En 2015 se cumplen 70 años de la fundación de la ONU. Se revisará la consecución de los Objetivos del Milenio condicionados por la oposición de los países del Norte a cumplir compromisos, diferentes a los que el mercado permita, para la erradicación de la pobreza y la protección ambiental. Para esa fecha, de seguir como van las negociaciones sobre cambio climático y diversidad biológica, también con el mercado como denominador común, quizás estemos asistiendo a un desmantelamiento del Protocolo de Kioto y a la mercantilización destructora de la naturaleza.
Con las decisiones tomadas sobre Libia, la ONU ha refrendado su posición de estar al servicio del estado de violencia y guerra permanente que el Capital le ha impuesto a la humanidad y al Planeta. De una organización concebida para el mantenimiento de la paz, ha devenido en una para el mantenimiento de la guerra.
En los hechos, la Carta de la ONU ha sido reformada y se ha ido convirtiendo en una institución oligárquica, lo que plantea con urgencia su refundación como ha propuesto el Presidente Chávez. Probablemente ello requiera una movilización de las redes populares y los gobiernos progresistas del mundo, que podría tener un primer momento culminante en 2015, con la celebración de una magna asamblea que apruebe las bases para un borrador de Carta constitutiva del Parlamento Mundial de los Pueblos, que sería sometida a un proceso de referéndum consultivo planetario, que tomaría varios años. Nicolás puede hacerlo. Mientras, el trabajo en la ONU continúa.
Sería un movimiento generalizado contra el estado de guerra permanente, por la paz, la justicia, los derechos humanos y los derechos de la madre tierra, orientado a crear una nueva civilización, reconstruir al ser humano desde lo más profundo de su espíritu, revitalizar los ecosistemas destruidos y construir el paraíso en la tierra.
La paz se construye con iniciativas no violentas como la de Free Gaza, que puso en evidencia la violencia sionista y que logró aislarlos internacionalmente. Millones de movimientos por la de paz son los que pueden aislar a la cúpula guerrerista y derrotarla. Ante el estado de guerra permanente, impongamos el estado de paz permanente. Seamos realistas, hagamos lo imposible. De los jóvenes por los jóvenes, para el futuro.
julio.escalona@gmail.com