2. El gobierno yanqui ha mantenido totalmente dominados a los gobiernos del Perú, por lo menos desde que Juan Velazco Alvarado, el general de centro izquierda, fue derrocado en 1975 después de instrumentar un gobierno revolucionario que realizó una gran reforma agraria, nacionalizó la minería y el petróleo, mediante aquella consigna: “El patrón no comerá más de tu pobreza”. En los años ochenta, en medio de una crisis económica y social, surgió del APRA el primer gobierno de Alan García (1985-90) que condujo al país a tremenda crisis económica, social y política; pero también los aparecieron los movimientos guerrilleros de Sendero Luminoso y de Tupac Amaru que llamaron a la instauración de un nuevo Estado socialista. Los orígenes de estos guerrilleros se pueden encontrar en la guerrilla de los años sesenta de De la Puente Uceda. Esas condiciones desastrosas de crisis prepararon las condiciones para el arribo de Fujimori.
3. Al iniciarse la década de los noventa asumió el gobierno Alberto Fujimori quien, en 1992, se dio un autogolpe de Estado y convocó una Asamblea Constituyente para instalar una dictadura totalmente neoliberal y privatizadora. Fue reelegido por primera vez, pero después de la segunda reelección, en 2000 fue acusado de desfalcar y tuvo que huir y exiliarse. Al siguiente año fue electo y asumió entonces el gobierno Alejandro Toledo quien a pesar de sus rasgos indígenas no tuvo el menor brillo por seguir la política neoliberal de Fujimori entregada a los intereses yanquis. En 2006 le entregó el gobierno a Alan García, electo para una segunda Presidencia 21 años después. Ninguno de los cuatro últimos gobiernos pudo escapar del dominio de EEUU que los ha mantenido atados de pies y manos, pero el pueblo peruano se ha mantenido en lucha. Los gobiernos yanquis desde Gerald Ford (1974-77) hasta el de Obama han mantenido durante los últimos 35 totalmente sojuzgados a los gobiernos peruanos.
4. Perú, como bien se sabe, es el quinto país más poblado de América Latina, sólo después de Brasil, México, Colombia y Argentina, pero arriba de Venezuela. Es un país minero y la minería viene a ser el cuarto sector en importancia en la estructura del PBI peruano.[ ]La exportación de mineral metálico constituye el 66% del PBI nacional, que representa el 56% de las divisas por concepto de exportaciones y también el 15% de la inversión extranjera directa. La nueva tendencia exportadora del Perú –se informa- se está extendiendo a rubros tan disímiles como heladería, embarcaciones de lujo, maquinarias de la industria de alimentos, muebles, bebidas gaseosas, vestimenta y moda, computadoras, software, perfumes y joyería, según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo. El gobierno ha creado la Comisión Nacional de Productos Bandera (COPROBA), con el fin de lograr una oferta exportable y consolidar su presencia en mercados internacionales.
5. En primer lugar, el modelo económico neoliberal que se aplica en Perú es privatizador. Ha provocado el cierre de pequeñas y medianas empresas industriales sacrificando los objetivos de empleo e ingresos y acentuando la dependencia de importaciones y del capital extranjero El estilo y patrón de acumulación que lo acompaña no favorece el desarrollo interno. El modelo económico neoliberal alentó la dependencia del sistema bancario doméstico del capital extranjero de corto plazo, provocando que el financiamiento del crecimiento se hiciera depender de los capitales extranjeros. La política macroeconómica aumentó los costos industriales de producción al encarecer el crédito y atrasar el tipo de cambio de manera espectacular.
Por último, el modelo económico neoliberal ha empeorado la calidad de vida de la inmensa mayoría de la población. No han aumentado sostenidamente los puestos de trabajo ni ha mejorado la calidad del empleo, tampoco han aumentado los ingresos.
6. Quien visita la bella ciudad de Lima podrá encontrarla muy limpia, bien ordenada, sin movilizaciones políticas importantes, aunque hayan pequeñas reuniones de discusión política en las plazas. La realidad es que en sus universidades hay mucha calma porque parece que las leyes terriblemente amenazantes dictadas por Fujimori siguen intimidando a los jóvenes y la mayoría de los ciudadanos. La ciudad parece estar muy controlada por la policía y el ejército que imponen temor. Sin embargo el campo es otra cosa: los indígenas y campesinos de manera permanente realizan protestas, bloqueos, tomas de tierra, para responder ante las condiciones de pobreza y miseria en que viven. Los peruanos de Lima, la ciudad capital, me parecen muy respetuosos de las leyes y muy pacíficos; a tal grado que me llamó mucho la atención que redactan documentos, plantean demandas, recogen firmas y le dan una enorme validez a esos documentos que entregan. En México eso de documentos con firma sólo sirven para arrojarlos a la basura.
7. Las cárceles están llenas de presos políticos, esencialmente de guerrilleros; sin embargo parece que las elecciones presidenciales del domingo 10 abril serán pacíficas. Si Ollanta Humala, el candidato perdedor de 2006, obtiene la Presidencia, probablemente haya cambios importantes que reformarán al Perú para prepararlo para otro gobierno que camine por un camino progresista. Pero no puede adelantarse nada porque en la últimas década muy poco se ha escuchado de batallas importantes en ese país. No debe olvidarse que Perú, como Colombia, Costa Rica y México, han estado muy supeditados a las políticas de los EEUU. Deseo equivocarme y que, por el contrario, el pueblo peruano aproveche la coyuntura electoral para que sus luchas por la justicia y igualdad se extiendan y profundicen. Nunca he tenido confianza en los procesos electorales en México y, al parecer tampoco pienso que en Perú las elecciones puedan provocar transformaciones importantes. Pero veamos lo que sucede.