Hannah Arendt (I)

"El antisemitismo (no simplemente el odio a los judíos), el imperialismo (no simplemente la conquista) y el totalitarismo (no simplemente la dictadura), uno tras otro, uno más brutalmente que otro, han demostrado que la dignidad humana precisa de una nueva salvaguardia que sólo puede ser hallada en un nuevo principio político, en una nueva ley en la Tierra, cuya validez debe alcanzar esta vez a toda la Humanidad y cuyo poder deberá estar estrictamente limitado, enraizado y controlado por entidades territoriales nuevamente definidas."

Hannah Arendt

- "¿el totalitarismo es un ethos cultural? Sí, también es un ethos. No es sólo una práctica estatal, sino una forma cultural. Esto explica la complicidad anónima y complaciente de los grupos con el régimen del terror. Claro, se necesita un ethos cultural para darle cabida al totalitarismo, y él, en sí, genera su propia condición de ethos cultural"

Cristina Sánchez Muñoz

"Podemos imaginar fácilmente qué podría haberle ocurrido si la hubiera interrogado un oficial alemán menos compasivo, si no se hubiera escapado del campo de Gurs, si no hubiese conseguido una visa para ingresar en los Estados Unidos, o si la hubieran mandado de vuelta a la frontera española (como le sucedió a su amigo Walter Benjamín). Estas contingencias significaron la diferencia entre la vida y la muerte"

Richard Bernstein

"Sin duda, una de las grandes virtudes del pensamiento de Hannah Arendt es su capacidad para pensar lo nuevo, aquello que no puede ser reducido a precedentes ni a analogías previas. El resultado, como sabemos, es una visión sobre los males que acechan a la pluralidad humana como condición misma de la política, definida como la «irreductible singularidad de seres únicos»"

Cristina Sánchez Muñoz

El 14 de octubre de 2024 se cumplieron 118 años del nacimiento de Hannah Arendt (1906-1975) y el 4 de diciembre de 2024 se cumplieron 49 años de su fallecimiento.Hannah Arendt, filósofa y teórica política judía, alemana por nacimiento y naturalizada estadounidense, es hoy ampliamente conocida por su vasta obra y legado en cuanto a temas relacionados con la violencia, la política, el autoritarismo, el mal, la libertad, la revolución, entre otros. La figura de Hannah Arendt es un referente ineludible del pensamiento de nuestra época. Su esfuerzo por comprender la gran ruptura con la tradición que caracteriza a la modernidad constituye una aportación crucial para entender un siglo XX marcado por el "hombre masa" y el totalitarismo exterminador. Junto a la comprensión de la brecha con el pasado, Hannah Arendt también propuso un camino para el futuro: recuperar "el espacio de la política", y la capacidad de pensar y juzgar para poder rescatar del envilecimiento "el mundo", es decir, "el sitio en el que vivo y que debe tener una cara decente".

a) Breve reseña biográfica

Hannah Arendt nació en 1906 en Linden, cerca de Hannover, en el seno de una familia de judíos reformados. En Paris, donde residió durante nueve años, aprendió hebreo; trabajó como secretaria en una organización que ayudaba a jóvenes judíos a emigrar a Palestina; y estuvo en la Aliyab de los jóvenes como secretaria general de la oficina de París. Se casó en enero de 1940 con Heinrich Blücher. En mayo, Hannah Arendt fue encerrada en el Velódromo de Invierno; más tarde la enviaron al campo de Gurs. En el curso del verano huyó y. tras el encuentro con su marido, partieron juntos a Nueva York. Al año siguiente de su llegada (mayo de 1941), se enteraron de la existencia de los campos de exterminio y de la partida a Auschwitz de los internados de Gurs.

En una carta del 4 de marzo de 1951, dirigida a Karl Jaspers, confiesa: Personalmente, yo me defiendo bien o mal (y en realidad más bien que mal) con una especie de confianza (¿infantil?, ya que jamás he puesto en duda) en Dios (a diferencia de la fe, que cree saber siempre, que por ello cae en la duda y las paradojas). [..] Ya ninguna religión tradicional como tal, la judía o la cristiana. me dice nada. [...] El mal ha demostrado ser más radical de lo que se preveía. [...] El peor mal o el mal absoluto ya no tiene nada que ver con los temas del pecado que pueden comprender los hombres.

No obstante, Hannah Arendt no dejará de sentir un apasionado amor por el mundo y por el ser humano: "Nada hay más grande que ser verdaderamente humano". Según Hannah Arendt Juan XXIII -de quien admiraba su pasión por la actualidad y su eudaimonía- habría pronunciado "sus más grandes palabras" en el lecho de muerte: "Cualquier día es bueno para nacer, cualquier día es bueno para morir". La vitalista Hannah supo ver el buen ánimo que irradiaba el Papa Bueno. Y es que la bondad y la felicidad se dan la mano; la felicidad y el verdadero sentido -el para qué- de nuestra vida, también.

Hannah Arendt no cesó de intervenir desde la teoría y desde la praxis en los problemas de su tiempo, considerando siempre prioritaria la urgencia de la actualidad. La realidad no le dejaba indiferente.

La realidad le interpela: no puede quedarse en la superficie. De ella extrae su significación esencial, articula su sentido, pues inscribe su pasión existencial (pensar, comprender) bajo las categorías de la philosophia perennis. Hannah Arendt muestra gran cuidado en pensar filosóficamente, de modo que cada experiencia singular surgida de la actualidad le lleva a un esfuerzo de análisis, según los conceptos fundamentales elaborados a lo largo de veinticinco siglos de filosofía.

Por otra parte, su denuncia del mal y la llamada urgente a salvaguardar la dignidad humana nos hacen recordar, una y otra vez, la voz de los profetas del gran pueblo al que ella pertenecía -como algo dado, igual que ser mujer. En una de sus cartas, expresaba la gratitud fundamental por todo aquello que es como es, por todo lo que ha sido dado y no ha sido, no podría ser hecho.

El 4 de diciembre de 1975, Hannah Arendt murió a los 69 años de edad. La muerte forma parte de la vida, de la vida entendida como don, de la vida que no puede hacerse, sólo recibirse con una gozosa gratitud. La vida que se acoge graciosamente, se vive como un tiempo de gracia, se derrama gota a gota y luego se acaba de entregar. Por eso, sin apegarse a ella, cualquier momento es bueno para entrar y cualquier momento es bueno para partir.

b) La defensa de la dignidad humana en sus escritos

El 28 de noviembre de 1928 Hannah Arendt defendió su tesis, El concepto del amor en Agustín, apadrinada por K. Jaspers. El tema de la vida a través del tema del amor estructura este trabajo inaugural, que le va a facilitar la utilización de ideas cristianas en su futura obra como politóloga. Julia Kristeva estima que nadie en la modernidad había reflexionado como ella sobre el nacimiento, a partir de la lectura de San Agustín. Para Hannah, cada nacimiento es el milagro del comienzo de una historia singular, de un relato insólito. Frente al haber sido "arrojados" (geworfen sein) de Heidegger, Hannah Arendt, en línea con la tradición bíblica, evangélica y agustiniana, se adhiere al amor a la vida con su incesante canto al milagro del nacimiento.Hannah Arendt no fue madre, pero expresa admirablemente la dicha del alumbramiento de un nuevo ser al mundo. Sin embargo, gran parte de la celebridad de esta filósofa se debe al estudio de antropología política Los orígenes del totalitarismo, publicado en Nueva York en 1951. En él describe la cristalización de un mal absoluto: la convicción y la praxis consiguiente- de que existe una humanidad superflua.

Los campos de concentración son descritos como infiernos encarnados, en los que se asesina la personalidad jurídica, moral y psicológica, y donde los hombres, tratados como animales, son reducidos a cadáveres vivientes.

Hannah, frente a la lógica concentracionaria del totalitarismo, termina su obra con un alegato en favor de la singularidad humana. Afirmando con San Agustín la dignidad de cada hombre que nace, presenta, en realidad, una lectura política del cristianismo. Los derechos humanos constituyen la insuperable herencia que todos podemos compartir.

El totalitarismo genera un total desprecio por la vida humana. Según Hannah Arendt, el totalitarismo moderno -desaparecido todo fundamento trascendental de la moral- confirma que, en materia de moral, no sólo todo está permitido, sino también que todo es posible, es decir, que todo puede ser destruido.

En el nuevo mundo surgido a raíz de las innovadoras tecnologías de la información y la comunicación, el poder de decidir quién debe y quién no debe habitar la tierra tiene una nueva versión en el terrorismo más despiadado: redes internacionales ejecutan a sus víctimas en cualquier punto del planeta. La idea de que existen seres humanos superfluos, de más, no se reduce a la invisibilidad de determinadas prácticas en laboratorios y quirófanos. Es posible que nuestra propia vida pueda ser inesperadamente arrebatada en el camino, merced a una arbitraria decisión

c) La urgente actualidad de Hannah Arendt

Desde que en 1951 Hannah Arendt publicó Los orígenes del totalitarismo, ríos de tinta han corrido sobre su obra. Sus distintas publicaciones han sido objeto de controversias académicas, ideológicas e incluso, raciales. Se han hecho de ella todo tipo de interpretaciones: para muchos, reivindica un retorno imposible al paradigma de la polis griega en cuanto modelo de espacio público; para otros, se trata de una revisión de la política desde una posición conservadora; otros más, por el contrario, consideran que su pensamiento supone una apuesta por la democracia radical y una defensa de la participación directa.

La vida de Hannah Arendt es la de una pensadora que en todos sus libros más celebrados como en otros no tanto (Entre pasado y futuro, Ensayos de comprensión, Responsabilidad y Juicio, La vida del espíritu), pretende pensar su tiempo, ajustar la convivencia a cursos impredecibles y espontáneos producidos por la sola acción humana. No juega con los reduccionismos prototípicos de la filosofía occidental tendentes a huidas metafísicas o a estériles apegos a fundamentos-sin-tiempo. No en vano, ambos casos revelan miedo a habitar el mundo con sus luces y sus sombras: los otros y la accidentalidad derivada de la pluralidad social. Frente al intento de los movimientos totalitarios y de la sociedad en general de disfrazar la contingencia de fondo de naturaleza inexorable, Hannah Arendt trasladó todo el protagonismo de la vida social a la acción y a los actores reconociendo en ellos a los protagonistas de un relato, el del mundo humano, que no deja de iniciar y comenzar a cada momento.

BIBLIOGRAFIA MINIMA ESENCIAL

  • Hannah Arendt, Los orígenes del totalitarismo (Taurus)

  • Simona Forti, El totalitarismo: trayectoria de una idea limite (Herder)

  • Simona Forti, Los nuevos demonios. Repensar hoy el mal y el poder (Edhasa)

  • Simona Forti, Vida del espíritu y tiempo de la polis. Hannah Arendt: entre filosofía y politica. Barcelona: Paidós.

  • Julia Kristeva, Hannah Arendt: Life is a narrative

  • Richard Bernstein,¿Por qué leer a Hannah Arendt hoy?

  • Cristina Sánchez, Arendt: Estar (políticamente) en el mundo. 23-Batiscafo (2015)

  • Cristina Sánchez, Hannah Arendt: el espacio de la política. Madrid: Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.

  • Cristina Sánchez, Hannah Arendt: paria o ciudadana del mundo.

  • Cristina Hermida del Llano, Hannah Arendt: pensar sin barandillas sobre el totalitarismo y la banalidad del mal



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Luis Antonio Azócar Bates

Matemático y filósofo

 medida713@gmail.com

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