Estimados camaradas socialistas, hay fechas que quedan grabadas con una honda y profunda marca dentro de la vida y el corazón de algunos seres humanos, o en algunos casos, de un solo ser humano o como en este caso, en la vida de dos grandes naciones, y el once de septiembre es justo uno de esos días que deja una amarga y dolorosa huella en la vida de miles, pero que a la vez nos deja una marca, una enseñanza y en algunos casos un digno ejemplo para seguir.
Para nuestro país esta fecha engloba cuatro acontecimientos muy trágicos, pero con una relevancia y una marca significación para nuestra sociedad. Los acasos ocurridos en esta fecha han sido dos fuera de nuestra patria, pero dentro de nuestro continente y dos, muy dolorosamente, en nuestro suelo patrio. Estas cuatro fechas están separadas entre sí por más de treinta años la primera, casi un década la segunda y por escasas horas las dos últimas.
Empecemos por el principio, hace exactamente 37 años en la hermosa tierra austral de Chile, se perpetraba uno de los crímenes contra la humanidad más atroces que tenga conocimiento estas tierras americanas nuestras, un salvaje, estólido y artero milico de mala calaña conocido como Pinochet, ponía fin, a no solo un gobierno, DEMOCRATICAMENTE ELECTO, como lo era el digno gobierno, de ese gran hombre y posterior mártir, como lo es Salvador Allende, sino que además, de un golpe y un zarpazo acabo con la ilusión, no solo del pueblo Chileno, sino de toda Sudamérica que hacía tres años había comenzado a percibir el agradable aroma del cambio de aires que se comenzaba a gestarse, con el advenimiento al poder del grande Salvador Allende.
Fue hoy, un nefasto 11 de Septiembre, cuando con el vedado apoyo del nefasto imperio yankee, los milicos encabezados por Pinochet, daban su golpe maestro, su zarpazo maldito y no solo eliminaban al justo y digno gobierno de Salvador Allende, sino que además acababan con su vida, porque es así, si bien es cierto que Salvador Allende se suicida, no es menos cierto, que lo hace en un arrebato sublime y final del más puro sentimiento mártir, del más puro sentimiento de amor patrio y estemos claros, a la luz posterior de los acontecimientos su final no habría sido otro, bastara con recordar dos hechos puntuales, el primero, la cínica conversación ente el citado Pinochet y uno de sus lacayitos, donde se decidían a permitir un vuelo, donde Allende dejara el país, pero eso sí, el avión explotaba en el aire y como olvidar esa asquerosa risita de perro pulgoso que trama como robar un hueso y el otro hecho claro que demuestra el fin trágico de Allende de cualquier manera, es la muerte del General Prats meses después de este derrocamiento.
Qué triste recordar esos acontecimientos, como por el capricho, el deseo incontrolable de poder y dinero de unos cientos, millones son oprimidos y torturados, a millones se les desconoce su voto, su derecho y su opinión, se les esclaviza a la fuerza a un sistema económico social que nadie eligió, pero bueno, escribir y hablar de los sucesos del 73, si bien es muy necesario, no deja de ser harto doloroso, en fin, en este día murió el hombre, pero nació el mártir, el ideal, el digno ejemplo a seguir, VIVA ALLENDE.
El segundo y no menos nefasto acontecimiento que ocurrió en esta particularmente oscura fecha del 11 de septiembre, es el acaecido en la ciudad de Nueva York en el 2001, con el impacto de dos aviones llenos de pasajeros contra las emblemáticas torres gemelas, causando su posterior desplome y la muerte de miles de seres humanos inocentes.
Como olvidar esas trágicas imágenes de las torres ardiendo tras el impacto de dos aviones, repletos de pasajeros; no es mi intención en este artículo hacer un análisis de los hechos y mucho menos juzgar la actuación o la participación del artero gobierno de Bush hijo en estos tan lamentables hechos, para mi esta fecha queda marcada, hondamente en el alma de nuestro planeta, con la sangra de miles y miles de seres humanos, TOTALMENTE INOCENTES y ajenos a los avatares políticos de ese asqueroso gobierno, que terminaron perdiendo la vida por un hecho ridículo y sin un clara solución posible.
En esta fecha, la enorme sombra negra que la cubre desde el 73, se ve grandemente elevada con las almas enlutadas de las víctimas, que antes de su verdadero tiempo fueron arrebatadas de este plano material en el que vivimos y que llamamos tierra; solo me queda recordar a cada uno de esos pequeños mártires que murieron ese día a causa, de cómo ya he dicho, de una soberana estupidez que jamás se resolverá con violencia, es por eso que TODOS MIS RECUERDOS HOY, SON PARA ESA NOBLE GENTE QUE ENCONTRO LA MUERTE ES DIA, EN NUEVA YORK.
Hoy, 11 de septiembre de 2010, cuando todos nos aprestábamos a iniciar nuestro día recordando, como buenos socialistas que somos, los sucesos del 73 en la hermana república de Chile y en el caso específico mío, me aprestaba a desempolvar un viejo poema, que alguna tarde de nostalgia, escribí a ese gran hombre Salvador Allende, cuando me entero de la muy lamentable noticia del fallecimiento de un Venezolano, de un Compatriota, de un ser Humano, de un gran Hombre, que en vida fue conocido como William Lara.
Dirigente político, revolucionario de corazón, hombre honesto y digno, que estaba desempeñando, la empeñosa labor, de llevar adelante el gobierno del estado Guárico, cuando un avatar del destino nos lo arrebata de un golpe y como si fuésemos realmente polvo, desaparece físicamente de nuestras vidas. Cuan cierto es que los dos sucesos que anteriormente he relatado han enlutado y más aún, han afectado la vida de millones de seres humanos, pero estemos claros, esta solitaria muerte, ha causado un dolor tan fuerte y hondo como el de los dos anteriores acontecimientos y si me creen exagerado pregúntenle a los hijos de William y verán cuánta razón tengo.
William amigo y lo llamo amigo, porque aunque lo conocí, muy someramente, en unas reuniones políticas hace, creo yo, tres años en el estado Barinas, repito, lo llamo amigo, porque basta con recordar los arteros sucesos de abril de 2002 y recordar su valiente y decidida actuación para lograr, el claro y pronto restablecimiento del hilo constitucional y lograr preservar la vida de nuestro líder y presidente Hugo Chávez Frías, esto basto, para que desde ese día William te haya, por siempre, considerado mi amigo. Paz a sus restos y mi más sentida palabra de condolencia a todos sus familiares, amigos, camaradas y compatriotas.
Ahora si pensé yo, ya mi alma no puede con tanta congoja, con tanto mal recuerdo, con tanto luto, con tanto dolor….. y cuando lograba aquietar mi alma, zas, aparece una vez más el artero destino y nos arrebata a ese líder, a ese gran hombre, a ese ejemplo del más digno y ético periodismo, un claro ejemplo de lucha social, la más clara demostración de cómo se debe seguir un ideal, realmente, hasta sus últimas consecuencias, hoy un 11 de septiembre de este año corriente, se nos fue, se nos murió, su cuerpo desapareció, a fallecido ese grande y a la vez sencillo hombre que en vida todos sus amigos lo llamaban Guillermo García Ponce.
Que difícil se nos ha puesto la vida, cuántos hombres buenos y muy valiosos se nos han ido, hoy 11 de septiembre, ahora bien, este artículo, si bien, pareciese una oda a lo nefasto, no es tal, es mucho más un recordatorio, un elogio, un honor, una conmemoración, a todos esos grandes hombre que trágicamente y por mala fortuna, han perdido su vida en este día en específico, hoy es un honor recordar a ese grande del socialismo y la política, al gran mártir Chileno, SALVADOR ALLENDE, también llego el momento de elevar nuestras voces, de recordar con gran orgullo, a todas esas anónimas vidas que murieron un día tal como hoy en el 2001, de manera inocente unos, de manera valiente otros, pero en fin, grandes humanos que hoy con honor recordamos y ya para finalizar, hoy comienza el camino de la gloria eterna, del recuerdo siempre, del ejemplo presente, hoy comienzan a hacer historia dos grandes venezolanos de nuestro tiempos, el gran político William Lara y el enorme luchador y periodista Guillermo García Ponce.
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