El súbdito Calderón va a Roma por un milagro; ¿Urge otra separación de Estado-iglesia?

1. El católico y derechista Felipe de Jesús María y Todos los Santos Calderón -el presidente ilegítimo de México- rodeado de enorme comitiva de fieles católicos panistas, estará en el Vaticano en la beatificación de Juan Pablo II (JPII), el papa más reaccionario y anticomunista desde de los tiempos de Pío XII. (Este Pío XII (1939-58), conocido como el Papa de Hitler,  fue cómplice de la muerte de millones de seres humanos en el mundo por el simple hecho de acomodarse al poder fascista de Hitler y Musolini). JPII, en sus 27 años de papado –sólo superado por Pío Nono y sus 32 años (1846-78)- no se quedó atrás, pues tiene un rosario de actuaciones, en las que se distingue su apoyo al dictador asesino Pinochet, su lucha contra el aborto y su batalla contra los teólogos de la liberación, tal como Leonardo Boff.

2. Los años del papado de JPII (1978-2005) coincidieron con los gobiernos yanquis de Carter, Reagan, Bush I, Clinton y Bush II, pero también con la fascista Thatcher. No se sabe en qué porcentaje este funesto Papa (JPII) fue esencial -junto con Reagan y la Thatcher- en la implantación del neoliberalismo en el mundo. De lo que sí se está seguro es de haber estado tras el movimiento en Polonia encabezado por Walessa y tras el desplome de la URSS y los otros llamados “países socialistas” del bloque oriental. Yo en ningún momento defendí a esos países del falso socialismo, pero no puedo dejar de apuntar el enorme poder papal en la consolidación del capitalismo. Un querido amigo me escribía hace algunas semanas que el catolicismo ya no era importante porque el capitalismo lo había sobrepasado con creces. Para mí es lo mismo.

3.  Juan Pablo II atacó a las corrientes reformistas de la Iglesia Católica, execrando a teólogos como Hans Kung y Leonardo Boff; excomulgar a los curas latinoamericanos que abrazaron la lucha armada (Camilo Torres, Luis Pellecer, Juan Pérez) contra los regímenes fascistas de la región en las décadas 70 y 80; beatificó y canonizó al cura Jose María Escrivá de Balaguer, un español adicto a Hitler y partidario furibundo de la dictadura franquista. También fue "santificado" por Juan Pablo II el Papa pro-nazi Pío XII. Compartió apariciones públicas con dictadores fascistas como Augusto Pinochet, y apoyó la gestión pro-dictatorial del Nuncio Apostólico en Argentina durante la dictadura. En la década del 90, cuando Pinochet fue detenido en Londres por petición de un juez español, Juan Pablo II exigió su inmediata liberación.

4. El Papa polaco se dedicó a predicar la no utilización del condón en el África subsahariana, pese estar esa región sufriendo los embates de una terrible epidema de SIDA. Karol Wojtyla, más conocido como Juan Pablo II, rompió la hegemonía que la mafia italiana mantenía en el Vaticano por 400 años. Sin embargo, detrás de su nominación se encontraba la derecha más recalcitrante de la Iglesia católica: el Opus Dei y la Central de Inteligencia Norteamericana CIA. Fue el instrumento utilizado por el imperialismo norteamericano para abrir las puertas de Europa del Este a los capitales internacionales, aprovechando el desplome del bloque soviético para fomentar el anticomunismo. No cabe duda que JPII gozaba de una gran habilidad y simpatía para moverse entre las poderosas clases ricas de cada país para evitar confrontaciones.

5. Wojtyla apareció como defensor de los derechos humanos y muy preocupado por los pobres, pero no hizo caso al Arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero (asesinado después), cuando se entrevistó en Roma con el entonces flamante Papa; se dice que éste ni siquiera se detuvo a mirar los informes, las fotografías y las copias de las cartas enviadas por Romero en su desesperado pedido de auxilio para hacer algo ante la matanza del pueblo salvadoreño (70 mil personas muertas a manos del ejército, la Guardia Nacional y los escuadrones de la muerte) El Papa recordó a Romero –como siempre lo hace-  que su papel como arzobispo era mantener "buenas relaciones" con el gobierno y el poder y no preocuparse por lo que pase con el pueblo.

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6. El papa JPII usó a México –quizá el país católico más poblado de América- como una palanca hacia EEUU y América Latina. El 27 de enero de 1979, a unos meses de tomar posesión, inauguró la Basílica de Guadalupe, así como la III Conferencia General del Episcopado y viajó a Puebla para iniciar los trabajos del CELAM. Realizaría cinco visitas: 1979, 1990, 1993, 1999 y 2002 y durante esos años. En cada una de sus visitas las masas mexicanas y de Centroamérica se concentraron llenas de fe alrededor del pontífice, pero también aprovechando esas inmensas movilizaciones de millones de fieles, se realizaron gigantes negocios de comerciantes, hoteleros, transportistas, medios de información y gobierno. Las gentes, pletóricas de fe y creencias, jamás se enteraron de los enormes negocios que se hicieron a sus espaldas.

7. Como se dice por aquí: Calderón acudirá a la beatificación en Roma para ver si el santo ex Papa le hace un “milagrito”: desaparecer la “delincuencia organizada” y el narcotráfico, el gigantesco desempleo y la miseria en el país o, por lo menos besarle el anillo, el mismo que le besó Fox en 2002. Aquello de que México es un Estado laico, por lo menos desde 1982, se convirtió en pura paparrucha; desde que el representante papal Jerónimo Prigione y el funesto presidente Carlos Salinas arreglaron en 1992 la reanudación de relaciones México-Vaticano, todos los gobernantes se convirtieron en súbditos del Estado Vaticano. Con el ascenso en 1982 de los gobiernos neoliberales del PRI y del PAN la iglesia logró restaurar parte del enorme poder monopólico que tuvo hasta mediados del siglo XIX. Es tiempo ya de una nueva separación del Estado y la iglesia.

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Pedro Echeverría V


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