El asalto y saqueo de la Embajada de Venezuela en Trípoli, Libia, perpetrado por los grupos mercenarios libios dirigidos por la OTAN, no puede interpretarse de otra manera, sino, como una violación más al derecho internacional y una retaliación política-criminal por parte de las fuerzas imperiales contra la República, y particularmente contra el verbo revelador de la verdad del Presidente Chávez quien ha denunciado, sin tapujos, los intereses ocultos de las potencias imperiales sobre Libia y la responsabilidad directa de estas en el crimen y la sangre que hoy derrama el pueblo libio. Chávez ha sido consecuente y oportuno en su denuncia desde principio de la agresión imperial a Libia y Siria (finales de febrero y marzo), además porque se pretende legalizar un guión peligroso que las potencias occidentales podrían emplear contra cualquier país soberano. Esto molesta al imperio y a sus lacayos.
Los mercenarios que irrumpieron en la sede de la Embajada de Venezuela, particularmente en la residencia, echando tiros al aire, no sólo robaron todas las pertenencias del Embajador y del Estado venezolano (vehículos, ropa, muebles, etc.) sino que preguntaron a los vecinos por el paradero de Afif. Frustrados los mercenarios en el objetivo fundamental de esta acción que creemos era apresar y/o asesinar al Embajador, otras fuentes cuentan que los mercenarios han mantenido vigilancia sobre la sede de la Embajada y que la misma está siendo utilizada para otros fines.
Afif Tajeldine, cómo diplomático venezolano y conocedor profundo de la realidad que aqueja al pueblo libio, valiéndose de su dominio de la lengua árabe, se había preocupado por dar a conocer en todos los espacios y medios nacionales de Libia y del Mundo Árabe la posición digna del gobierno revolucionario del Presidente Chávez. Nuestro embajador Afif, quien ha permanecido de forma valiente en el zona del conflicto, se había convertido rápidamente en una figura política de referencia muy apreciada por el pueblo libio, pero, al mismo tiempo, muy odiada por los mercenarios agrupados en el CTN a quienes justamente define el maestro Luis Britto García como el Consejo de la Traición Libia.
Llama la atención cómo la agencia de noticias francesa, AFP, intenta manipular lo ocurrido contra la embajada de Venezuela en Trípoli, pero también la insistencia de otras agencias internacionales que pretenden dar con el paradero de Embajador Afif Tajeldine (-mi padre). Sólo 3 interpretaciones pueden darse al respecto.
La primera es entregarlo a los mercenarios libios para que cumplan con el objetivo de asesinarlo y así escarmentar a Venezuela por su digna, justa, necesaria y valiente posición frente a la agresión extranjera en Libia. La segunda tiene como razón relacionar su paradero con el del Líder y demás miembros del gobierno legítimo de Libia, lo que es absolutamente ridículo. La tercera, y la que más concierne al Estado francés a sabiendas de la influencia que ejerce Francia sobre sus “chicos malos” mercenarios, es tratar de limpiar su imagen ante Venezuela y el mundo; lavar sus manos debido a las relaciones económicas comerciales que exciten entre ambos países.
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