Durante las últimas dos semanas del año 2011, Corea del Norte ha estado
presente en los diferentes medios de comunicación en todo el mundo. La
razón principal ha sido la muerte, el 17 de diciembre, de su máximo líder
Kim Jong-il, y el posterior nombramiento del sucesor, su hijo Kim
Jong-un. Ese acontecimiento ha dado lugar a una serie de acciones
diplomáticas y políticas por parte de diferentes actores. Inmediatamente
después de conocida la noticia, los máximos líderes de China y Japón, y de
China y Rusia, se reunieron para evaluar la situación, al tiempo que
Estados Unidos decidió enviar a Kurt Campbell, secretario de Estado
adjunto para Asia Oriental y Pacífico, para que se reúna con autoridades
de Corea del Sur, China y Japón, lo que da una idea de la importancia
geopolítica de Corea del Norte. Simultáneamente, una delegación de Corea
del Sur, conformada por la exprimera dama surcoreana Lee Hee-ho, y la
presidenta del grupo Hyundai, Hyun Jeong-eun, se hizo presente en los
funerales de Kim Jong-il, mientras que la Asamblea General de la ONU
guardó un minuto de silencio en honor al fallecido líder norcoreano.
Una vez concluidos los funerales para honrar a quien fuera el máximo líder
de Corea del Norte entre diciembre de 1991 y diciembre de 2011, desde ese
país de Asia oriental se han emitido dos comunicados importantes. Por un
lado, que el gobierno de Corea del Norte no realizará cambios en su
política interior y exterior, y por otro lado, que el nuevo líder Kim
Jong-un, desde ahora también es, al igual que fue su padre, el
Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, compuestas por 1,2 millones de
soldados, en un país de unos 120 mil km2 y 25 millones de habitantes.
Por lo visto, todo parece indicar que Corea del Norte seguirá gobernada
según la filosofía ‘juche’ (ver: Grace Lee: The political philosophy of
juche; Stanford Journal of East Asian Affairs, Vol. 3, Nº 1, 2003), la
cual se sustenta en tres principios fundamentales: 1. El principio del
‘chaju’ o de la unidad interna e independencia externa; 2. el principio
del ‘charip’ o de la independencia económica, y 3. el principio del
‘chawi’ o de la independencia militar.
El principio del ‘chaju’ postula que la unidad interna es posible en la
medida en que el pueblo se une alrededor del partido y del líder, mientras
que la independencia externa se basa en el derecho a la autodeterminación,
la igualdad y el respeto mutuo entre las naciones, y la no dependencia de
potencias extranjeras. Por su parte, el principio del ‘charip’ establece
que es necesaria una economía independiente y autosuficiente, a fin de
alcanzar la prosperidad nacional. Dicha economía se debe basar en una
poderosa industria pesada, que tenga un núcleo de construcción de
maquinarias que permita equipar la industria ligera, la agricultura, el
transporte y las otras ramas de la economía. Finalmente, el principio del
‘chawi’ procura la independencia militar y autoconfianza en materia de
defensa, a través de la movilización de todo el país y la completa
inculcación de la ideología en las fuerzas armadas. Este último principio
fue resumido por Kim Il Sung, el padre de Kim Jong-il, de la siguiente
manera: “No queremos la guerra, ni tampoco le tememos, pero no le
imploramos la paz a los imperialistas”.
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