México: Lenin, Amalia, López Obrador, ¿Puede la izquierda gobernar a favor del pueblo en una sociedad capitalista?

1. Doña Amalia García, la “comunista” del PRD, gobernó seis años en Zacatecas, México, exactamente igual que cualquier político burgués del PRI o del PAN; de la misma manera lo han hecho en otras entidades otros gobiernos del PRD. Ni más ni menos. Así que todas las acusaciones contra ella terminarán como siempre: en el olvido. Las preguntas serían: ¿Se puede gobernar correctamente, a favor de los pueblos, de los trabajadores, en un país capitalista donde las relaciones de producción, así como las políticas deben estar al servicio de los poseedores del capital? Esto me recuerda aquel octubre/noviembre de 1917 cuando Lenin y los bolcheviques –impulsados por la guerra mundial- se hicieron cargo del gobierno en Rusia sin que existan las condiciones para la construcción de la sociedad socialista; obligándose a los pocos meses a retroceder por el escaso desarrollo económico y social de la economía semifeudal y autocrática Rusa.

2. Y pensando en Lenin y en los vergonzosos gobiernos del socialdemócrata PRD –más de 10 en todo el país- me he preguntado mil y un veces si López Obrador, de ganar la presidencia, en posesión de una enorme voluntad, podría cambiar el poder que ejercen en economía, política, religión, los multimillonarios e ideólogos de la clase dominante. ¿Cuántos centímetros pudieron avanzar por la destrucción del capitalismo los gobiernos de Cárdenas, López Obrador y Ebrard en la ciudad de México? ¿Cuántos pobres, miserables, desempleados han logrado un nivel adecuado de vida en los 13 años de gobierno perredista en el DF? Del PRI y del PAN sólo pueden esperarse políticas empresariales y a favor de los más ricos, pero del PRD se espera todo porque se dice de izquierda y producto de las luchas de los trabajadores. Peña Nieto será el candidato de la gran burguesía y López Obrador de los pobres, ¿será real esa opinión simplista?

3. ¿Ayuda a la consolidación de las ideas socialista, al desarrollo de la lucha social de los trabajadores, que los sedicentes “socialistas” ocupen cargos en la sociedad capitalista y concluyan sus gubernaturas, senadurías, diputaciones, presidencias municipales, exactamente igual que cualquier gobernante del PRI o del PAN? ¿No será más adecuado permanecer “neciamente” en la oposición radical buscando las coyunturas para levantar la lucha de los trabajadores y los pueblos? Cuándo Lenin se hizo del gobierno en Rusia más de mil intelectuales le advirtieron que no podría construir el socialismo, que sólo se crearía un gobierno burocrático y autoritario y que se contribuiría a desprestigio del socialismo. A los pocos meses tuvo Lenin que crear su Nueva Política Económica (NEP) para recuperar inversión privada, tuvo que enfrentar a una enorme burocracia política y permitir hablar de un socialismo inexistente.

4. Si bien las revoluciones rusa, china, cubana, nicaragüense, sólo pueden llevar el nombre de simples ensayos revolucionarios dentro de la sociedad capitalista, nos han enseñado qué se debe hacer y que no para destruir este sistema de explotación y opresión. No se puede llamar socialismo a algo que nunca ha sido: socialismo ruso, chino, cubano y hasta yucateco, a no ser la voluntad y los deseos. Y mucho menos comunista a una sociedad –como la que señaló el XXII Congreso de la URSS con Jruschov a la cabeza a una distancia de 20 años- que está tan lejos, a una distancia de más de mil años. Parece que lo único que está a nuestro alcance –dentro del sistema capitalista- es luchar para que los trabajadores obtengan conciencia para la defensa de sus derechos, de su salario, para exigir más gastos sociales del Estado en beneficio de las mayorías y, dentro este proceso, lograr que la conciencia de lucha y unidad se desarrolle.

5. Los partidos y sus políticos de derecha, centro y socialdemócratas en el mundo nunca han tenido dudas de asumir el poder, con cualquier gobierno, porque para ello nacieron y en sólo en eso sueñan. El poder y el gobierno les sirven para sentirse superiores sobre los demás, para obtener prestigio y dinero. Aunque obviamente no sólo me refiero a los que representan poderes políticos, sino también a los poderes económicos, académicos, culturales, sociales. Aunque en sus inicios digan que quieren el poder para servir a los demás, la realidad es que al final terminan sirviéndose. Y lo terrible es que el 99 por ciento de los políticos y ciudadanos, al ser parte de la sociedad capitalista individualista y atracadora, piensa de la misma manera: el beneficio personal por encima de todo. Pero esto no es catastrófico, porque en una sociedad colectivista los seres humanos serán otra cosa radicalmente distinta. No es un mal humano, sino una realidad social.

6. Los perredista en los gobiernos de Guerrero, Chiapas, Zacatecas, Michoacán, DF, no son corruptos, sólo son producto de una sociedad capitalista y de su sistema político. Si los diputados del PRI y del PAN reciben como salarios y compensaciones 300 mil pesos al mes. ¿Por qué los perredistas deben rechazarlo? Si los gobernadores del PAN y del PRI hacen jugosos negocios con los empresarios y el presupuesto publico, ¿por qué los del PRD no deben hacerlo? Si los del PRI y el PAN meten a sus familiares y amigos en el gobierno y en los negocios, ¿Por qué los del PRD no pueden hacerlo? La única diferencia es que los del PRI y del PAN reconocen que son parte de la clase dominante, que batallan a favor del sistema capitalista y lo dicen abiertamente. Los sedicentes de izquierda dicen luchar por el pueblo pobre y explotado y hacen exactamente lo mismo que los del PRI y del PAN. ¿A quién quieren engañar?

7. En México el PRD se ha ganado a pulso ser igual que el PRI y el PAN; se ha convertido en más de lo mismo. Sin embargo todavía queda, según opinión de muchos, la corriente lópezobradorista que al parecer ha estado avanzando hacia un proceso de mayor radicalización. No sabemos en qué momento demuestre a sus seguidores –que son millones- que el camino electoral sólo está reservado para quienes están al servicio de los empresarios, del clero y del gobierno norteamericano. Que no se olvide que hasta el burgués Madero, que jamás creyó en la vía armada y violenta, se vio obligado a llamar al levantamiento revolucionario en noviembre de 1910. ¿Qué tal si surgen de “la nada” movimientos y personajes espontáneos como los de Zapata y Villa que encabezaron ejércitos insurgentes? Por eso los yanquis cuentan con más de 10 mil efectivos en las embajadas y cuarteles militares de México espiando y dispuestos a sofocar cualquier movimiento en nombre de la lucha antiterrorista.

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Pedro Echeverría V.


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