El resultado de esta consulta electoral tiene sustantiva importancia para la sociedad venezolana, por tres razones fundamentales, una tiene que ver con el peso político, económico y social brasilero en el concierto de las repúblicas latinoamericana, otra tiene que ver con la relación bilateral Brasil—Venezuela, las alianzas estratégicas que se han venido concretando en diversas materias seguramente serían desmontada en el caso de un eventual triunfo de la derecha fascista, y la otra está referida a la política internacional, que con el presidente Lula ha estado signada por la integración latinoamericana, y la total independencia de los poderes imperiales hegemónicos en diversos organismos internacionales, en el marco de la autodeterminación de los pueblos, por tales circunstancias debemos estar muy pendientes del proceso electoral brasilero y sus resultados, ya que lo que está en juego no es cualquier cosa.
La señora Dilma Rousseff,
en la Presidencia de Brasil, es garantizaría en lo interno para la
profundización de la democracia y la soberanía nacional iniciada y
desarrollada en su primera fase por el presidente Lula Da Silva, para
la reducción de la brecha entre los que más y menos tienen, para la
reducción de la pobreza, para ponerle freno a la contaminación ambiental
y a la devastación del ambiente que entre otras cosas actualmente compromete
a la Amazonía como patrimonio natural de Latinoamérica y como su principal
fuente hídrica, para la preservación de pobladores originarios en
sus espacios naturales y de la biodiversidad, si lugar a dudas una de
las mayores del mundo y en lo externo es garantía de continuidad en
materia de alianzas estratégicas con la república bolivariana de Venezuela
y con los demás países integrantes de sur y Centroamérica, sin lugar
a dudas el triunfo de Dilma, el cual se vislumbre como seguro de acuerdo
a las tendencias derivadas de encuestadoras confiables, sería sumamente
favorable a la revolución bolivariana venezolana.