Los bamboleos del neoliberalismo en Europa

Los electores franceses y griegos expresaron con sus votos en las urnas que ya no aguantan más recortes económicos, los que han puesto en vilo a la gran mayoría de sus habitantes.

En Francia, los sufragios se inclinaron hacia el socialista Francois Hollande quien ganó los comicios, en segunda vuelta, frente al candidato oficial y representante en los últimos cinco años de la centroderecha europea, Nicolás Sarkozy.

El ex mandatario francés, junto a su colega alemana Angela Merkel, en una unión dentro del más rancio neoliberalismo, impusieron un pacto fiscal dentro de la zona euro (17 países) que provocó profundos recortes de gastos en Irlanda, Italia, España, Portugal, Eslovenia, Chipre y Grecia.

Medidas de austeridad, casi siempre enfiladas contra los sectores públicos han sido la constante en los últimos tiempos, no solo dentro de la zona euro, sino también entre los integrantes de la Unión Europea (27) que como el caso de Gran Bretaña ha llevado a cabo reducciones profundas en la educación, la salud y las prestaciones sociales.

Los resultados de las elecciones en Francia y Grecia han puesto a pensar (después de desoír las voces de los millones de indignados que se han lanzado a las calles europeas para protestar por esas políticas) a tecnócratas como el primer ministro italiano Mario Monti que tras hablar con Hollande, Merkel y el inglés David Camerón, declaró que ahora “se impone la necesidad de una reflexión sobre las políticas europeas”.

Como indica un viejo refrán, cuando veas las bardas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo.

La turbación entre los políticos tecnócratas se expande pues en corto período de tiempo varios jefes de Estado de la Unión han perdido sus puestos, entre ellos, los primeros ministros, Brian Cowen, de Irlanda, José Sócrates, de Portugal, Giorgio Papandreus, de Grecia, y Silvio Berlusconi, de Italia, y el presidente español José Rodríguez Zapatero.

Todo hace suponer que Hollande se desligue un poco de la posición economicista alemana-francesa, conocida como Merkozy, aunque no se espera una gran separación de la línea diseñada para los miembros de la UE en aras de salvar la Unión y el euro.

Merkel, la dama fuerte de la zona euro, tras la victoria del electo presidente francés, quien apunta hacia una renegociación del Pacto de austeridad fiscal, declaró que este no es negociable.

Hollande no se opone a las medidas de austeridad pero puntualiza que deben ir acompañadas del crecimiento económico, del empleo y de una mejoría en la equidad social.

La población francesa también ha sentido los embates de la crisis económica europea con los consecuentes recortes, y en varias ocasiones estudiantes y trabajadores han salido a las calles para demostrar sus malestares.

La mayoría de los analistas indican que el cambio presidencial en París también beneficiará en algo a la región, al debilitarse el cerco de austeridad tendido por el Merkozy contra varios países de la Unión.

Pero, ojo, el futuro no será de un viraje abrupto sino más bien de continuidad amortiguada para la eurozona pues debe recordarse que Hollande trabajó muy cercano a Jacques Delors, uno de los arquitectos de la Unión Europea, y por tanto comprende las virtudes y debilidades del continente mejor que Sarkozy.

En la arena internacional se prevé que Francia mejorará sus relaciones políticas y económicas con América latina, Medio Oriente, EurAsia y Asia, (bastante abandonadas durante la gobernación anterior) que beneficiarán sus intercambios comerciales.

En cuanto a los comicios en Grecia, los electores pasaron la cuenta a los partidos tradicionales que en los últimos 40 años se han repartido el poder y que en años recientes llevaron a la nación a su más profunda crisis económica, política y social.

El conservador Nueva Democracia (ND), (19,3 %) obtuvo una pequeña mayoría sobre los otros contendientes, aunque con un 20 % menor con respecto a 2009. Gracias a una reciente enmienda, el partido que alcanzara la elección se le entregaría 50 escaños adicionales, lo cual permite al ND llegar a 108 curules. Necesita 43 más para tener mayoría en la Cámara que cuenta con 300.

El otro tradicional partido, el socialista PASOK (13,92 % y 38 asientos) fue sobrepasado por la coalición de izquierda Syriza (15,94 % y 51 escaños). El derechista Griegos Independientes se hizo con 33 puestos; el Partido Comunista (8,36 % y 26 curules) y la extrema derecha, el Dorado Amanecer consiguió un 6,87 % que le permite entrar por primera ocasión en el Parlamento con 21 asientos.

Los griegos rechazaron la política de austeridad impuesta por el pacto Merkozy y por la Troika (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Comisión Europea) que han llevado a la debacle económica y social a sus habitantes.

En febrero pasado, los ministros de finanzas de la zona euro, acordaron otro rescate para Grecia valorado en 130 000 millones de euros, destinado a evitar la quiebra del país y junto con esto, Atenas perdió su soberanía financiera (y hasta política y social) al tener que aceptar en el país la supervisión permanente de la Troika.

El acuerdo resultó humillante porque además de la supervisión, Grecia necesitará nuevos préstamos para continuar paleando su angustia debido a que el capital recibido se empleará en pagar deudas y no en impulsar la producción económica, que a la larga es lo esencial.

El convenio prevé que Atenas establezca una cuenta bloqueada para dar prioridad al pago de la deuda, donde ingresará el monto correspondiente a los vencimientos de los próximos trimestres. Toda la operación estará controlada por un equipo especial de la Troika, que también vigilará que el país cumpla con las exigencias de sus acreedores internacionales.

Días antes de las elecciones, Grecia anunció la profundización de los recortes sociales en 375 millones de euros (425 millones de dólares), entre estos, 75 millones de euros de las jubilaciones; 100 millones por adelanto de recortes de gasto público, 100 millones de la Defensa; y 100 millones de gastos farmacéuticos y atención a la salud.

Como afirmó el líder de Syriza, Alexis Tsipras, "Grecia ha mandado un mensaje a la región de revolución pacífica que demuestra que Europa no puede seguir sobreviviendo con paquetes de rescate y planes de ajuste monstruosos.

De continuar esa rancia línea neoliberal, se extenderán las protestas populares por toda la geografía europea, seguirán los cambios de gobiernos y la crisis económica no saldrá del atolladero.

hedelberto@yahoo.es


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Hedelberto López Blanch

Graduado de contador (1967) y Licenciado en Periodismo (1972). Ha reportado numerosos eventos internacionales celebrados en Cuba, Angola, Zambia, Mozambique, Libia, Tanzania, Qatar, Zimbabwe, Sudáfrica, Alemania y Rusia. Fue corresponsal permanente de Juventud Rebelde en Nicaragua y asesor de redacción del diario Barricada en esa nación centroamericana entre 1985 y 1987. Ha obtenido varios premios de periodismo.

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