Todas las estadísticas confirman que la monserga serrana de Insulza estrangula toda posibilidad de comprensión de lo que quiere o no enunciar. Las suyas son declaraciones que encajan perfectas en la definición de Sánchez Dragó sobre la “fiesta” española: el lidiador y su faena, propia de un “político taurino”: verónicas circenses, volteretas apoteósicas para los taurófilos frenéticos y para los convidados que están allí ignorantes de su complicidad con ese arte criminal, pero que igual se enardecen y se suman al espectáculo con castañuelas y jerez.
Son tales las acrobacias verbales y principistas del Secretario, que bastaría con recordar sus dislates sobre la Ley Habilitante de Hugo Chávez o sobre los otrora huelguistas de hambre que pedían la libertad del policía Mazuco. Hoy, el Secretario quiere visitarnos en el 2012 como “observador”. ¿Observador de qué?. Lo acaba de decir desde su Maestranza, justo cuando en Chile, la arrojada Camila Vallejo denuncia que los Carabineros lucen sus colmillos genocidas como en los tiempos de su paisano Pinochet y la criminalización de las protestas contra Piñera se ha instaurado en las calles de Santiago. ¿Por qué no va en un saltico a Chile, así aprovecha y se come unas empanaditas, y observa y nos cuenta, cómo es que un clan de forajidos, entre ellos el propio Piñera, ha cargado con más de 75.000 millones de dólares, mientras la población se muere de hambre y de frío? ¿Por qué, si se anima, no se echa una pasadita por la Patagonia Argentina y observa, y nos cuenta, la gracia de los Martínez de la Oz, compinches de Videla, con el escritor Osvaldo Bayer y la película Awka Liwe, hablada en mapuche? Ni de vaina. Ya lo dijo a su estilo: quiero ir: "Venezuela tiene un sistema electoral muy fuerte”
Así, supongo, hará migas con los próceres de la MUD.
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