Buenos Aires. “En esta puta ciudad… matan a pobres corazones”
¿Por qué habría de silenciar Fito Páez el asco que le provocan aquellos fascistas que votan a los fascistas? El candidato Macri cargado con un ideario nazi-fascista y con un prontuario delincuencial que le merecería cárcel y repudio a los ojos de “cualquier cristiano”, tiene corifeos mediáticos que se desagarran las vestiduras con el pretexto de que Fito “discrimina” a la mitad de los “porteños”. Sartre escribió su Nausea.
Pero en realidad Fito les importa un pito. Ellos van por Cristina, ellos buscan la “presa” mayor, ellos quieren ensuciar todo lo que suene a kirchnerismo y ellos aprovechan todo lo que encuentran para arañar argumentos, según su lógica, manipulables. Ahora toda la derecha más mediocre se alza con ínfulas de indignación. Ahora los intelectuales más mediocres, los comentaristas faranduleros más ramplones, los políticos más impresentables... están “ofendidos” y moquean escandalizados sobre el manto virginal de su exitismo electoral.
Y el exhibicionismo pueril de estas magdalenas atónitas, y dolidas, viene como anillo al dedo para abonar testimonios irrefutables sobre su hipocresía infinita y sus operaciones mafiosas al unísono. Han sido realmente tontitos. No hubo uno que se silenciara ni por pudor ni por sospecha de idiotez contagiosa. Todo lo contrario, se descosieron pródigos en adjetivos y caritas socarronas, se embriagaron con énfasis sentenciosos y triunfales, se regodearon en las babas de su ingenuidad y arremetieron contra Fito pensando que el golpeteo calumnioso se capitalizará en éxito político. Nunca antes un rockero se fortaleció tanto con la debilidad de esos canallas que, en verdad, dan asco. Hay que verlos.
De este bochorno nazi-fascista pleno de exhibicionismo mercenario, sale ganando el pueblo argentino que lucha por emanciparse de todas esa calañas parasitarias que circulan impunemente por las pantallas televisivas, todavía con las manos manchadas de sangre. Sale ganando lo mejor de un pueblo que se diferencia cada día más de los dinosaurios genocidas responsables, directa e indirectamente, de las 30 000 muertes que viven en la batallas más dignas. Sale ganando esa Argentina de hoy que, a tirones y no sin contradicciones, va dando ejemplos de dignidad. Nada de esto esconde las meteduras de pata, las incongruencias, las debilidades ni las calamidades que reinan aun en un país pleno de riquezas.
Son estas horas en que Argentina requiere un frente
único contra la derecha. Son estas las horas en que esa derecha, en sus desesperación,
hará payasadas como la que ha protagonizado contra Fito Páez, para mostrar su
verdadero rostro intolerante y putrefacto. Es esta la hora en que nadie debe
engañarse y en que nadie debe sustraerse a un combate necesario y obligatorio
que supere, de una vez por todas, esa lacra tóxica y decadente que está
dispuesta siempre a financiar, y aplaudir, golpes de estado y magnicidios. “Siento
que el cuerpo celeste de la ciudad se retuerce en arcadas al ver a toda esta
jauría de ineptos e incapaces llevar por sus calles una corona de oro, que hoy
les corresponde por el voto popular pero que no está hecha a su medida.” Fito
Páez http://www.pagina12.com.ar/
Esta ofensiva contra Fito, en lo individual, es en realidad un alarido histérico contra un pueblo en su totalidad. Es un aviso más, es una pataleta histérica, es un gesto descompuesto y decadente que en su inutilidad nos ofrece sus verdaderas intenciones, exhibe a sus más conspicuos personeros, muestra sus heridas y sus perversiones. Es hora de profundizar lo mejor del modelo económico que los trabajadores soportan. Pasar de la náusea a la lucha. El mal rato que han hecho pasar a Fito, y a muchos, es en realidad un buen retrato de la inteligencia (escasa) de una clase desesperada que no podrá contra Cristina y lo sabe bien. Bien que lo sabe. Por un gran frente único contra Macri y la derecha.
http://argentina.elmilitante.
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