Es necesario reimpulsar una autentica politica exterior socialista y revolucionaria.

La extradición de Becerra debilita a la Revolución venezolana

La detención del director de la agencia de Noticia ANNCOL, Joaquín López Becerra, por parte del gobierno bolivariano y su entrega a las autoridades colombianas ha causado malestar y preocupación entre muchos activistas revolucionarios en Venezuela y otros países y ha reabierto el debate acerca de qué política exterior debe aplicarse para defender y fortalecer la revolución venezolana. Para desarrollar una política exterior socialista y revolucionaria y comprender porqué la decisión de extraditar a Becerra debilita a la revolución debemos partir de los análisis que siempre hemos defendido los marxistas y socialistas acerca de las relaciones internacionales y el carácter mundial de la lucha contra la opresión imperialista.


Los marxista revolucionarios reconocemos que la relación de un gobierno y un país que está en medio de una revolución con los diferentes países capitalistas  de su entorno y acosado por diferentes poderes imperialistas  es un tema sumamente complejo. Marx escribió abundantemente acerca de las relaciones entre las diferentes potencias de su época. Entre los muchos artículos de prensa publicados por él y Engels, la gran mayoría tratan de temas internacionales, y si bien no hay una teoría general, al menos existe un conjunto de ideas importantes que podriamos visualizar como principios de un analisis acerca de las relaciones internacionales. Fueron Lenin, Trostky y Rosa Luxemburgo sobre todo a la luz del desarrollo del imperialismo y la enriquecedora experiencia del gobierno soviético y la creación de la III internacional  los que dieron aportes fundamentales   de  cual debe ser la política exterior de un gobierno  revolucionario y socialista. Esta rica experiencia  contenida en sus escritos y en los  documentos fundamentales de los cuatro primeros congresos de la internacional comunista y en la política exterior del régimen de los soviets debería ser conocida a fondo por los revolucionarios socialistas   y es de gran ayuda para los desafíos que internacionalmente aborda la revolución venezolana.


Particularmente interesante para la época actual es el análisis  de la etapa imperialista realizado por Lenin, señala que el capitalismo en su desarrollo necesita superar sus propias contradicciones internas y garantizar sus tasas de beneficios, ello lleva a la formación de monopolios en los que el capital industrial se vincula al capital financiero que se hace amo y señor. Al mismo tiempo  ve en las guerras mundiales, en los conflictos entre las diferentes potencias imperialistas y en la anexión y sometimiento de naciones, la necesidad que tiene el gran capital para producir nuevos repartos y establecer un nuevo equilibrio de fuerzas.


En el terreno de las relaciones de un gobierno revolucionario y socialista con su entorno capitalista, la revolución rusa puso como primera prioridad la extensión de la revolución socialista fuera de las fronteras nacionales de Rusia como  requisito indispensable para el triunfo definitivo de la revolución. Como señala Trotsky ,que fue comisario de asuntos exteriores  del primer gobierno soviético en “Tesis de la revolución permanente” :
el triunfo de la revolución socialista es inconcebible dentro de las fronteras nacionales de un país. Una de las causas fundamentales de la crisis de la sociedad burguesa consiste en que las fuerzas productivas creadas por ella no pueden conciliarse ya con los límites del estado nacional. De ahí que se originen las guerras imperialistas.
La revolución socialista empieza en la palestra nacional, se desarrolla en la internacional y llega a su término y remate en la mundial. Por lo tanto, la revolución socialista se convierte en permanente en un sentido nuevo y más amplio de la palabra: en el sentido de que sólo se consuma con la victoria definitiva de la nueva sociedad en todo el planeta…


Desgraciadamente  esta  herencia política del bolchevismo fue completamente tergiversada y deformada  a la vez por el reformismo y  el estalinismo que  revisando el  marxismo desvirtuó estos principios con diversas teorias como la teoría de “el socialismo en un solo país” de Stalin, “la coexistencia pacifica“ en la epoca postestalinista y la “teoria de los tres mundos“ elaborada por el Partido Comunista Chino con Mao Tse Tung a la cabeza.


Todas estas “teorías” desvirtúan  el concepto de “internacionalismo proletario”. El mismo se basa en la solidaridad entre las luchas de la clase obrera y los explotados de diferentes países  anteponiendo los intereses de la clase obrera a los de las respectivas burguesias nacionales. En el terreno de las relaciones entre un gobierno socialista con los poderes capitalistas extranjeros,  el internacionalismo proletario se caracteriza  por la defensa por encima de toda consideración nacional estrecha, de la lucha implacable por el socialismo ,por el derrocamiento del capitalismo en otros países.


Esto no obvia que tras la revolución rusa, el gobierno soviético al mismo tiempo que defendía el internacionalismo proletario en la teoría y en la práctica,  llegara a acuerdos comerciales con potencias capitalistas, acuerdos necesarios para el sostenimiento  económico del país mientras la revolución estaba asilada. Pero estos acuerdos se basaban en dos principios: 1. que los mismos jamás perjudicaran las condiciones de vida de la clase trabajadora Rusa o de otros países y 2.que no supusieran ningún crédito político  del gobierno revolucionario a las potencias o países capitalistas con los que se comerciaba, que confundiera políticamente  a los trabajadores de otros países o de la propia  Unión Soviética .


 Esta política del internacionalismo proletario   se concretó en la formación de la III internacional, la tarea más importante de la Revolución de Octubre en palabras de Lenin. Cuando la reacción burocrática dominó la Revolución rusa,  se impuso la liquidación de la III internacional y surgió  la  llamada Real-politik  de alianzas y maniobras internacionales   sin principios, con naciones, partidos e individualidades burguesas  que no defendían el socialismo y que estaban temporalmente enfrentados de uno u otra manera al imperialismo norteamericano. Esta Real-politik  venía dictada   en  función de los intereses estrechos por mantener el estatus quo  de la burocrácia de la  URSS o de la Republica Popular China,  y no por los intereses  del proletariado mundial como clase social por encima de las fronteras nacionales  en su lucha contra el capitalismo.


En la actualidad  la teoría de la multipolaridad es una versión nueva de estas ideas.  Plantea que surgen bloques capitalistas en la que otras potencias rompen con la hegemonía norteamericana favoreciendo las luchas contra el imperialismo. Tras esta teoría se  esconde el papel reaccionario de las nuevas potencias imperialistas emergentes como China, Rusia, Brasil o Irán, entre otros y las hacen ver como aliados de Venezuela. 

La extradición de  Becerra 


Tener en cuenta las lecciones que la historia de la lucha de la clase obrera por su emancipacion y el marxismo como su concrecion teórica, , forma parte de la la lucha de clases y de la memoria histórica del proletariado, puede arrojar luz  sobre la política exterior del gobierno bolivariano y del grave error cometido en el caso del periodista Joaquin Perez Becerra.


El 23 de abril es detenido por las autoridades venezolanas en el Areopuerto Internacional Simon Bolivar  Joaquin Perez Becerra procedente de Frankfurt, Alemania desde Suecia, donde residía. Posteriormente sería extraditado a Colombia bajo la excusa de estar solicitado con código rojo por Interpol.  Esta acción causó confusión e indignación en diversos sectores revolucionarios, no solo en Venezuela sino en toda Latinoamérica.


Debemos explicar que Joaquín Pérez Becerra, es Colombiano, nacionalizado Sueco; en la actualidad es director de la Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL), una agencia de izquierdas donde desarrolla una actividad política como prensa alternativa y además denuncia los crímenes y la represión de la reacción colombiana contra el pueblo colombiano. Pero además en los años 80 fue  militante revolucionario y fue concejal por la Unión Patriótica (UP).


 La Unión Patriótica nace como una convergencia de fuerzas políticas a raíz del proceso de negociación adelantado a mediados de la década de 1980 entre el gobierno del presidente Belisario Betancur y el estado mayor de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC.


En 1984, y como fruto de esos diálogos, las partes pactaron varios compromisos sellados con la firma de los llamados “Acuerdos de La Uribe”. En ellos se concreto el surgimiento de un movimiento de oposición como mecanismo para permitir que la guerrilla se incorporara paulatinamente a la vida legal del país. Las condiciones que permitirían ese tránsito a la legalidad consistían en un compromiso oficial para garantizar plenamente los derechos políticos a los integrantes de la nueva formación, y la realización de una serie de reformas democráticas para el pleno ejercicio de las libertades civiles. Pero desde su nacimiento la Unión Patriótica fue sometida a toda clase de hostigamientos y atentados por parte de la oligarquia colombiana.


Ya en el mismo 1984, se presentaron los primeros asesinatos y “desapariciones” forzadas. En estas agresiones se percibía la actuación de agentes estatales o de integrantes de grupos paramilitares. Las constantes violaciones a los acuerdos firmados, hicieron que se rompieran las negociaciones entre el Gobierno y las FARC. Asi comenzo un proceso de exterminio y genocidio que se ha prolongado por más de 20 años.


Más de 4.000 militantes de la UP fueron asesinados, y precisamente Joaquín Pérez Becerra logró sobrevivir a aquel horrendo crimen masivo. Encontró apoyo en Suecia y hace diez años que renunció a su nacionalidad colombiana. Desde entonces es perseguido político de la burguesía colombiana.


El Presidente Hugo Chávez se responsabiliza del hecho


Luego de varios días, en donde los altos funcionarios del gobierno no declararon; el Presidente Chávez ante miles de personas que se congregaron el domingo 1 de mayo en la avenida Bolívar para conmemorar el Día del Trabajador asume su responsabilidad en el caso Becerra, expresando las siguientes opiniones: 
"Ahora, quienes quieran criticarme o quemarme, háganlo, pero yo asumo mi responsabilidad y cada quién que asuma la suya con madurez". 
“En mi modesta opinión, para mi que a él (Pérez Becerra) le tendieron una trampa para clavarme a mí una puñalada. Reflexionen en vez de estar acusando a Chávez , yo les respeto su crítica pero el que no sabe es como el que no ve” 
"¿No sabía este señor que estaba en código rojo en INTERPOL?. Entonces ¿por qué se vino para acá?. Además, él paró en Alemania y salió de Suecia. ¿Si él tenía el código ¿por qué lo dejaron salir?" (...) "Para ponerle a Chávez la papa caliente en la mano". 
Al reiterar que respeta las críticas de cualquier sector, manifestó que los que protestan desconocen más elementos sobre el caso. 
"Aquí no somos pendejos; lo lamento mucho. Yo no digo que él sea terrorista o culpable de los que el gobierno de Colombia lo acusa. Yo espero que el gobierno colombiano le respete sus derechos humanos y le garantice el proceso a la defensa y él, ojalá, pueda demostrar que es falso aquello, pero, una vez en Maiquetía, una vez en las manos de INTERPOL...¿Qué querían que hiciera?". 
"En Colombia sabían incluso el asiento en que venía dentro del avión. Cuando volaba sobre el Atlántico, llegó de Colombia la solicitud informando incluso en cuál asiento estaba, la comida que pidió, la vestimenta que traía y el maletín de mano que cargaba...Todo eso lo sabían". 
"Una vez capturado en Maiquetía ¿qué quería que hiciera si estaba en Código Rojo de INTERPOL? ¿Qué quieren? La única alternativa era cumplir los compromisos internacionales de Venezuela y enviarlo al gobierno que lo solicitada, que era el de Colombia, más nada. Yo no estoy diciendo que él sea culpable o inocente".


La extradiccion de Becerra debilita a la revolución venezolana.


A pesar de que Chávez expresa que “no lo considera un terrorista” el comunicado oficial del gobierno sobre dicha detención dice otra cosa: “Gobierno Bolivariano ratifica compromiso en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado”. Es decir Joaquín Pérez Becerra es un terrorista y no un luchador social. Haciendo esto, desafortunadamente criminaliza a un luchador social, empleando además las mismas acusaciones  que utiliza el imperialismo.


Esta extradición y la posterior justificación de la misma  es un  grave  error cometido por los funcionarios de política exterior y  el Presidente Hugo Chávez como responsable de los hechos que el mismo afirma. La extradición de Becerra  debilita, sin pretenderlo,  la posición internacional de la revolución bolivariana y  facilita la intervención del imperialismo contra nuestro país . Ello es debido a que lejos de animar e impulsar el movimiento revolucionario tanto dentro como fuera de Venezuela la extradición de Becerra  ha generado  un gran malestar y confusión en la base revolucionaria que lo apoya, especialmente sectores de la vanguardia que han estado nacional e internacionalmente en primera línea de apoyo a la revolución bolivariana. Hay que recordar que mucha de esa vanguardia que ha criticado la extradición fue la que peleó contra la derecha en Puente Llaguno y en mil choques con los escuálidos  en todo el país.


 A todo esto se suma que esta extradición da legitimidad tanto al gobierno burgués de  Santos, como a la Interpol,  significando un giro de 180 en la apreciación que la dirección de la revolución bolivariana tiene  tanto hacia el gobierno colombiano  así como de la Interpol, organización que el comandante Chávez calificó correctamente en 2008 como una simple  agencia del imperialismo norteamericano. 
Esta extradición además de ser injusta por situar  a un militante de la izquierda en manos de sus verdugos, socava el apoyo nacional e internacional al comandante Chávez y crea confusión acerca de la política general de la revolución bolivariana. Y al hacerlo debilita el sostén principal de la revolución que es la fe de las masas y de su vanguardia, en que se está llevando un cambio en Venezuela. 

La política exterior es una continuación de la política interior.


Desde el punto de vista de la CMR existe una correlación de fuerzas favorable a la  revolución bolivariana que dimana de por lo menos de tres factores:  1) la situación mundial de crisis del capitalismo y la  decadencia del imperialismo 2) El auge del movimiento revolucionario de masas de la clase trabajadora, consecuencia de la crisis política y económica que experimento Venezuela en los años ochenta y noventa que se desarrolla durante el comienzo de los noventa y continua en la conciencia popular hasta nuestros días sumado al poderoso impulso que Chávez ha dado a este movimiento todo estos años, rescatando la idea del socialismo e agitando a favor de que la clase trabajadora se ponga al frente de la revolución y tome el poder.  3) El hecho de que el desarrollo de la revolución en Venezuela se enmarca además en un contexto internacional caracterizado por la crisis más profunda del capitalismo desde hace décadas, el giro a la izquierda y ascenso de la movilización obrera y popular en el resto de América Latina que vivimos desde hace varios años, el inicio de la revolución en el mundo árabe y una agudización de la lucha de clases en Europa y el resto del mundo. Todo ello hace más favorable que nunca la posibilidad de la extensión del socialismo fuera de las fronteras de Venezuela y nos fortalece.

Los últimos meses  ha habido un giro en la situación internacional que ha desconcertado a parte de la izquierda. Los acontecimientos en los países árabes generaron también  confusión y zozobra  en instancias del gobierno bolivariano  llegando a  la conclusión errónea de que el  imperialismo se encuentra   desbocado, en condicion de atacar países y tumbar regimenes a su antojo,  a través de la  manipulación de masas  mediante las llamadas técnicas de guerra de IV generación.


La conclusión  política de los acontecimientos en Libia, Siria, Egipto, Túnez,etc, ha sido para sectores del gobierno que el siguiente en la lista para la intervención imperialista puede ser  Venezuela. Partiendo de ese cambio de los acontecimientos a nivel internacional que se ha dado en los últimos meses,  los reformistas han ido fraguando la matriz de opinión de que es necesario reforzar a cualquier precio  alianzas que desactiven la posible intervención norteamericana y pueda aislarnos diplomáticamente.


Como hemos señalado en varios artículos desde la CMR, los acontecimientos en los países árabes suponen el inicio de la revolución socialista en los mismos, proceso que con alzas y bajas se va a extender por años. El imperialismo norteamericano de un modo oportunista y cínico  ha intentado aparecer  al frente de los mismos para capitalizarlos. Sin embargo tiene  enormes dificultades para controlar el proceso, pues la irrupción de las masas árabes en lucha por la mejora de sus condiciones de vida esta entrando ya en colisión con el capitalismo. Por otro lado, el apoyo de las masas árabes al imperialismo y a sus títeres es nulo como demuestran los acontecimientos de los últimos meses.  Mas pronto que tarde la población de estos países buscara una salida en el socialismo a la situación actual, siendo un refuerzo a la Revolución latinoamericana.

Este giro en la política exterior de los últimos meses, cuyo último episodio es la extradición de  Becerra ,  tiene una línea de continuidad en el cambio de las  relaciones con Colombia, la reunión con Lobo, la actitud hacia Gadafi y la revolución árabe,y  proviene de la presión  que los sectores reformistas mantienen  dentro del aparato del estado.


La causa última de este giro en la política exterior  consiste en el impasse que existe en la actualidad de la revolución venezolana. Tras 11 años de Revolución en que el Estado burgués se mantiene  y no se ha  expropiado  a los capitalistas en su conjunto, es inevitable  se cree la idea falsa de que es posible mantener un equilibrio  entre las clases en cuyo centro estaría en  el gobierno y el Estado. Esta idea tiene como base material la ligazón cada vez más fuerte entre la burocracia estatal y los capitalistas tanto nacionales como foráneos, y es una de las principales amenazas para la Revolución.  Este intento  de la política del equilibrio entre las clases que se da dentro de las fronteras de Venezuela, fruto de no romper con el capitalismo y el estado burgués,   tiende a trasladarse a la política exterior.


Los limites de la manipulación mediática de la burguesía.


En toda esta perspectiva errónea de los reformistas que presionan dentro del gobierno, también hay un elemento importante de pérdida de fe en la capacidad de la lucha  de masas, de su potencial revolucionario: las masas en vez de ser un sujeto activo aparecen a los ojos de los defensores de la “teoría de la guerra de IV generación”, como una arcilla moldeable a gusto de los imperialistas y los opresores.  Lejos de esta teoría  idealista, con la que se tiende a enfocar la revolución árabe y las dificultades de la revolución venezolana,  la realidad es que al final se impone la lucha de clases: ese es el motor de la historia; no la manipulación ideológica de la clase dominante.


Las masas sortean la manipulación mediática sobre la base de  su propia experiencia; es el proceso molecular de toma de conciencia que  se realiza  independientemente de la voluntad de las clases y que la propaganda política de la burguesía no puede detener. El  freno de la propaganda burguesa  a la conciencia actúa durante un tiempo  hasta que la realidad de la crisis del capitalismo, la amarga experiencia acumulada por años  se impone  en la mente de millones:  es en ese momento cuando estallan las revoluciones.


La vanguardia de la clase trabajadora, sus partidos pueden ayudar acelerar o frenar ese proceso de toma de conciencia, no a detenerlo. De hecho, el principal sostén del capitalismo mundial no son solamente los medios de manipulación mediática, que aun jugando un papel importante tiene sus limites,  si no  el papel decisivo que juegan los dirigentes reformistas en sostener el capitalismo, cuando  llegan a acuerdos con los capitalistas e imperialistas  a costilla  de los trabajadores,  creando en las masas apatía, desmovilización y desmoralización.


La historia de la revolución venezolana es claro ejemplo de los límites de la manipulación del movimiento de masas por parte  de los medios. En 2002,  aunque  la presión mediática de la derecha era fortísima y desde sectores de la dirigencia  bolivariana se hacían continuos llamados a la calma, tanto el 11 de abril   como en el paro petrolero, el sano instinto de pueblo revolucionario fue el que salvo la Revolución imponiéndose a la matriz de opinión capitalista.


Llegado el momento crítico operó la dialéctica: la cantidad se convirtió en calidad. La manipulación de factor paralizante y de confusión se transformó en un elemento  que atizaba la ira de las masas.  La causa de este cambio fue que el pueblo  acumuló  40 años de  experiencia de manipulación mediática a manos de adecos y copeyanos, de explotación  y robos y no estaba dispuesto a que lo engañaran de nuevo. Y eran los mismos capitalistas  los que tenían a Chávez secuestrado y decían que había renunciado. Así, Globovisión, RCTV  y el resto de medios de la derecha pasaron sin pretenderlo, de jugar un papel reaccionario a inflamar el espíritu revolucionario de las masas. Ese es el triste final de la manipulación mediática cuando el pueblo obtiene la victoria.


Otro factor que influye en este giro en la política exterior es  la influencia negativa de los acontecimientos que se desarrollan en  Cuba sobre Venezuela. El giro realizado en el VI Congreso del PCC por la dirección del partido que como salida a la crisis económica, fruto del bloqueo a la isla, el burocratismo y el aislamiento de la revolución en un pequeño país,  ha optado  por  la adopción de medidas de mercado capitalista para salir de la misma. Si esta línea se mantiene pudiera llevar a la restauración del capitalismo en Cuba. Esta  política de la dirección del PCC  influye negativamente  en  la política interior de Venezuela de cara a no adoptar  medidas decisivas contra los capitalistas nacionalizando los medios de producción para su planificación  bajo control de los trabajadores y el pueblo.


¿Como defender a Venezuela de la intervención imperialista?


Toda la presión reformista interna y externa  alimenta la confusión política y  es un factor importante que explica este giro de  la política exterior y de Chávez como principal conductor.  Es un grave error sustituir  una política estratégica revolucionaria  por la real politik,  por el pragmatismo político, por  la maniobra política que a corto plazo parece ventajosa, pero que causa un daño mortal al espíritu revolucionario de las masas. Ir por ese camino es repetir  la política de la coexistencia pacífica del estalinismo, de acuerdos con los imperialistas o con sectores de los mismos, que fue uno de los factores fundamentales que llevaron al derrumbe de la Unión soviética. Es necesario corregir este orden de cosas y no continuar por esta política exterior tan peligrosa para la revolución venezolana.


La mejor manera de defender a Venezuela de la amenaza imperialista, de la posibilidad de una intervención militar,  es profundizar la Revolución socialista  dentro y fuera de Venezuela.¿Puede la revolución socialista en Venezuela extenderse a otros países? ¿Hay condiciones para ello? La respuesta a nuestro juicio es que sí.  El imperialismo se halla empantanado en Afganistán e Iraq. En Libia no ven la manera de resolver el conflicto y temen una intervención terrestre.  Al mismo tiempo se  halla inmerso en una crisis económica que lejos de amainar, arrecia.Toda la situación internacional viene marcada por la irrupción de las masas en el mundo árabe, huelgas generales en toda Europa. Es decir por un amplio proceso de profundización de la lucha de clases a nivel mundial.


En América Latina la presión de las masas va en aumento incluso en países donde gobierna la derecha. El giro de Santos en Colombia responde a la certeza del sector clave de la burguesía de que no se puede seguir gobernando de la misma manera y hay que hacer algunas concesiones a las masas para evitar que el malestar creciente que existe en la sociedad colombiana, y que se ha expresado a lo largo de los últimos años en distintas movilizaciones de masas, pueda desembocar en un proceso revolucionario en Colombia. La última de estas movilizaciones, que ha marcado un punto de inflexión y representa el primer gran movimiento de masas contra el gobierno de Juan Manuel Santos, ha sido la reciente jornada de manifestaciones masivas del 7 de abril contra las políticas de privatización y ataque a la educación pública y los derechos sociales, en la cual según datos de los propios medios de comunicación burgueses, marcharon más de un millón y medio de estudiantes y profesores en todo el país convocados por la izquierda y los sindicatos de clase.


En Centro América no hay un régimen burgués estable: en México la crisis política y económica llega a límites insoportables para las masas que pueden desembocar en una explosión de furia más pronto que tarde. En Perú la victoria de Humala en la primera vuelta, sea cual fuere el resultado de la segunda vuelta a celebrar el próximo 5 de junio y la política que desarrolle el mismo, refleja la presión del movimiento de masas, y así suma y sigue país tras país.


Es el momento de reimpulsar el Alba y darle un contenido socialista y revolucionario por que el movimiento de masas demanda eso. Es en este contexto,  lejos de darle la mano a Lobo o Santos, de intentar llegar acuerdos con el reaccionario gobierno Iraní o Chino, de mirar con recelo la revolución árabe, el comandante Chávez  tiene la oportunidad de  ponerse al frente del movimiento de masas utilizando su prestigio y marcando el camino del socialismo como salida a la crisis del mundo.


Para hacerlo debería en primer lugar  terminar la tarea en Venezuela; nacionalizando la banca, la tierra y los monopolios bajo el control democrático de la  clase trabajadora y el pueblo, y no de un puñado de funcionarios que hablan de darle poder al pueblo gradualmente por que el mismo no está preparado. Pero además construir un Estado de los Consejos de trabajadores, campesinos, estudiantes y comunidades. Es construir el Estado Comunal basado en la toma del poder de la clase trabajadora y los sectores populares.Hoy las masas latinoamericanas luchan por la segunda independencia que solo es posible a través de la revolución socialista. Ese es el camino que debemos seguir labrando. 


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Corriente Marxista Revolucionaria

Corriente de militantes del PSUV. Junto a su periódico El Militante, es voz marxista de la clase obrera y del PSUV en Venezuela.
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