1. Si 300 mil profesores de la CNTE, 50 mil estudiantes rebelados contra las mentiras de los medios de información y 18 mil electricistas de LFC, despedidos por el gobierno, todos ellos luchando hoy en las calles, se unieran en acciones, pondrían de rodillas al funesto gobierno del PAN de Felipe Calderón y al candidato del PRI, Peña Nieto, que va adelante en las encuestas porque los medios de información buscan imponerlo. La unidad de obreros, estudiantes y profesores sería una unidad magnífica, necesaria y urgente, nunca antes vista en la historia de México. Los profesores de la CNTE, que están batallando todos los días del año, particularmente en mayo y junio, acampan hoy en el Zócalo; los estudiantes –después de la gran huelga de hace 12 años- despertaron y luchan, y los electricistas del SME sufren desde octubre de 2009 el injusto despido de 44 mil obreros. Seguramente se sumarían más de una veintena de sindicatos y organismos políticos.
2. Los profesores de la CNTE han tomado el Zócalo de la ciudad de México unas 50 veces y han permanecido en él de 10 a 30 días cada vez que se plantan. Durante ese tiempo, además de visitar escuelas y mercados, salen dos o tres veces por semana en marchas de protesta frente la secretaria de Gobernación, Televisa, secretaría del Trabajo o a chivatito, cerca de Los Pinos. No ha habido alguna organización social en México más activa y combativa que la de los maestros de la CNTE que dominan por lo menos ocho estados, son fuertes en otros seis y tienen activismo en los 18 restantes. Lo más importante es que la CNTE no reduce sus demandas a intereses gremiales, mucho menos a aumentos salariales; su preocupación esencial es una educación al servicio del pueblo, pero en primer lugar pelear por la instrumentación de una nueva política y economía al servicio de la mayoría de la población. Esto último los ha llevado a confrontar a los empresarios y al despotismo del Estado.
3. Los 44 mil electricistas cesados o despedidos en octubre de 2009 pertenecen al Sindicato Mexicano (SME) Desde entonces –dos años y medio- han estado luchando en las calles, plazas, visitando escuelas, buscando apoyos y solidaridad. Pero desde los años setenta, por lo menos, fue siempre un sindicato muy combativo que salió a las calles encabezando marchas. El gobierno de Calderón fue brutal, lanzó toda la caballería contra ellos, porque representaban una fuerte oposición a su política privatizadora y entreguista. Mediante ofertas de liquidación y fuertes amenazas el gobierno logró que 26 mil reciban su liquidación, pero no 18 mil que con toda dignidad siguen luchando. Podría demostrarse que el SME fue durante los últimos 20 años la organización obrera vanguardia de las luchas nacionales contra las llamadas “reformas estructurales” que Calderón y el empresariado han querido imponer. Es posible que la estrategia de lucha haya sido débil por tener esperanzas y confiar en el gobierno.
4. Los estudiantes de instituciones privadas y públicas son hoy la novedad en lucha de masas. Aunque en años anteriores (años sesenta, 1968, 1986, 1999) hayan tenido importantes batallas, en los últimos 12 años no han logrado acciones importantes. A partir del pasado 11 de mayo parecen surgir políticamente de la nada, pero la realidad es que estaban a punto de estallar frente al gigantesco monopolio de la empresa televisora “Televisa”, sus mentiras y manipulación permanente; así como contra el candidato presidencial del PRI y de esa misma empresa, que está a punto de ser impuesto mediante el uso de engaños y muchos miles de millones de pesos. Pero también se han manifestado contra el gobierno panista actual por su corrupción y contra los 60 mil muertos o asesinados en el sexenio. Aunque el movimiento estudiantil se ha manifestado apartidario, sus demandas independientes y al parecer “neutrales”, lo comprometen con las luchas mayoritarias.
5. La situación descrita sobre los maestros de la CNTE, de los electricistas y estudiantes, lleva a pensar que puede ser muy fácil lograr una unidad en la lucha de estas tres organizaciones –y muchas más- que están en las calles. Cuando revisamos lo obtenido luchando divididos maestros, electricistas, estudiantes, mineros, campesinos, encontramos enormes esfuerzos, pérdida de energías, represión, muertos y muchas derrotas. Los gobiernos derechistas del PAN y el PRI han aprovechado esta situación de debilidad para dar continuidad a su dominio y mantener a la población dividida. ¿Podrían decir lo contrario la gran cantidad de organizaciones sindicales, de oposición política o que simplemente han planteado reivindicaciones o demandas que no han podido conquistar? Pienso que no se han hecho los esfuerzos necesarios para llegar a acuerdos a partir de los planteamientos y experiencias colectivas.
6. ¿Por qué entonces no se logra la unidad? En primer lugar porque no se cree en que esta pueda traer beneficios y sea posible; se dice que “es mejor sólo que mal acompañado”; pero se olvida que no se puede obtener avances en la luchas con acciones solitarias de grupos u organizaciones que no buscan la unidad. No se unen por la dificultad que tienen para llegar a acuerdos de unidad y lucha. Las organizaciones sindicales y políticas siempre dan prioridad a las posiciones que los separa (programa máximo) y muy poco se inclinan en los puntos que los unen: la estrategia y táctica contra el enemigo común) Pareciera que ponen en primer lugar los problemas de hegemonía, acerca de quién ganará la delantera, quién tendrá las primeras planas y qué fracción saldrá más fortalecida después de las batallas. Sin embargo hay que seguir pensando –a partir de las muchas coyunturas que se presentan como la de hoy- los avances que podemos lograr.