1. Además de las mil y una tonterías declaradas por Gabriel Quadri, el candidato presidencial de la cacique magisterial Esther Gordillo –dueña escriturada del Partido Nueva Alianza- acaba de decir que las escuelas Normales (de donde han salido el 90 por ciento de los profesores en México desde el siglo XIX, es decir, varios millones de maestros de preescolar, primaria, secundaria y Normales) “son nido de guerrilleros porque allí estudiaron Jenaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas”. Hay que agregar que éstos fueron asesinados por el gobierno en 1972 y 1974, respectivamente y que además cientos de miles de profesores egresados de esas escuelas Normales –todos de origen indígena y campesino- han sido asesinados y encarcelados por luchar por sus derechos y los de los miserables del campo. ¿Qué puede saber un “intelectual” como él que apenas vio una oportunidad para colarse, aprovechó, aunque se pusiera al servicio del caciquismo magisterial?
2. Quadri es un político cuadrado; pensé erróneamente que era un intelectual ligado a los grupos ambientalistas alejados de la politiquería y por eso honesto; aunque también en mi artículo al respecto me hice la pregunta: ¿cómo un personaje de este tipo acepta la candidatura del partido de una cacique magisterial, muy desprestigiada? Pues Quadri se ha adaptado al marco construido por Esther Gordillo y se siente en su elemento apoyando a quien está ya muy desprestigiada, primero apoyando la “evaluación universal”, luego “rechazándola” y ahora repitiendo –como perico- la frase muy trillada de que “las Normales son nido de guerrilleros”. ¿Sabe el joven candidato presidencial que las escuelas normales de profesores existen en México desde hace casi 150 años y que las escuelas Normales rurales de campesinos son producto de la Revolución Mexicana 1910-17 y de la “identidad nacional” de los años veinte y treinta del pasado siglo?
3. Jenaro Vázquez, Lucio Cabañas, Arturo Gámiz y mil profesores rurales más, que entregaron sus vidas en los estados de Guerrero, Chihuahua, Oaxaca, Chiapas, Michoacán y demás estados luchando como guerrilleros, encabezando marchas, en luchas sindicales, en huelgas y plantones a favor de los pobres, son hoy héroes nacionales reconocidos por los pobres del campo. Todos ellos fueron de los miles de millones de profesores egresados de esas escuelas Normales que a partir de la década de los sesenta comenzaron a clausurarse por los gobiernos de la República con el pretexto de ser “nido de guerrilleros y de agitadores”. ¿Con qué objetivo las han estado clausurando? Con la condenable misión de crear Normales urbanas privadas con ideología derechista y clerical. Con el mismo pretexto fue destruido en 1956 el internado del Politécnico, la Nacional de Maestros y se buscaba cerrar la escuela de agricultura de Chapingo, estado de México.
4. Las luchas de los maestros rurales de los estados de Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Chiapas, Morelos –agrupados hoy en la Coordinadora (CNTE) siguen estando a la vanguardia de las batallas nacionales por la justicia y la libertad. ¿Oyó Quadri hablar alguna vez de la persecución de maestros en los años treinta y cuarenta por hacendados, terratenientes y clero simplemente por enseñar a leer y escribir? ¿Se enteró de los miles y miles que tenían que caminar cientos de kilómetros para llegar a sus escuelas y las condiciones en que permanecían en ellas? Quadri, como la inmensa mayoría de la gente tonta o ligada a Televisa, sólo conoce a los maestros comisionados del SNTE y de la SEP, a los profesores que jamás cumplen en sus escuelas porque son protegidos por los dirigentes del sindicato de su patrona, misma que hoy por conveniencia política pide que se retrase la aplicación del examen universal. Quadri, como la Gordillo, no representa a los profesores que sí trabajan.
5. Por eso las palabras de Quadri el cuadrado suenan otra vez a odio contra los hijos de los campesinos. Debe decirse que de las más de 50 Normales que existían hasta mediados del siglo XX hoy sólo están funcionando –en condiciones deficientes- unas 10 escuelas Normales rurales que luchan contra las continuas agresiones de que son objeto con el pretexto de que no hay dinero para su presupuesto alimenticio, de que sobran maestros, que no hay plazas o que se han convertido en “nido de agitadores”. Todavía en los sesenta los egresados de esas Normales, al salir, gozaban de plazas magisteriales automáticas, sobre todo porque las aceptaban en cualquier población de la República. Hoy les han inventado una prueba, un examen, para limitar lo más posible la obtención de una plaza y para competir –en condiciones de desigualdad- con profesores egresados de escuelas privadas urbanas. ¿De eso se vanagloria la candidata panista que durante tres años fue secretaria de Educación?
6. Hay que decirles a los candidatos presidenciales que hoy ocupan las principales noticias, en particular a Quadri, que en un país de extremas desigualdades sociales, de dominación de una minoría, de gigantesco desempleo y de millones de emigrantes, que ser guerrillero, luchador social, preso político, no es algo degradante sino todo lo contrario: es situarse en el más alto grado como ser humano. Lo más bajo y más ruin es ser un explotador de trabajo o traficante de influencias con el fin de acumular capital. Los egresados de las escuelas Normales además de impartir sus clases y preocuparse por una buena educación, han luchado y seguirán batallando en las calles respondiendo a su nivel de conciencia. Me gustaría que las escuelas Normales, las universidades y los tecnológicos –además de ser centros de enseñanza-aprendizaje- sean “nido” de luchadores sociales, de agitadores contra la injusticia. Si así fuera México estaría al servicio de su pueblo, no de los explotadores.
