¿Será éste el momento largamente esperado?  

Todo parece indicar que en las calles de Egipto, Irán, Pekín y Wisconsin se están resquebrajando los pilares que sostienen el andamiaje mundial

Las movilizaciones en Madison, capital de Wisconsin, han sido convocadas por dirigentes de sindicatos nacionales y estatales. Crisis política sin precedentes en la historia moderna norteamericana. Rebelión obrera y popular que con el grito de guerra lanzado desde Wisconsin, toma fuerza en estados como Illinois, Ohio, Indiana, Pensilvania, Minnesota, Kansas, etc., etc.

Algunos han comparado las manifestaciones con las de Egipto, que provocaron la caída del presidente Hosni Mubarak tras 30 años de poder. Los manifestantes llevaban pancartas con fotos del gobernador y letreros que decían: "Hosni Walker", "Protesta como egipcio" o "Si Egipto puede tener democracia, ¿por qué Wisconsin no?

Desde un punto de vista político, Wisconsin es un estado peculiar, pues es la patria chica del senador republicano anticomunista Joseph McCarthy, pero también cuna de AFCSM, uno de los sindicatos más grandes de funcionarios públicos y enfermeras del país.

Lo que pretende la ultraderecha republicana constituye el ataque más grande contra los derechos de los trabajadores desde la ley Taft-Hartley de 1947, y de tener éxito hay planes de extenderlo a varios estados más (Ohio, Texas, Florida y otros). El resultado ha sido un paro general de docentes en todo el estado de más de siete días, que se está afirmando cada día, apoyado hasta por los bomberos, y una rebelión popular que comenzó con la toma del capitolio del estado de Wisconsin por más 40.000 personas, y que para el día viernes se sumaron a las protestas más de 70.000 docentes, bomberos, estudiantes universitarios, empleados públicos, cuyas filas crecientes han ocupado la zona durante más de una semana.

El Presidente Obama, como suelen ser  los gobernantes gringos, quiere darle un abrazo al diablo y otro al pueblo.   Recién acaba de continuar el congelamiento de sueldos de empleados del gobierno federal que empezó hace dos años como parte de los recortes para el presupuesto de 2012, “comprende que los empleados públicos necesitan hacer sacrificios como todo el mundo” para cubrir los déficit fiscales, y se demuestra “sumamente comprensivo” de la necesidad que tienen los gobiernos estatales de reducir los gastos.

Pero por otro lado dice oponerse al “asalto a los gremios” que “dificulta las paritarias”, y de hecho todos los representantes de la legislatura de Wisconsin del Partido Demócrata han negado el quórum para tratar la ley. Pero cómo la policía estatal tiene la autoridad para obligarlos a asistir a la votación en el “país de los libres”, para no hacerlo, se han fugado a un hotel cerca de la frontera del estado de Illinois, desde donde “piden más tiempo”.

De hecho, los líderes republicanos han ordenado a la policía estatal que busque a los legisladores "desaparecidos".

Empleados estatales en Wisconsin se manifestaron, por séptimo día consecutivo, en contra de una propuesta legislativa republicana para eliminar derechos sindicales, lo que ha desatado un enfrentamiento entre el gobernador Scott Walker y la Casa Blanca.

El viernes y fin de semana, las protestas se extendieron a Ohio, Indiana, Pensylvania y otros estados donde gobierna el Partido Republicano.

Las protestas arrancaron con la participación de decenas de miles de personas en el centro de Madison (capital de Wisconsin) y duraron los últimos siete días hasta trasladarse a la ciudad de Milwaukee donde, por ejemplo, están cerradas las escuelas públicas por ausencia de los maestros.

Llegado al poder con una plataforma archiconservadora, lo primero que hizo el gobernador republicano “Hosni” Walker fue recortar los derechos sindicales en el ámbito estadal. Además, anticipó un embate de mayores alcances contra el gremialismo organizado por vía legislativa.

Hace alrededor de cincuenta años, el centro norteño estado fue el primero en permitir paritarias en el sector público. Cosas como este alzamiento nunca habían sucedido, pero acaba de ocurrirle al republicano que, con ayuda del Tea Party es hoy flamante mandatario. No fue un buen comienzo y el hecho impresiona a la opinión pública norteamericana más que la ola de revueltas en Levante.

Este sábado hubo un enfrentamiento entre los sindicatos -pueblo organizado y los contra protestantes partidarios de Walker, representados por conocidas agrupaciones conservadoras como los "Tea Party Patriots" y "Americans for Prosperity", pero por aplastante mayoría se impuso el grito de guerra de la Rebelión Popular.  

Los estudiantes de la famosa Universidad de Wisconsin han formado un equipo con empleados estatales que protestan contra la intención del nuevo gobernador, el republicano Scott Walker, de eliminar su derecho a la negociación colectiva para los sindicatos de trabajadores públicos (excepto los de bomberos y policías).

Imagínense ustedes lo que propone el gobernador “Hosni” Walker… El plan de Walker incluye que el trabajador pague 30 veces más por su pensión y 12% del seguro médico en lugar de la contribución actual de 2.0%, con el fin de ahorrarle al estado 300 millones de dólares en los próximos dos años. Además, quita a los sindicatos (excepto bomberos y policías) el derecho de la negociación colectiva de otros asuntos que no sean los salarios.

Desde enero del 2011 Wisconsin tiene un gobernador republicano, Scott Walker. Walker, que era el candidato "moderado" del Partido Republicano, nada más jurar su cargo y con una mayoría sólida en la asamblea estatal, otorgó una amnistía fiscal a empresas multinacionales y estatales que costó a las arcas del estado 170 millones de dólares.

Para compensar este regalo, el gobernador Walker decidió unilateralmente suspender los derechos de negociación de todos los sindicatos de trabajadores públicos y doblar la cantidad de contribuciones que éstos hacen al fondo de pensiones. La legislación laboral estadounidense regula las relaciones de empresas privadas a nivel federal, pero delega la regulación de los empleados públicos en cada uno de los estados.

Por eso Walker cuenta con todo el poder legislativo en su mano para imponer medidas de corte draconiano que hagan literalmente imposible la continuidad de los sindicatos de trabajadores del sector público. Entre otras medias, Walker quiere forzar a los sindicatos a celebrar un plebiscito que les legitime anualmente, prohibir las deducciones automáticas de las contribuciones sindicales y restringir drásticamente los derechos de negociación de los sindicatos.

Las protestas de Wisconsin son sólo la punta del iceberg, forman parte de un ataque contra los pocos sindicatos e instituciones públicas del país que quedan en pie, perfectamente programado por la mayoría republicana tanto a nivel federal como a nivel estatal.

En el resto del país se han convocado manifestaciones de apoyo a las protestas de Wisconsin. Es pronto para decir si las protestas podrían extenderse o si se puede tratar de una reverberación de las olas revolucionarias del Norte de África (como algunos sugieren tal vez exageradamente), lo que sí está claro es que el neoliberalismo sólo puede seguir avanzando o sosteniéndose en una huida hacia adelante: exigiendo más privatizaciones dentro del sector público, aumentado la edad de jubilación, aumentando las contribuciones al fondo de pensiones, desarmando a los sindicatos para imponer recortes salariales, atacando incluso la financiación de clínicas, como Planned Parenhood, que garantizan los derechos reproductivos de las mujeres.

Bueno, parece que el candelero del Magreb y Medio Oriente toca las barbas en remojo del adormecido pueblo norteamericano…

http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=266042&Itemid=1

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