Puerto Rico no solo es un pueblo sino que su desarrollo histórico lo define como una Nación que forma parte integrante e inseparable de América Latina y el Caribe, pero que se encuentra sometida a una situación colonial por los Estados Unidos de América, desde el mismo momento en que este naciente Estado imperialista, suplantando al decrépito imperio español, ocupó a finales del siglo XIX su territorio y le ha venido imponiendo sus leyes y autoridades, sin existir una razón o título legítimo en que pueda sustentar tal dominio, que no sea la imposición de la fuerza, el apoyo de una parte de élite política y la asimilación y dispersión de los borincanos, al punto de que muchos de ellos consideren como un hecho necesario e irreversible tan indigna condición colonial.
Pero además, Puerto Rico desde 1952 es un "Estado", que jurídicamente mantiene una relación con los Estados Unidos de América bajo la denominación de “Estado Libre Asociado”, en la que, aunque la potencia colonial condiciona el ejercicio pleno de la soberanía nacional y popular de la Nación Puertoriqueña y la niegue su presencia internacional, se ha tenido que reconocer que su territorio no forma parte de los Estados Unidos y que se rige por una "Constitución", con todos los atributos formales de un Estado Republicano clásico, con un sistema político democrática liberal, similar al existente en otras repúblicas de América Latina y, en donde la doctrina y la jurisprudencia interna, decisiones judiciales de la potencia ocupante y la sostenidas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y de Comité de Descolonización de esa organización universal, han reconocido el Derecho Soberano del pueblo de Puerto Rico de modificar el “status quo” impuesto por los Estados Unidos, por más de cien años.
Confirma tales hechos su condición de país miembro del movimiento Olímpico Internacional y de sus federaciones internacionales y el status de Miembro Observador que le fue otorgado por el Movimiento de Países No Alineados.
Sin pretender construir paralelismos odiosos con las situaciones históricas de otros pueblos de la región, la situación colonial de la Nación Portoriqueña es, desde el punto de vista jurídico (más no político) muy parecidas a algunos Estados Insulares del Caribe, a quienes el imperio inglés también les impuso constituciones donde se reconocía amplia autonomía y soberanía política, pero sujetando su presente y su futuro, a la soberanía del Monarca del Reino Unido de la Gran Bretaña, Gales e Irlanda del Norte.
Tales Estados Nacionales del Caribe Oriental son Miembros Plenos de organizaciones internacionales como la ONU, OEA, CARICOM, OECO y del Movimiento de los Países No Alineados y han suscrito la Declaración de Cancún, México, de febrero 2010, mediante la cual se ha convocado a crear la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe.
En tales circunstancia, tomando en cuenta que Puerto Rico es un 'Estado" distinto a los Estados Unidos y a los "Estados" que lo integran, reconocido incluso, por la misma potencia ocupante en el “Convenio de Asociación” y en la “Constitución” que se le impuso y que, en la Cumbre Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe, CEALC, que se creará el 5 de julio de 2011 en Caracas, deberían estar presente todos los Estados de la región; pareciera razonable y comprensible, insisto, que se considerara invitar a esa Cumbre, a una Delegación del Estado de Puerto Rico, asignándole el status que los Estados participantes estimen conveniente otorgar y, de esa manera, hacer un acto de Justicia histórica e iniciar el proceso de incorporación plena del pueblo, la Nación el Estado Puertoriqueño al proceso de integración y unificación de los pueblos y Estados de América Latina y el Caribe .
Solo queda por desear que las fuerzas No Anexionistas y patrióticas del Estado de Puerto Rico, rompan los diques que los distancian y asuman con inteligencia, dignidad y valentía esta extraordinaria coyuntura histórica de crisis del imperialismo y de avances de las fuerzas democráticas y progresistas de América Latina y el Caribe, presentando ante los gobiernos de América Latina y el Caribe un Programa de Unidad Nacional en Defensa de la Nación y el reconocimiento del Estado de Puerto Rico como realidad transitoria pero irreversible de Soberanía e Independencia hacia objetivo histórico de la fundación de la República de Puerto Rico; sueño sagrado de Hostos, Alvizu Campo, Lolita Lebron, Filiberto Ojeda y de todos los patriotas y las patriotas que han consagrado sus vida a la Libertad de su pueblo.
yoelpmarcano@yahoo.com