A propósito de las elecciones presidenciales realizadas en Senegal el
pasado 26 de febrero, cuyos resultados en la primera vuelta dieron como
ganador al actual presidente Abdoulaye Wade, con el 35% de los votos,
seguido por Macky Sall (26%) y Moustapha Niasse (13%), resulta de interés
revisar algunos aspectos relacionados con el contexto geopolítico interno
de este país ubicado en el occidente de África. Para ello sirven de base
los artículos escritos por Gérard-François Dumont y Seydou Kante
(Géopolitique du Sénégal: une exception en Áfrique; www.diploweb.com), por
Babacar Diallo (Le Senegal dans le contexte géopolitique des elections en
Áfrique ; www.afrique-innovante.com) y por Jacques Leclerc (Senegal;
www.tlfq.ulaval.ca/axl/index.html).
Este país del occidente de África tiene una extensión de 197.161 km2 y
cuenta con una población de unos 13 millones de habitantes. Limita al
norte con Mauritania, al este con Mali, al sur con Guinea Bissau y al
oeste con el Océano Atlántico, además de tener a la República de Gambia
como enclave, cuyo territorio es de 11.300 km2. Senegal está dividido en
diez regiones administrativas: Dakar, Diourbel, Fatick, Kaolack, Kolda,
Louga, Saint-Louis, Tambacounda, Thies y Ziguinchor. Desde el punto de
vista étnicolinguístico su población se agrupa en 33 etnias, siendo las
más importantes los wolof (42 %), los peuls (14 %), los sereres (11 %) y
los mandinga (8 %), mientras que religiosamente prevalecen los musulmanes
(95 %), habiendo minorías cristianas (4 %) y animistas (1 %). Los
musulmanes a su vez se agrupan en varias cofradías sufíes: tidjanes (49
%), marides (35 %), quadriyas (7 %), layenes (5 %) y otros (4 %). El
presidente Abdoulaye Wade, por ejemplo, es étnicamente wolof y
religiosamente pertenece a la cofradía de los marides.
La población de Senegal se distribuye espacialmente de una forma bastante
desigual. La mitad de ella se concentra en tres regiones occidentales:
Dakar (25 %), Thies (14 %) y Diourbel (9 %), mientras que las regiones
del norte (Louga y Saint Louis) y este del país (Tambacounda) apenas
concentran el 20%. Por su parte, desde el punto de vista de los grupos
etarios, la población de Senegal se distribuye de la siguiente manera:
0-14 años (40 %), 15-64 años (56 %) y mayores de 65 años (4 %). Estas dos
variables están teniendo una gran importancia en el actual proceso
electoral, debido a que, a partir de las elecciones municipales y
regionales realizadas en el año 2009, un nuevo mapa electoral se ha venido
conformando, ya que el partido del presidente Wade, el Partido Democrático
de Senegal, perdió en las ciudades más pobladas, incluyendo a Dakar, donde
se impuso una coalición de partidos ----con gran influencia sobre la
población joven--- que apoyan a Macky Sall, su competidor en la segunda
vuelta a realizarse el 18 ó el 25 de este mes.
A Macky Sall (Alianza para la República) lo apoyan ahora los exaspirantes
a la presidencia Moustapha Niasse (Alianza de las Fuerzas del Progreso ),
Alioune Tine (Movimiento 23 de Junio) y Youssou N'Dour (cantante de gran
influencia sobre los jóvenes), en procura de unir fuerzas para destronar
al presidente Abdoulaye Wade, lo que ha hecho dirigir la mirada hacia
Senegal de los gobiernos de otros países africanos y de potencias con
intereses en ese país, como Francia, Estados Unidos, China y Brasil. Esa
coyuntura geopolítica ha llevado al polemólogo y politólogo senegalés
Babacar Diallo, a escribir, mostrando su preocupación, lo siguiente: “Hoy
en día, una elección en África constituye un verdadero peligro para la
cohesión de las naciones … Las manipulaciones ostensibles, sean
extremistas, étnicas, religiosas o de particularismos locales, son las
palancas accionadas por los actores políticos en busca de poder y de
legitimidad. En estas condiciones, una elección africana sin violencia,
sin muertos, parece una excepción”. Así las cosas, a finales de este mes
de marzo, Senegal será noticia, la geopolítica de habrá manifestado.
* alportillo@ula.ve
