Este artículo está hecho para que el pueblo de a pie no se deje engañar por eruditos que hablan bonito, con palabras técnicas y gráficos con tendencias legitimando lo que las elites quieren que pensemos moldeando nuestro futuro a su conveniencia y de paso haciéndonos creer que ese mismo pueblo es el culpable de lo que ocurre en el mundo.
El título aunque grotesco permite vivenciar en lo cotidiano lo que sucede en los mercados cuando pasamos un susto transitorio. A quién no le ha pasado que al caminar distraído se acerca a una quinta (casa de clase media) y de la nada surge un poderoso ladrar de un perro dejándonos en shock y las piernas temblorosas por tamaño susto.
Este susto, impresión o sobresalto en economía busca generar un clima de temor provocando un estado de no racionalidad. Desde el punto de vista clínico sería el síndrome de sobresalto potenciado por el miedo (SPM). Trump es un audaz negociador y hoy asusta al mercado, a un patio trasero como el gobierno de Panamá para sus propios intereses por ejemplo.
El efecto perro de quinta es asustar, crear pánico, generar una perturbación financiera; es generar un clima de temor y dependencia a quien le ladra y asusta. Esa es su tarea para las elites. Ganar tiempo y espacio de maniobra.
Crear efectos de nerviosismo permite continuar viendo oportunidades en un contexto global de naciente multilateralismo.
Imponer aranceles altos es un bastión que a corto plazo es efectivo pero que rompe con su libre mercado. Eso no les importa porque hay objetivos inmediatos encubiertos que cumplir, generar caídas en la bolsa para recomprar los bonos de la inmensa deuda norteamericana con nueva impresión y nueva emisión porque dichas acciones y bonos van a la baja. Gana la casa.
El tiburón se sigue comiendo a la sardina que logran separar del cardumen. El efecto perro de quinta logra su objetivo se crea un mecanismo de control especulativo, con imposición monopólica financiera y caerán quienes se asustan con dichos ladridos.
Asimismo, estos ladridos de Trump cumplen otra tarea mediática en tiempos de navidad silenciando el genocidio palestino donde nació Cristo Jesús. También silenciando la derrota militar en Ucrania y desviando la atención de Siria donde usaron mercenarios de Al Qaeda para sus propósitos generando una mediática desfavorable a lo interno del pueblo norteamericano donde se preguntan: ¿Cómo es eso que los terroristas que combatimos ahora están de nuestro lado?
Así es el efecto perro de quinta en economía, en control social y en especulacion financiera. Nosotros los venezolanos ya conocemos a Trump, ya conocemos sus tácticas, sus bajezas para con nuestro pueblo. Hemos sentido el yugo de sus sanciones y amenazas. Pero él sabe que también pasó por la casa blanca sin conseguir derrotar a la revolución y un pueblo ahora más consciente, mejor adaptado a un mundo en constante transformación y más hermanados entre pueblos que despiertan del aullido unipolar en constante decadencia.
David Vivas