Un Girón que consolidó una esperanza

Discurso pronunciado en Nueva York, el 16-04-11, celebrando la victoria de Playa Girón

Estamos celebrando 50 años del triunfo del pueblo cubano y de su dirigencia, encabezada por Fidel Castro, contra la invasión imperial del 16 de abril de 1961, lo que cimentó los sueños de liberación.

En los años 50 nos habíamos lanzado En Venezuela a una dura lucha de resistencia clandestina contra la dictadura de Pérez Jiménez, un dictador congénere de Batista. Desde la clandestinidad a través de la cortina de silencio establecida por la censura informativa, nos llegaban los ecos de la lucha en la Sierra Maestra. El 23 de enero de 1958, derrocamos al dictador y desde ese momento el grito de ¡Cuba Si, Yankis No! se convirtió en uno de los ejes de nuestros combates. Con el rector de la Universidad Central de Venezuela, Francisco De Venanzi, organizamos La Marcha del Bolívar hacia la Sierra Maestra. Le pedíamos a cada venezolano que donara un bolívar, nuestra moneda nacional, para enviarlo a nuestros hermanos cubanos. Miles de bolívares realizaron esa gloriosa marcha.

En mayo de 1958 echamos a Nixon, Vicepresidente de EEUU, de Caracas y le impedimos que colocara una ofrenda floral ante el Libertador Simón Bolívar. El grito de ¡Cuba Sí, Yankis No! vibró en nuestras gargantas.

Al pasar un año, estábamos gritando ¡Cuba Si, Yankis No! cuando el 23 de enero de 1959, Fidel Castro visitó Caracas por primera vez. En un histórico discurso pronunciado ese día, Fidel Castro dijo: “Hacer de todos los Andes una gran Sierra Maestra”.

Un auge antiimperialista recorría a América Latina. Su epicentro más importante estaba en Cuba y otro estaba en Venezuela. Rómulo Betancourt encabezaba la histeria anticubana y la represión contra el pueblo de Venezuela. Las torturas y las detenciones arbitrarias, se complementaban con la violenta represión en las calles. Cientos de heridos y asesinados comenzaron a llenarlas. Entre ellos quedó el nombre de Livia Gouverneur, asesinada por “gusanos” cubanos. Entonces comenzó a surgir la consigna “Si sigue la peinilla, haremos la guerrilla”.

Este es el ambiente que existía en Venezuela cuando en abril de 1961 se da la invasión de Playa Girón, hecho que galvanizó al continente. Muy especialmente a Venezuela, porque como bien se sabe nuestro petróleo es vital para mover la máquina de guerra del imperio. Si se materializaba la invasión de tropas de EEUU a Cuba, los venezolanos no podíamos permitir el libre flujo de petróleo para esa guerra.

Un sentimiento vibró por todo el continente: Cuba no caerá. Se inflamaría todo el continente si el imperio ponía soldados en suelo de Cuba. Todos iríamos acompañando al pueblo de Cuba y a Fidel, dispuestos a luchar hasta vencer, hasta el último suspiro. EEUU no invadió Cuba ni esa vez ni nunca. No fue por falta de ganas ni por falta de fuerzas militares. Jamás pudo reunir la fuerza política necesaria, y la política, la buena política, es la que, en última instancia, lo decide todo. En cambio Cuba supo actuar con gran maestría en el plano político y nunca dejó de prepararse para resistir.

Los procesos revolucionarios fueron derrotados en América Latina. Quedó Cuba iluminando al continente y se mantuvo Fidel irreductible, como el gran guía de nuestra revolución. Cuando la URSS y el bloque socialista se vinieron abajo, Cuba se mantuvo firme. El pueblo cubano continuó una hermosa batalla, resistiendo el bloqueo criminal, la escasez, la agresión y una diaria y feroz ofensiva. Pocos pueblos han sido capaces de pasar esa prueba.

A los venezolanos nos quedó una profunda deuda de gratitud. En medio del bloqueo y las más severas limitaciones para su pueblo, Cuba no disminuyó la solidaridad. Cuando nos tocó hacer la guerrilla, los cubanos fueron a pelear y a morir con nosotros, por eso, en este acto, yo quiero recordar y rendir homenaje a Antonio Briones Montoto, oficial cubano, que en 1967 dio su vida por la liberación del pueblo de Venezuela.

Hoy ha renacido la lucha de los pueblos. Fidel permanece como una poderosa columna. El liderazgo de Chávez, tiene carácter mundial. Evo, Correa, Daniel y decenas de líderes van construyendo otro mundo, el nuevo mundo.

En África y el Medio Oriente se movilizan los pueblos y una fuerte ofensiva del Capital recorre el planeta. El relanzamiento del Consenso de Washington y los asaltos del capital financiero manipulando los precios del petróleo y los precios de los alimentos, causan estragos sumando miles de hombres, mujeres y niños a las legiones de hambrientos. Una nueva crisis alimentaria está en desarrollo.

Van incrementando la temperatura del planeta, multiplicando la fuerza de los huracanes y la violencia de los terremotos, destruyendo la biodiversidad, provocando ciclos de inundaciones y sequías, amenazando con privatizar todos los intersticios de la naturaleza, apropiándose de los recursos genéticos y de los conocimientos ancestrales de los pueblos originarios ¡Le han declarado la guerra a la humanidad y al planeta! El estado de guerra permanente es el camino para incrementar la acumulación de capital.

Han militarizado las relaciones internacionales, han colonizado a la ONU y el Secretario General se ha convertido en un agente del Pentágono y de la OTAN. Han transformado a la ONU de una organización para el mantenimiento de la paz, en una organización para el mantenimiento de la guerra. A los representantes imperiales les ocurre como al jefe nazi Goering con la palabra cultura. Cuando escuchan la palabra paz, sacan su pistola.

Hay que detenerlos en África y el Medio Oriente aislándolos y maniatándolos políticamente. Como ha hecho Cuba con las sucesivas invasiones que estuvieron planificadas después de Playa Girón y con el bloqueo. Ha evitado las invasiones que planearon y con el bloqueo, los mantiene en el mayor descrédito ante la ONU.

Hay que respaldar la iniciativa de paz de la Unión Africana para lograr el Alto al Fuego y prepararnos estratégicamente para evitar las agresiones contra nosotros desde el Consejo de Seguridad de la ONU. Hay que lograr la unión del Sur sobre la base de un programa mínimo, que se concrete en un tratado de seguridad y defensa de los pueblos y gobiernos del Sur.

Hay que impulsar un plan ONU 2015, cuando esta organización cumplirá 70 años, para convocar una gran asamblea mundial de pueblos y gobiernos, que redacte un borrador de lo que sería la nueva carta de los pueblos para refundar las Naciones Unidas y marchar hacia un gran parlamento mundial, capaz de expresar y defender los derechos humanos y los derechos de la Madre Tierra. Ese borrador sería sometido a un gran referéndum aprobatorio a través de todos los continentes.

Este es un camino hacia la paz, que es la deuda y el compromiso que tenemos con las generaciones futuras. Un mundo sin guerras, sin armas nucleares, sin pobreza, sin discriminación, con una naturaleza floreciente, donde prosperemos los seres humanos, las plantas, los animales, el más pequeño insecto y todos los sueños y esperanzas.

¡Viva la revolución cubana!

¡Viva la revolución bolivariana!

julio.escalona99@yahoo.com

Embajador, Representante Permanente Alterno de Venezuela ante las Naciones Unidas


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Julio Escalona


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