La Organización de Naciones Unidas, está cumpliendo con el mandato de sus amos. Nació con la marca de los triunfadores. Se consolidó para la defensa de los intereses de los vencedores en la Segunda Guerra Mundial y por eso no nos puede sorprender que desde su “Consejo de Seguridad” avale todas las tropelías contra los pueblos libres del mundo, ahora con su sicario OTAN, que garantiza el robo, el pillaje y el saqueo imperial a los recursos naturales y demás riquezas, sin que muera un soldado gringo, inglés o francés. Porque la receta de la CIA, de captar vende patrias para alimentar escenarios de violencia e ingobernabilidad, le permite a ese monstruo asesino, realizar los bombardeos humanitarios y pacifistas, contra la población civil, incluyendo sus propios lacayos que participan en manifestaciones callejeras.
Con el sicariato de la OTAN, esta peligrosa Celestina, denominada ONU, avala los asesinatos selectivos de líderes incómodos para la ambición imperial de Europa y Estados Unidos de Norteamérica. Desgraciadamente para la humanidad, los crímenes de la Santa Inquisición y los del Tercer Reich, se quedaron de pecho, frente a los crímenes ordenados por el Premio Nóbel de la Paz, inquilino de la Casa Blanca, quien escudado en la pigmentación de su piel engatusó a buena parte del pueblo norteamericano y a muchos ingenuos en el mundo, con su discurso del cambio, del giro en las políticas norteamericanas tanto a lo interno como a lo externo.
Por este mismo medio a través de un trabajo denominado “No podemos pedirle peras a Obama”advertimos, sobre el peligro que representaba el refístolero moreno, electo como nuevo relacionista del Complejo Industrial, Militar, Financiero y Comunicacional (Léase Pentágono), que es el aparato que efectivamente ejerce el gobierno en Estados Un idos.
El mejor representante de la política del “Garrote y la zanahoria” es este emérito Premio Nobel de la Paz, quien junto a sus socios de Europa, ha mejorado con creces los métodos criminales de George W. Bush y la espectacularidad de los genocidios y magnicidios. Vemos por ejemplo como los canales de TV del mundo al servicio del imperio se esmeraron en transmitir el cadáver ensangrentado del Coronel Mohamar Cadafi, tras su linchamiento por los perros de presa, l”Los cachorros del Pentágono”. No contento con esto ahora lo exhiben en un frigorífico como si se tratase de una pieza de cacería. Igual hicieron con Saddam Husein, George W. Bush y su pandilla, que lo mostraron al mundo colgado de una soga, despúes que dejó de ser útil a la CIA y demás agencias criminales del imperio del norte. Se trata del mensaje, la amenaza de los modernos filibusteros, advirtiendo que la suerte de Sadam Hussein, Osama Bin Laden y Mohaamar Kadafi, es la misma que espera a todos los “tercermundistas” que osan desafiar el poder homicida de las castas imperiales, que hoy bañan con sangre, praderas, montañas y alamedas del mundo, en busca de nuevas fuentes de riquezas para despilfarrar, con su desenfrenado estilo de vida. Eso es terrorismo de Estado, puro. Pero los pueblos no tienen miedo y en esta empresa van a sucumbir los saqueadores y homicidas que invaden territorios y arrasan naciones.
El mundo entero a través de las agencias de noticias ha podido leer la promesas de los bucaneros, de continuar siendo socios en la transición y reconstrucción de Libia. La reconstrucción en la cual será invertida parte de los millones de dólares de las reservas internacionales de esa nación que se robaron ellos, bajo la excusa de congelar las cuentas para evitar la compra de armas por parte del “Dictador”.
Ahora vienen las transnacionales a reconstruir. ¿Reconstruir que? ¿El alma de Libia? ¿La mancillada dignidad del pueblo libio?¿El patrimonio de la humanidad que representaban los monumentos de esta milenaria nación y que fueron destruidos con los criminales bombardeos de la OTAN? ¿Los corazones de madres y padres que vieron morir a sus niños y niñas, destrozados y calcinados por las humanitarias bombas lanzadas por la OTAN con el beneplácito de la ONU? ¿Porque no asumen que ahora van con los contratistas (Criminales formados para el arrase) a intentar someter al rebelde pueblo que no acepta la imposición de la bota extranjera en su patria y el reparto del botín que representan las reservas de petroleo, agua y demás minerales del suelo libio? La guerra de liberación de Libia, es ahora cuando comienza. La dignidad de un pueblo no muere, con el asesinato de su líder, por el contrario se potencia.
Estos crímenes cometidos por el imperialismo no quedarán impunes, porque los propios pueblos de Europa y Estados Unidos de Norteamérica se encargarán de cobrárselos a las mafias que hoy detentan el poder y mantienen secuestrada la voluntad de los colectivos.
En EEUU, el incendio va por dentro. Los indignados como en Europa cada día tienen más eco. La segregación racial está creando las condiciones para que de la Unión, orgullo de los mafiosos que sojuzgan a ese pueblo, termine en un archipiélago de naciones, con sus raíces culturales y sus principios que hoy son ahogados por el complejo militar, industrial, financiero y comunicacional, que baña de sangre a diferentes latitudes para dar rienda suelta a sus apetencias, que día a día erosionan la estabilidad de la nación donde millones de personas han visto desaparecer hasta sus esperanzas, con la mega estafa mundial ejecutada por los banqueros arropados con el inorgánico papel verde que ha esclavizado financieramente a la humanidad.
El dominio imperial está tocando fondo y no hay que olvidar que “mientras mas grande es el edificio mayor es la caída”. El nuevo milenio representa el ocaso del imperialismo y este siglo XXI será testigo de su sepelio, junto a la peligrosa Celestina que es la ONU.
Periodista*
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