Aunque la idea de establecer un tribunal similar al Tribunal de Núremberg para juzgar crímenes relacionados con el terrorismo es un tema complejo, creo que es necesario pensarlo y establecerlo dada la campaña continua, sistemática, indetenible que todos los actores derechistas y fascistas mantienen contra la integridad del Estado venezolano y por lo tanto contra su población y modo de vida. Hay que recordar que el Tribunal de Núremberg fue establecido después de la Segunda Guerra Mundial para juzgar a los líderes nazis por crímenes de lesa humanidad, genocidio y crímenes de guerra, crímenes similares a los que la derecha venezolana, también fascista como los nazis, han traído a nuestro país.
En el caso del terrorismo, existen dificultades debido a la indeterminación y naturaleza difusa que imprime su principal difusor como es Estados Unidos para evitar ser señalado como el responsable del mismo. Debido a esto aunque se han establecido tribunales especiales para juzgar crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en situaciones específicas impulsadas por Estados Unidos, como el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia y el Tribunal Penal Internacional para Ruanda, aún no existe un tribunal internacional dedicado exclusivamente al terrorismo. En este caso sería para la jurisdicción venezolana.
En el caso de Venezuela establecer un tribunal similar al de Núremberg para juzgar los crímenes relacionados con el terrorismo tiene un gran significado y se inscribiría entre las reformas al Estado y en particular a la administración de justicia que se ha iniciado con la creación de la instancia de los jueces de paz. Como es sabido este nivel de justicia está dirigido hacia los conflictos de nivel personal, cara a cara, que se presentan regularmente en las comunidades y según creo está en pleno proceso de creación, siendo necesario complementarlo con medidas adicionales que lo perfilen y lo complementen.
La idea de establecer un tribunal comparable al Tribunal de Núremberg para juzgar crímenes relacionados con el terrorismo plantea tanto oposiciones como beneficios en la lucha contra esta amenaza que tanta desgracia ha traído al país, por encontrarse con instancias juridiciales que no están conformadas para todas las vicisitudes que la lucha contra el imperialismo global conlleva.
Este símil al tribunal de Núremberg se ocuparía de los crímenes mayores, de los grandes delitos, contra la patria, contra el venezolano, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, y que atenten contra la supervivencia del mismo estado y de nuestro país, tal como lo conocemos, y que han sido ampliamente cometidos por la derecha nacional, siguiendo los lineamientos de la derecha norteamericana.
Sería un tribunal permanente, las 24 horas, que despacharía en estas situaciones de emergencia en las cuales vivimos y que mantiene en ascuas a la población venezolana, tanto la adepta como la opositora al gobierno, que también quiere paz.
Contribuiría a poner en cintura los que quieren atacar a lo interno atacar al país, sus instituciones y sus representantes, proponiendo leyes, normas, reglamentos, de los cuales carecemos en la tipificación de estos delitos y su consiguiente enjuiciamiento.
También podría ayudar a responsabilizar a los individuos y grupos responsables de cometer actos de terrorismo y todos los señalados arriba. Puede contribuir a legislar y decidir sobre la rendición de cuentas, aspecto fundamental para prevenir la impunidad y fomentar un clima de justicia ya que se han encontrado altos funcionarios implicados en estos crímenes.
Un tribunal como el de Núremberg contra el terrorismo, sus aliados y manifestaciones, tendría una actividad preventiva, dotaría a los organismos ejecutores de nuevas y más armas jurídicas, y contribuiría a disuadir a los potenciales perpetradores al manifestarse con claridad que los crímenes terroristas y contra la Patria serán investigados y castigados de manera efectiva.
Se brindaría a las víctimas de actos terroristas la oportunidad de buscar justicia y reparación por los daños sufridos, lo que contribuiría a su proceso de sanación y recuperación.
Por ello creo que de establecer en Venezuela nuestro "Núremberg contra el terrorismo", se obtendrían importantes beneficios en la lucha contra esta amenaza en el país y crearía precedentes legales para promover la responsabilidad, la prevención, el establecimiento de estándares y de justicia para las víctimas.
