2. La realidad es que a ningún partido u organización debe medírsele por el nombre que ostenta, por el brillo de sus uniformes, por lo que proclama en sus discursos o en sus programas. Las organizaciones sólo pueden definirse por lo que hacen y cómo lo hacen. En 1978 fue aprobada la Constitución que, según los partidos, el gobierno, los medios de información. Representaba el proceso de cambio hacia la democracia; en febrero de 1981, con el fracasado golpe de Estado, se vio que a pesar de la Constitución no era ninguna garantía para frenar las grandes presiones de los poderosos grupos económicos de poder. En esas condiciones, en 1982 asume el gobierno el PSOE pero con la “espada desenvainada de Damocles” encima de la cabeza en forma amenazante. Felipe González tuvo que acomodarse a las circunstancias y hacer en el gobierno lo que él determinó en su momento.
3. Pero no hay que pensar que González quería hacer mucho por la población española porque eso de “socialista” en Europa nunca ha significado más que realizar una serie de reformas dentro del sistema capitalista para que este se haga más eficiente. Pero eso sí, Felipe González, “el socialista”, tuvo que resistir dos poderosas huelgas generales de trabajadores en 1988 y otra en 1994 contra el abaratamiento del trabajo, los contratos temporales, la movilidad geográfica, el recorte de prestaciones, y demás. Además desató una criminal guerra sucia contra ETA y organizó los GAL (grupos armados de liberación que funcionaron de 1983-87), así como que nadie olvida la enorme corrupción que se desató entre sus funcionarios, tal como el caso Roldan. ¡Puede olvidarse que González apoyó la permanencia de España en la OTAN y envió tropas a la guerra del Golfo?
4. ¿Tiene algo que ver este tipo de gobierno criminal y corrupto con la ideología y práctica socialista que debe ser exactamente lo contrario? Por eso cuando se califica de gobierno socialista a este tipo de gobierno capitalista y de derecha –cuyas prácticas son evidentes- es como una mentada de madre a los seguidores del socialismo de Marx. Y lo que hizo González en sus 13 años y medio de gobierno lo ha venido repitiendo Rodríguez Zapatero porque las circunstancias de dominio capitalista y de alianzas internacionales siguen siendo las mismas. En los primeros años Felipe González pudo aprovechar su prestigio de socialista, pero muy pronto se le gastó porque la realidad española y mundial le impuso otra dinámica; Zapatero, cuando obtuvo la victoria por los bombazos de 2004, unos días antes de las elecciones, desesperado, menos pudo diferenciarse del PP.
5. Hablar de José María Aznar, recalcitrante derechista y asesino, es más sencillo. En 1989 surge como figura y llega a la Presidencia siete años después. Participa en la creación de la Unión Económica Monetaria y adoptó el Euro como moneda en 1998. Sin embargo de manera rápida privatiza grandes empresas que antes eran del Estado: Telefónica, Endesa, Aceralia, Argentaria, Tabacalera, Repsol y Gas Natural. Al mismo tiempo que se vendían esas empresas se reducía el gasto social en protección social (educación, pensiones, sanidad pública, seguridad y vivienda). España se integró plenamente a la estructura militar de la OTAN y la Unión Europea. En 1999 participa España, durante 10 semanas, en el bombardeo contra Yugoslavia (aprobado también por PSOE). La represión con la ETA se recrudece.
6. Pero lo que más fortaleció el carácter fascista del gobierno español fue el apoyo que prestó a los EEUU en el bombardeo de Afganistán en 2001 y su papel destacado con Bush y Blair en la planeación del inicio de la invasión de Irak en 2003. ¿Puede olvidarse aquella reunión de Azores el 16 de marzo, tres días antes de los bárbaros bombardeos e invasión a Irak? Las gigantescas manifestaciones de Madrid (en las que participé junto a varios amigos de aquel lugar) de nada sirvieron para parar aquellas masacres o por lo menos para desarrollar la conciencia de los españoles que han seguido votando por los más asesinos. La realidad es que pensé que con aquella actitud fascista del gobierno de Aznar los españoles no volverían a votar por su partido. La realidad es que en 2004 –sino por las bombas criminales lanzadas en Atocha, quizá hubiera triunfado nuevamente el PP.
7. Así que no PP y PSOE no tienen casi ninguna diferencia, igual que el PAN y PRI mexicanos. Son partidos directamente al servicio de los empresarios capitalistas y de las políticas de los EEUU. Hablar de que PSOE es un partido de izquierda y PP un partido de derecha es una tontería. Los jóvenes que desde el 15 de mayo ocupan la Puerta del Sol, la plaza madrileña, así como los jóvenes de de las casi 50 ciudades españolas ocupadas, saben que los partidos que se alternan el poder –como el republicano y demócrata de los EEUU- son la misma clase dominante que cada cuatro, seis u ocho años se alternan el gobierno para saquear el presupuesto público. Nuestra tarea tiene que ser combatir hasta enterrar a los gobiernos, partidos, empresarios explotadores y medios de información sin olvidar que quien los mueve como títeres o peleles son los gobiernos de los EEUU.