Estimados camaradas socialistas, he querido, dentro de lo posible, mantenerme alejado de la problemática que han estado viviendo los pueblos árabes en estos días, con el surgimiento de revoluciones o seudo revoluciones, de movimientos populares o pueblos llevados a movimientos, ya que primero, mi filosofía siempre ha sido que todo pueblo tiene el derecho a su propia autodeterminación, segundo, ningún gobierno por muy represivo que sea dura mucho tiempo en el poder sin el real apoyo de un amplio sector del pueblo y tercero, porque las informaciones que nos llegan vienen tan filtradas por medios de comunicación que nos han demostrado, una y otra vez, que jamás dicen la verdad, que, realmente, establecer una posición consona con nuestro pensamiento y que se apegue a la realidad, es casi imposible.
Ahora bien, con los recientes acontecimientos acaecidos en la hermana republica del norte africano de Libia, los gobiernos, entes, personeros y afines, opositores a nuestro gobierno y sobre todo, a nuestra LEGITIMA revolución, han tratado de una y mil formas de unir nuestra realidad social y política, y cuando dijo nuestra, me refiero a Venezuela, con los acontecimientos, (o mejor dicho, con las imágenes e informaciones que nos dicen los medios de comunicación “usuales”), que se han estado suscitando en estos últimos días en Libia, con una supuesta, (y dijo supuesta por falta de datos), revolución popular en contra del líder Libio Al-Gaddafi y de ahí, al tratar de involucrarnos me he sentido en la necesidad de dar mi punto de vista y mi llamado de alerta, de ahí el titulo del presente articulo.
Lo primero que debemos hacer para, realmente, tratar de acercarnos a la realidad de los acontecimientos en Libia, es entender un poco quienes son, donde viven y cual es su idiosincrasia, ya que si se quieren establecer parámetros de comparación con nosotros, esta base histórica y sociológica resulta mas que importante.
A tenor de lo anterior, lo primero que debemos decir es que Libia es un país, como ya dijimos, ubicado en el norte de África y que tiene una extensión de casi el doble de la extensión de Venezuela y que posee una población que apenas supera a la población de nuestra gran Caracas, por ende y con este dato, podemos entender que es un país muy despoblado, con una densidad de población, extremadamente, baja y que tiene enormes extensiones de desierto entre una ciudad y otra, y que estas ciudades distan mucho de ser grandes metrópolis, muy pobladas, a no ser por la capital Trípoli.
De hecho, la mitad de la población vive en la capital, entonces podemos ver, claramente, que cuando un canal internacional de “información” nos indica que los opositores tiene tomado todo el este del país, puede ser muy cierto que lleguen a controlar hasta el 50% del territorio, pero no llegar, a la vez, a controlar ni el 20% de la población, esto es importantísimo tenerlo en cuenta, sobre todo, cuando el gran “paladín” de la democracia, el imperio del norte, dice que tomara medidas para la protección y difusión de la “democracia” (poder de la mayoría); este es un primer punto que debemos tener muy en claro.
Ahora debemos analizar, si se trata de compararnos a nosotros con ellos, la idiosincrasia del pueblo Libio, en este punto lo más relevante que podemos decir es que Libia es la unión de más de 14 tribus del desierto sahariano, que fueron reunidas y compenetradas en torno a una nación estable, prácticamente, por Al-Gaddafi, cuando inicio su revolución hace ya más de 40 años y amalgamo a todas estas tribus entorno a un país.
Aquí lo importante a tener en cuenta es que hay un ligero parecido con el caso yugoslavo, con la salvedad que las diferencias religiosas en aquella amalgama de pueblos eran insalvables, mientras que aquí, si bien hay tribus que difieren mucho unas de otras, básicamente, tienen la misma religión, el mismo medio de vida y las mismas ideas sociales, la gran notoriedad de este punto viene dado en el hecho de que hay tribus que conforman buena parte de una zona territorial de Libia, que prácticamente son todos familia, es decir, no hay más de diez apellidos entre ellos, lo que hace que posiblemente un buen grupo de población unida tan estrechamente entre sí, haya tomado la iniciativa de buscar un cambio de poder o una posible secesión del territorio Libio, distando esto, nuevamente, de poder ser considerado como una sublevación “general” del pueblo Libio.
Otro punto que no podemos dejar de lado a la hora de querer establecer cualquier análisis de los sucesos que están aconteciendo en una región distante a nosotros en este nuestro bello globo, es la información que se tienen o mejor dicho, la que no se tiene, es en este punto donde me voy a afincar, propiamente, para demostrar que muy poco podemos, realmente, analizar con fuerza veraz, en el caso de los acontecimientos Libios.
El hecho primordial que llamo la atención mundial en el caso Libio fue el del supuesto, y tengo que repetir supuesto, bombardeo por parte de la aviación Libia al pueblo desarmado y en protesta. Lo básico que podemos decir en este punto es que siendo esta la época de la información cibernética, de la alta tecnología mediática, tanto telefónica, como de fotografía, no tengamos ni una sola foto de este abominable hecho, una simple y sencilla foto, que le diese al imperio el poder de difundirla en el globo entero, y que además, le daría, de paso, una estabilidad y un piso moral a una intervención armada que en estos momentos dista mucho de tener.
Es así como Walter Martínez, en su programa Dossier, decía de manera muy sarcástica y realmente no hay otra manera de decirlo, que es muy raro que en esta época donde cualquiera tiene un teléfono celular con cámara y más aun, en una nación petrolera tan rica y con solo 6 millones de habitantes, no haya sido posible conseguir una foto de tamaña abominación y sin embargo, se consiguen fotos de todo tipo, hasta las más increíbles, pero de un hecho tan horrible, tan importante y tan notorio, ni una piche foto.
De lo anterior podemos sacar en claro, que con tamaña desinformación solo el análisis analítico y frio de los HECHOS, nos puede, en cierta medida, acercar a la verdad de los acontecimientos, que en muchos casos, esta realidad parece diametralmente opuesta a la que nos quieren hacer ver los medios de comunicación, mayormente dominados por los grandes centros de poder de gran dominación.
En estos momentos, por lo menos, ciertos medios de comunicación árabes, así como la propia Telesur, tratan de dar una visión más equilibrada de los sucesos que se dan, momento a momento, en esa hermana república árabe, pero aun así, resulta muy arriesgado pode decir que se tiene base suficiente para poder creerse dueño de la verdad a la hora de hacer una análisis.
Con base en lo anterior, la propuesta hecha por nuestro líder y presidente, el comandante Hugo Chávez, de crear una comisión mediadora y yo diría hasta verificadora, de los sucesos acaecidos en Libia, propuesta esta que creo ha sido secundada por la liga árabe, primordial organismo que debe ser el primero en tomar posición acerca de qué medidas se deben tomar para la protección de la población de Libia, por ser esta la organización que aglomera a los países con la misma idiosincrasia, pero volviendo al tema, espero que la sindéresis domine el ámbito diplomático mundial, aunque lo dudo, y se cree una comisión mediadora que verifique los hechos antes de que en nombre de evitar más derramamiento de sangre, el imperio haga lo mismo que hace todos los días en la pobre Irak.
Tenemos que tocar en este análisis, si queremos ser lo más objetivos posibles, la actuación del ente rector de la diplomacia mundial como lo es la ONU, en este caso especifico de Libia. Lo primero que debemos hacer es comparar la actuación de este organismo INUTIL, ante las manifestaciones populares en Túnez y Egipto, y así pudimos ver como en estos dos casos se violaban a diario los derechos humanos de los ciudadanos, se llegaron a contabilizar por decenas los muertos y de todo esto no solo había miles de fotos, sino claros videos y la ONU jamás tomo posición, jamás emitió una resolución, de hecho, el presidente Egipcio saco los tanques a las calles, armo grupos de choques y se mantuvo en un irrito poder por más de mes y medio y en todo este tiempo la ONU silencio total.
Asombra pues la diligencia, la prontitud, la velocidad casi a nivel de la luz, cuando se inician las protestas en Libia, cuando se difunde el bombardeo a los civiles, sin fotos, cuando se habla de cientos de muertos, sin fotos, cuando se habla de mercenarios pagados que le disparan a la población, sin ningún tipo de documento que lo confirme y con esta ola de rumores basados, en una clara rebelión militar y un alzamiento, que mas de revolución parece un proceso secesionista en este país, entonces, ahí si la ONU, garante de los derechos civiles mundiales, toma medidas y cartas en el asunto y expulsa a Libia del comité mundial de los derechos humanos, dando con esto, pie y base a el imperio para hacer lo que bien le venga en gana.
Ahora bien, porque esta dilación en un caso especifico y tanta prontitud en otro, cuando los tres países son fronterizos; pues la respuesta es de color negro y parece un chapapote, es decir, el cochino petróleo, el cochino y avaro afán del imperio por tener acceso directo, seguro, fácil y barato, de la fuente energética que hace mover a su sociedad y lo más nefasto de esto, es que esa organización conocida como la ONU sirva para convalidar estas acciones.
Esto es lo que yo considero el meollo final del análisis de los sucesos Libios, un grupo de personas que para nada representan el grueso de la población, han tomado una muy extensa parte de un territorio, muy despoblado, con el fin primordial de establecer una nueva república, un nuevo país, un sultanato, en fin, una clara secesión que divida a Libia, como lo han hecho con Sudan, en una Libia sin petróleo y gobernada, posiblemente, por Al-Gaddafi y otra donde un grupo, con gran apoyo del imperio, domine los primordiales pozos de petróleo, meollo final de esta lucha sangrienta.
En este punto solo me resta decir que la autodeterminación de los pueblos debe ser la premisa máxima de la diplomacia mundial, y un organismo mundial debería servir como mediador y conciliador, más que como justificador de una artera y vil intervención, repito, los libios deben resolver sus problemas y la ONU debería ser garante de los derechos humanos de los pueblos, pero para ello, deben esta in situ, en el centro de la lucha, para de esa manera tomar una “cierta” posición y no basarse en informaciones mediáticas tan poco objetivas.
Ahora bien, volvamos a lo importante, al caso venezolano que es lo que me ocupa y me hace escribir este artículo. Hemos visto como, nuevamente, el imperio usa los medios de comunicación globales, no solo para crear conflictos que no existen, sino para trastocar los que existen, para que sirvan a sus fines y luego usan ese nefasto organismo mundial de la diplomacia, conocido como ONU, para darle valor legal y jurídico a sus fechorías y las de sus aliados.
En este punto resulta imposible olvidarse de la operación “Plomo Fundido”, donde el ejercito israelí asesino, porque eso fue lo que hizo, asesino a miles de civiles, entre ellos un alto porcentaje de niños en la franja de Gaza y la ONU no hizo un coño y disculpen el leco, pero es que arrecha ver como países a los que uno considera hermanos como Brasil, guarden silencio en el consejo de seguridad cuando se prepara tamaña infamia en contra de otro pueblo libre, como el hermano pueblo árabe de Libia.
Tengo ahora que recordar que el titulo de mi articulo trata sobre una advertencia que debemos tomar muy en serio los venezolanos, no solo los revolucionarios, sino todos aquellos, realmente patriotas, que aunque adversen a nuestro proceso revolucionario aman a nuestra hermosa y libre patria, una advertencia de tiempos difíciles que se nos avizoran en el firmamento, tiempos que hace ineludible e impostergable la toma de decisiones de carácter inmediato, que no solo sirvan para dejar nuestra muy ética posición en claro, sino que sirvan para iniciar nuestro proceso de defensa en contra a esta escalda violenta que esta llevando a cabo el imperio con el apoyo de la ONU en la orbe mundial.
Hemos visto como todos los personeros de estado del imperio no han perdido oportunidad para establecer simetrías entre los procesos revolucionarios que se han dado en las repúblicas árabes del norte africano y una posible revolución que se podría desatar en nuestro país; aquí me es obligado hacer un paréntesis y recordarles a estos personeros, aunque creo que ellos no me leen, pero si a ese grupo de apátridas pitiyanquis que si me leen, que aquí ya hubo dos grandes revoluciones, la primera el 27 y 28 de febrero de 1.989, primer paso para nuestro gobierno revolucionario, y la revolución restauradora del 13 de abril de 2.002, donde demostramos al mundo lo que es una verdadera revolución popular en defensa de su gobierno y su líder, esto jamás se nos va a olvidar y jamás dejaremos que se olvide.
Volviendo al tema de la crisis Libia, vemos como ahora y en el marco de la ONU, el imperio a través de sus lacayitos, ataca la muy digna y diplomática idea de nuestro líder de enviar una comisión negociadora y verificadora de la verdadera magnitud de la crisis Libia, claro, el imperio se tiene que oponer, ellos lo único que entienden es de guerra, de imponer su voluntad, de matar a millones de inocentes y tratar de conseguir el petróleo lo mas pronto y mas barato posible.
Lo anterior no tiene nada de nuevo, aunque si mucho de peligroso y lo peor es que ya ese inmoral organismo de la anti-diplomacia conocido como la ONU, ha dejado de jugar un lastimoso y patético papel, para convertirse en una verdadera amenaza, no solo de los gobiernos libres y dignos del mundo, sino de la paz y de la vida de la urbe en esta orbe nuestra.
Este ese el punto neurálgico de mi articulo, pero no podía llegar a el sin antes esbozar, claramente, que es lo que esta pasando en Libia, como el imperio usa a la ONU como órgano legitimador y lo que es peor, propulsor de sus desastres y conquistas y a la vez prepara el camino, allana la ruta, para que una vez solucionado, para ellos, el problema árabe o mas empantanados que nunca, cosa muy probable, tengan un “plan b”, una nueva vía de acción, para mantener su eterna economía de guerra y su eterno abastecimiento de carburante, y no hace falta ser un genio para darse cuenta, que nosotros hemos pasado, YA, a ser el siguiente blanco del imperio y van a usar a esa porquería, no encuentro un palabra menos despectiva para referirme a la ONU, para darle un marco legal, cierto y de necesidad, a su intervención en nuestro territorio.
Ya paso el tiempo de decir “viene el lobo, viene el lobo”, no señores, el lobo ya nos esta mordiendo el pie; de nosotros queda evitar que nos coma, y el primer paso automático y lógico es salirse de una vez y por todas de esa basura conocida como la ONU, de que sirve ese organismo cuando vemos a Colombia, nuestro vecino apoyando la absurda causa de un intervención militar en Libia, o vemos al canciller Brasileño en un insultante silencio total.
Que vamos a esperar, a que nos toque a nosotros y se aproveche ese nefasto organismo para darle carácter legal a esas fechorías, aun recuerdo cuando Al-Gaddafi, decía en el marco de la reunión América Latina-África, que había que salirse de la ONU y crear un organismo nuevo, me imagino que todas las noches antes de acostarse, el líder Libio, en medio de esta situación, se acordara de sus palabras y se arrepentirá deberás de no haber tomado esa decisión aunque fuese de manera unilateral.
Que vamos a esperar nosotros, a que se nos unan otros, no señores, para cambiar al mundo primero debemos cambiar nosotros, y yo estoy mas que seguro que en el momento en que nos salgamos, serán mas de una y mas de diez también, los países que nos seguirán y vaya que habremos comenzado a crear un sismo mundial, que puede llevar consigo un verdadero cambio, pero si nos quedamos si hacer nada, diciendo una y otra vez, que no podemos perder nuestras cuotas de participación, pues bien, preparémonos, porque de que viene por nosotros vienen, lo que falta es la fecha, y veremos como la ONU se presta a todas las invenciones mediáticas para justificar todo aquello que su amo el imperio quiera hacer.
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