Como pliego de denuncias el listado de quejas responde a realidades incontrovertibles (ya expuestas) y es claro que la alta jerarquía católica -esencialmente conservadora y contemporizadora con el sistema de denominación (oligarquía, gran capital, presidentes, legisladores, jefes militares y policiales, y gobiernos de turno)- se decide hacerlo porque percibe el enorme descrédito del gobierno y capta que la sociedad comienza a reaccionar en su contra.
Es una manera de diferenciarse de lo que ella misma ha apoyado y tolerado durante años. De diferenciarse, pero solo en términos retóricos.
Y digo “solo en términos retórico”, porque no veo a estos Obispos separándose de la oligarquía, del imperialismo expoliador, de las cúpulas del PRD, PLD…
No los veo acompañar al pueblo en su lucha y enfrentar las elites y mafias sociales y políticas. Más bien veo al Cardenal, a Arnaíz, Agripino…demasiados comprometidos con los intereses dominantes, siempre arreglándoles sus entuertos a los de arriba y apañando su capitalismo empobrecedor y depredador.
Hablan de los males y no de sus causas y agentes esenciales, y se que no las ignoran porque siempre las han compartido.
¿Con qué derecho?
Con el que nos han usurpado 16 familias súper ricas, presidentes y políticos corruptos, corporaciones extranjeras, mafias estatales articuladas a los cárteles de la droga; legisladores, fiscales y jueces perversos.
Con el “derecho” que se abroga Leonel para empobrecer este pueblo y enriquecer su claque, que no es diferente al que quieren ejercer Miguel Vargas, Hipólito Mejía y otros candidatos y candidaticos.
Con el “derecho” asumido por los peores jerarcas católicos, perseguidores de la teología de la liberación y del cristianismo revolucionario.
En verdad se necesita más que una pose para limpiar sus culpas: una autocrítica sincera, una actitud de lucha y una clara militancia en la opción por los pobres, por la nueva institucionalidad, la democracia participativa y el poder del pueblo.
narcisoisaconde@gmail.com