2. Denuncian los “secuestradores”: El Jefe Diego es otro nudo por donde atraviesan múltiples historias turbias. Ahora conocemos de cierto los modos de los trabajos y oficios con los que se maneja, las personas con las que trata y algunas de las que han sido sus más logradas empresas. Con nada que ocultar la mafia ha sido enumerada en las cartas elaboradas y dirigidas por el propio Diego a sus benefactores, reclamándoles apoyo económico en correspondencia a su lealtad y a sus servicios: Carlos Salinas de Gortari, Carlos Slim, Roberto Hernández, Alfredo Harp, Alberto Bailleres, Claudio X González, Lorenzo Servitje, Lorenzo Zambrano, Emilio Azcárraga, Ricardo Salinas Pliego, Bernardo Quintana, Ignacio Loyola, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa, Juan Sandoval, Onésimo Cepeda, Norberto Rivera, Roberto Madrazo, Jorge Hank Ronh, Santiago Creel, Enrique Peña Nieto, Carlos Romero Dechamps, Elba Esther Gordillo.
3. ¿Cómo no homenajear “al Jefe”, y hasta rendirle pleitesía, si durante años su “bufete” y equipo de abogados del PAN ha sido el más poderoso defensor de empresarios, políticos corruptos y narcotraficantes? Con esa denuncia hecha por los “secuestradores” a personajes se observan “diversas relaciones entre empresarios, políticos, la Iglesia, el narcotráfico, las redes de crimen organizado, el ejército, los grupos paramilitares, las televisoras, etc. Estas relaciones están regidas por entendidos más allá de la legalidad, por dentro y fuera de toda apariencia de normatividad; son feudos de una maraña de poderes en pugna y con el control del país”. Pero una gran pregunta: ¿Qué tal si “Los misteriosos desaparecedores” no existen, si el documento fue redactado por inteligentes exizquierdistas y si el “secuestro” sólo fue una maravillosa estrategia política de Calderón para hacer al “Jefe Diego” candidato presidencial?
4. La historia del capitalismo está llena de engaños, trampas, golpes bajos y demás abusos contra los trabajadores, los pobres y miserables. Y quienes mejor se han desenvuelto entre toda esa suciedad han sido los políticos y los empresarios. Para triunfar hay que estar dotado de todas las mañas que ha creado el sistema, sin pensar en ningún instante en la justicia y la igualdad. No es cierta la divisa cristiana de “que al final siempre triunfa la justicia”, porque habría que preguntar si el final llegará cuando todos estemos muertos y si la justicia es que todo continúe igual. Por eso, a pesar del importante documento publicado ayer, han surgido muchas dudas acerca de la existencia real de sus autores. ¿Con qué argumentos que no sean inventados y urdidos podrá demostrar el gobierno y sus asesores que Cevallos fue secuestrado y no fue un “secuestro” del mismo gobierno?
5. Yo pensé que el delincuente Fernández de Cevallos aparecería todo madreado, enfermo, arrepentido de realizar tantos robos y engaños y silencioso; pero es todo lo contrario: aparece manejando su lujoso coche último modelo, muy bien alineado el cabello y las barbas, soltando declaraciones como ametralladora, diciendo que no ha pasado nada y que continuará por el mismo camino, es decir, robando, defraudando y dando gracias a dios y a la virgen. El documento que tanto me entusiasmó ayer por las concepciones ideológicas y políticas que usa, hoy me ha hecho repensar poniendo en duda la existencia de “Los misteriosos desaparecedores” porque un documento como el que presentan lo pudo haber escrito un inteligente izquierdista al servicio del Estado. Y dado que en México la burguesía del PRI y del PAN ha demostrado a través de la historia su enorme capacidad para engañar y mediatizar, pudo haber sido el “secuestro” un gran invento.
6. Aunque extremadamente difícil por todo el bloqueo de los medios de información y por el cuasi Estado de sitio que se vive en México desde que se inició el sexenio calderonista, son “los misteriosos desaparecedores” quienes ahora tienen que dar muestras de su existencia como luchadores sociales que han hecho un llamado a la rebelión. ¿Pero cómo? El gobierno, apoyado totalmente por los medios, lo puede hacer fácilmente presentado como aprehendidos a falsos personajes –que sirvan de “chivos expiatorios” bien pagados- para continuar con la farsa. Puede el gobierno inventar lo que quiera y lo que haga será difundido para engañar a la población y ésta, sin la capacidad suficiente para discernir, creer lo que la burguesía quiere. ¿Cómo sabemos que existen el EZLN, el EPR y decenas de grupos armados que hay en el país? Los conocemos a través del tiempo.
7. En tanto los “misteriosos” no den señal de vida realizando otras acciones contundentes y obligando a los medios a publicarles más manifiestos, la duda sobre su existencia seguirá y la convicción de los analistas serios, pensando en que fue un autosecuestro, se fortalecerá. Y si son auténticos revolucionarios “los misteriosos” quizá deberían de reconocer que en lugar de fortalecer las luchas sociales de los trabajadores con el secuestro del político corrupto Cevallos, su liberación en este momento y en estas condiciones, fue contraproducente a pesar de los millones de dólares. Pero en estas semanas -si el secuestro fue real- lo mejor para los “misteriosos” es desaparecer porque policías y ejército –mexicano y yanqui- se movilizarán para asesinarlos. Esperemos los próximos días para saber lo que sucedió: secuestro revolucionario o autosecuestro planeado por la clase gobernante con fines políticos inconfesables.