De optarse por la creación de un nuevo Estado, el mapa de África y
las relaciones interafricanas se modificarían, así como la geopolítica
de la región podría tener cambios sustanciales en el corto plazo,
mientras que a mediano y largo plazo el efecto de dominó sobre otras
regiones africanas con problemas parecidos podría tener mayor o menor
fuerza según el devenir de ese nuevo Estado.
El referendo es consecuencia directa e inmediata de la llamada Segunda
Guerra Civil Sudanesa que culminó con el Acuerdo de Naivasha, ciudad
de Kenya cercana a la frontera con Sudán, firmado el 9 de enero de
2005 entre el gobierno de Omar Al-Bashir y el Movimiento de Liberación
del Pueblo de Sudán dirigido por Salva Kiir Mayardit, brazo político
del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (ELPS).
A partir de ese acuerdo, el gobierno de Bashir permitió la autonomía
de Sudán del Sur, donde diez años después, en marzo del 2010, se
realizaron nuevas elecciones y salió reelecto Salva Kiir quien ya había
ganado las anteriores elecciones de agosto del 2005.
El ELPS fue fundado en 1983 por John Garang y Salva Kiir, entre otros,
para enfrentar al entonces gobierno central de Gaffar el Numeiry y mantuvo
su acción rebelde hasta la muerte de Garang en julio del 2005, lo que
dio paso al Acuerdo de Naivasha con el actual presidente Bashir que
también ha sido reelecto, la última vez en abril del 2010, con más
del 64% de los votos.
En esa ocasión declaró Al-Bashir: "Confirmo que haremos
el referéndum en Sudán del Sur en la fecha exacta y que seguiremos
trabajando por la paz en Darfur" (1).
Las dos guerras civiles sudanesas tienen sus raíces más profundas
en las contradicciones generadas por la expoliación a que fue sometida
la región y toda África por parte de las potencias colonialistas europeas
y sus empresas y de la penetración de las transnacionales estadounidenses,
con intereses globales, en todo el norte del continente y el Medio Oriente
a partir del Congreso de Berlín de 1885, y sobre todo después de la
2da Guerra Mundial en 1945.
Nunca antes la región había experimentado guerras tan crueles, donde
los niños formaron parte de los ejércitos combatientes y batallas
tan sangrientas contra las familias como las guerras civiles sudanesas.
Durante siglos, antes de la llegada de los invasores europeos, se produjo
una mezcla natural entre las poblaciones nilóticas, árabes y las bantúes
provenientes del sur africano. Juntas fueron formando ciudades Estados
y hasta imperios como el de Egipto, o el de Kush o Nubia, y siglos después
el gran Reino de Axum con impacto más allá del Mar Rojo o Golfo Arábigo.
Incluso, el primer tratado internacional escrito que recoge la historia
de la diplomacia proviene del siglo XIII a.c. en esas regiones, cuando
el rey de los Hititas (hoy Turquía) firmó con el faraón egipcio Ramsés
un acuerdo de paz al concluir la batalla de Qadesh (hoy Líbano), en
territorio fronterizo con el imperio egipcio.
En Sudán del Sur se encuentran las principales explotaciones petroleras
de Sudán y las mayores reservas probadas. Por ello, el Acuerdo de Naivasha
establece entre las partes una distribución correspondiente de las
utilidades provenientes del petróleo, lo cual fue una de las condiciones
principales del convenio firmado. Otra condición de aquel acuerdo en
Kenya se refiere a la permanencia de la autonomía para el Sudán del
Sur y a la formación de un sólo ejército para la región que llegaría
a tener más de 39 mil efectivos, en caso de que la población votante
opte por no independizarse de la República de Sudán.
Fue precisamente el referendo actual otro de los acuerdos de Naivasha,
así como la creación de una Constitución propia para la región
que fue aprobada en diciembre de ese mismo año 2005 y la formación
de un gobierno de unidad nacional.
Este jueves 6 de enero el secretario General de ONU, Ban Ki-moon, tuvo
palabras de elogio para las autoridades de Sudán, tanto del norte como
del sur, en razón de la buena marcha de los preparativos del referendo,
al destacar “el liderazgo, sabiduría y esfuerzos concertados"
de los gobernantes sudaneses para la realización del referendo (2).
El secretario General de la ONU reconoció el rol desempeñado
por diversos actores externos y por las misiones de observación durante
la preparación del referendo, y reiteró el respaldo del organismo
multilateral a la ejecución total de los acuerdos de Naivasha.
De aprobarse el referendo, Sudán dejará de ser el país africano
de mayor extensión territorial; la República Centroafricana al suroeste
y Etiopía al sureste comenzarían a tener fronteras con los dos sudanes
mientras que al sur, Uganda, Kenya y la República Democrática del
Congo dejarían de tener fronteras con Sudán para sólo tener con Sudán
del Sur que se convierte en el Estado 55 del continente africano y uno
más sin costas al mar.
(1) Reporte de la Agencia de prensa
AFP, citada por el portal del Nuevo Diario de Nicaragua.