Nosotros, al igual que México, tenemos la desgracia de tener de vecinos
a paises que solo nos han causado daño desde nuestra fundación como
territorios libres del yugo español. México, tiene a los Estados Unidos
y nosotros a Colombia. Lamentablemente para Venezuela, desde nuestra
separación de la Gran Colombia, el estado colombiano no ha hecho otra
cosa que amargarnos la vida. Tanto los gobiernos como sus malos
ciudadanos, se han aprovechado de nuestra hermandad, de nuestra
ingenuidad, de nuestra bondad y de las bondades de las materias primas
que posee nuestro territorio.
Desde Santander hasta el
narcoterrorista presidente Santos, no ha habido un solo gesto de
amistad valedero del estado colombiano hacia nosotros. Todo lo
contrario, ellos, con la ayuda de algunos de nuestros presidentes
traidores a la patria, nos han robado gran parte del territorio de
Táchira y Zulia. Los malos colombianos han inculcado en buena parte de
la población venezolana, sus malas costumbres y sus malos hábitos. Han
contaminados a nuestra juventud con sus drogas y los métodos más
increíbles para asesinar. Han abusado de nuestra humildad y de nuestra
amistad, la cual no valoran para nada.
Ellos: (los malos
colombianos) se valen de todas las artimañas, para cruzar nuestra
fronteras cada vez que se les antoje, tan solo para delinquir. O sea:
para robar, asesinar, contrabandear, introducir drogas, para secuestrar,
para chantajear, para cobrarle una supuesta protección a productores y
taxista. Los paramilitares colombianos, oblígan a sus paisanos que
tengan nacionalidad venezolana que viven en las zonas fronterisas a que
voten por los escuálidos. Por esto es que la revolución no haya ganado
en esos estados en los últimos ocho años, ni podrá ganar este año. Si
no lo hacen, sus cadáver aparecerá descuartizado y quemádo en algunas de
esas fosas comunes que abundan dentro de sus fronteras.
Los
militares colombianos, y los cuerpos de seguridad colombianos, violan a
cada rato nuestra soberanía. Todos ellos son complices de todos los
delitos que se cometen en la frontera. Jamás han entregado a nuestras
autoridades algún delincuente de tantos que se fugan hacia Colombia. El
gobierno colombiano, otorga refugio a los enemigos del gobierno, es un
estado forajido gobernado por peligrosos narcotraficantes. Su presidente
es el más grande violador de los derechos humanos, es un falso amigo de
Chávez y de todos los venezolanos. Es hombre de confianza de los
yanquis y de los sionistas judios en suramerica. Se aprovecha de la
ingenuidad de Chávez y la amistad que este le brinda para su bienestar
y de la oligarquía colombiana. Este fascista con cara de guazón, solo
espera la orden, imperial, para darle la puñalada de Nariño.
La
naturaleza, nos bendijo con inmensos recursos naturales, y los
españoles, nos echaron una maldición gitana de por vida, dándonos como
vecino a una nación gobernada desde hace docientos años por una casta de
oligarcas envenenados por su odio hacia venezuela. Casta, que mantiene
al pueblo colombiano oprimido, ahogado en la miseria, y con la muerte
esperándolo en cualquier rincón del pais por manos de quienes tienen el
deber de protegerlos y cuidarlos. Venezuela, nada bueno puede esperar
del estado colombiano y de los colombianos mal agradecidos: la historia
nos los dice y la realidad lo confirma. ¿Y cual es una de esa
realidades? Bueno, que de diez colombianos que viven en nuestra patria:
solo dos votan por Chávez.
Pero no todo puede ser malo para
nosotros ya que contámos para todo con la hermana república de Cuba, que
aunque nos queda lejos, está más cerca que Colombia en nuestros
corazónes. Cuba, si es nuestra hermana, siendo sus hijos nuestros
verdaderos camaradas. De Cuba se puede esperar todo lo bueno. Los
hermanos cubanos son recíprocos con nosotros en el trato y en
agradecimiénto. Cuba, nos envía todo lo bueno que hay en ella en
especial la solidaridad y la alegría de su gente. Los hermanos Castros,
no son los López Michelsen, los Restrepos, los Gavirias, los Uribes y
mucho menos los "Santos" que han gobernado a Colombia. Los castros
significan dignidad en toda América, mientras esos oligarcas
colombianos, solo significan terror y muerte
Que sea el
pueblo colombiano que decida, si vale más la palabra de Santander o la
de Bolívar. Que sean ellos quienes decidan si están más cerca de
nosotros que de los Estados Unidos. Que sean ellos con esas luchas de
más de medio siglo, logren conseguir su libertad y su alegría. Que sean
ellos quienes decidan si de verdad somos hermanos. Que sean los buenos
colombianos que decidan, si sus fronteras solo sirven para fomentar el
delito y para conspirar contra nosotros . Estámos atádos con Colombia
por circunstancias de la naturaleza, con Cuba estámos atádos por el
cordón umbilical que existe entre Bolívar y Martí y los lazos de
amistad y de amor que hay entre dos pueblos revolucionarios.
aponwuao@hotmail.com