En México y el mundo, abierta y calumniosa campaña contra las FARC, ETA y contra todo movimiento armado

1. Los movimientos armados en todos los países son la viva nuestra de que no hay condiciones para dialogar con los gobiernos, y que cuantas veces ha habido “diálogo” el gobierno ha impuesto sus intereses y jamás se han resuelto por esta vía los problemas a favor de los trabajadores. Hay mil y un ejemplos al respecto y ninguno que pruebe que el diálogo ha beneficiado a los oprimidos. En 1968 el grito del movimiento estudiantil en México fue “Diálogo público” y les dieron asesinato público. Los electricistas llevan casi un año limosneando diálogo y siguen 44 mil obreros en la calle; los mineros llevan cinco años pidiendo diálogo y han recibido a cambio represión brutal; el EPR –también cayó en la trampa del diálogo- y los tienen arrinconados esperando. El diálogo es sometimiento, por lo menos es lo que hacen los de la clase política que les encanta. ¿Qué hace hoy ETA si no defender una tregua y un diálogo sin que les hagan caso?

2. Los funestos (para no decir hijos de puta) medios de información de México y del mundo –desde que existen, siempre al servicio de sus dueños empresarios- han sido enemigos jurados de las luchas del pueblo. Basta con revisar en esos medios oficiales y comerciales, gubernamentales y empresariales, el papel que han jugado durante las luchas de independencia y revolucionarias de los pueblos. En México los medios asesinaron, junto al gobierno español, a Hidalgo, Morelos, Mina y a cientos de líderes de la independencia nacional. Esos mismos medios defendieron al dictador Porfirio Díaz desprestigiando al jefe revolucionario Madero y más tarde defendieron al Carrancismo y calumniando a Zapata, Villa y otros revolucionarios acusándolos de guerrilleros, bandoleros y robavacas. La misma campaña calumniosa ha desatado en México contra las FARC colombianas y la ETA del pueblo vasco. 

3. Por lo menos desde los años sesenta, después del maravilloso triunfo de la revolución cubana en 1959, los EEUU y todos sus gobiernos títeres intensificaron en el mundo una multimillonaria batalla contra todos los movimientos de oposición en lucha, condenados por “comunistas e izquierdistas”. Estos funestos gobiernos en vez de resolver los problemas de miseria y hambre, en lugar de encarcelar a todos aquellos empresarios y políticos enriquecidos mediante la explotación y opresión se han dedicado a contratar a policías y militares para hacer más grandes a los aparatos de represión. ¿Cuándo el pueblo abrirá los ojos, empezará a distinguir entre las personas que los explotan hasta hacerlos miserables y las personas que arriesgan sus vidas, muchas veces las entregan, luchando por la justicia y la igualdad? Es realmente difícil para los trabajadores darse cuenta de esa realidad porque la propaganda de los medios idiotiza a la gente.

4. ¿Que por qué no entregan sus armas las FARC, la ETA, el EZLN, el EPR? Simple respuesta: porque sería un error garrafal, un absoluto suicidio, así como el final de las luchas del pueblo. En los países europeos, en EEUU, en Canadá, no hay guerrillas porque son países con niveles de vida no tan miserables, con salarios no tan de hambre y por tanto existe menos desesperación entre el pueblo; pero de pronto surgen poderosas huelgas y grandes manifestaciones en esos países que llegan a la confrontación para obligar a los gobiernos a atender los problemas. Una guerrilla armada, aunque no actúe como el EZLN, está presente y representa una posibilidad de rebelión ante un gobierno opresor; una guerrilla desarmada –como la de El Salvador, puede incluso llegar al gobierno pero seguirá estando al servicio de los EEUU y de los explotadores de su país. Desafortunadamente esa ha sido una innegable realidad.

5. Lo que me extraña es que los guerrilleros de las FARC, después de 45 años de luchar por el pueblo, no tengan armas para bajar helicópteros y aviones del gobierno, ni tampoco armas para bombardear palacios, jefaturas del ejército y casas presidenciales. Porque ya basta que los gobiernos bombardeen campamentos y asesinen a luchadores sociales del pueblo y éstos sólo se pasen los años escondiéndose. ¿Cuánto tiempo van a soportar en el gobierno al mílico presidente Santos, después que él mismo dirigió el bombardeo del campamento en los límites de Ecuador hace algunos años? Deseo, espero, que las FARC no estén a la defensiva como todo el movimiento de izquierda mundial; en Colombia estaría peor el asunto porque los EEUU poseen bases militares en ese país que han puesto al servicio de sus gobiernos. ¿Puede aconsejársele a las FARC y a la ETA que se desarmen cuando objetivamente los están asesinando?

6. Nunca he sido guerrillero porque he sido un convencido de las luchas en las calles, fábricas y sindicatos; sin embargo apoyo todas las formas de lucha de los trabajadores por un país justo e igualitario coincidiendo en esto con las FARC, ETA, EZLN, EPR, etcétera. ¿Cómo coincidir con algún gobierno impuesto por la clase explotadora y opresora? ¿Cómo esperanzarse de un diálogo que siempre ha servido para envolver y engañar a los que no tienen poder? Nunca debe olvidarse que en el sistema capitalista todo se resuelva con la fuerza porque las leyes y constituciones han valido siempre un carajo. Las leyes se interpretan de acuerdo a los intereses de quienes poseen la fuerza, de quienes cuentan con el dinero, el ejército, la policía y las cárceles. El pueblo debe tener siempre una fuerza organizada para que le hagan caso, de lo contrario al gobierno le vale un comino y seguirá robando y enriqueciéndose a costa del pueblo.

7. Los trabajadores del mundo deben sacudirse de la intensa propaganda mentirosa e ideológica de los medios de información, en especial de la TV y la radio. No deben olvidar que todas las noticias que ven y escuchan están tergiversadas, cambiadas, “editadas” –como dicen- para beneficiar a los empresarios y gobierno. Todos los movimientos guerrilleros, las movilizaciones de masas, las huelgas y protestas surgen porque la gente al fin empieza a abrir los ojos y a protestar. Apoyemos todos los movimientos de trabajadores, obreros, campesinos e indígenas, pero también otros tipos o formas de lucha que buscan liberar a los pueblos de la opresión. ¿Por qué los gobiernos y los empresarios poseen toda la liberta y los apoyos para seguir sometiendo al pueblo y éste es condenado y perseguido cuando busca defenderse? Basta ya que nos sigan viendo la cara de tontos, por eso yo apoyo a las FARC, a ETA y toda lucha social.

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Pedro Echeverría V


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