extrema ignorancia puede creer en lo que dice la canalla. ¿Puede alguien, que se crea en sus cabales, menospreciar la plena capacidad intelectual y las alertas a la humanidad que hace el Comandante Fidel?
El secreto de la vitalidad de Fidel no yace en un milagro medico de la ciencia cubana, -que valga decir, están muy adelantados- sino en la fuerza de sus ideas, el amor de su pueblo y en el convencimiento de que su tarea aun no ha terminado. Su espíritu inquebrantable ha doblegado los años que pesan en su cuerpo. Fidel entregará hasta el último aliento de su vida a la causa de la revolución. Fidel es, a decir de Bertolt Brecht, un imprescindible. Los revolucionarios tenemos el privilegio de continuar teniéndolo como guía en los momentos más difíciles en que se debate la humanidad: muerte o supervivencia. Fidel no necesita esconder el secreto de su juventud. Sólo dedúzcanlo y lo sabrán.
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