1. En todas las universidades, escuelas o institutos las votaciones para presidente de la República, (de sondeo, adelantadas o reales,) han favorecido por mucho a Andrés Manuel López Obrador. En las concentraciones en calles, en los festivales masivos –como si se tratara de un insulto- se grita: “Televisa te idiotiza” y “el que no brinque es Peña” y todos brincan. La realidad es que Enrique Peña Nieto sigue arriba en las encuestas pagadas y AMLO en segundo lugar, pero nadie confía en ellas porque sólo han servido de propaganda. La pobre candidata del PAN Josefina Vázquez Mota –con un discurso de halagos a la política del presidente Calderón y diciendo que ella también es hombre porque “bajo sus faldas lleva bien amarrados los pantalones”- nunca agarró vuelo.
2. Sin embargo no debe olvidarse que la maquinaria del PRI en todos los estados está bien aceitada, pues ha logrado imponer a muchos gobernadores, sumados a los que tiene. Éstos, como bien se sabe, tienen el control del caciquismo en cada estado. Platicaba ayer con mi amigo José Luis que AMLO ha venido a Yucatán más de 15 veces a presidir reuniones y mítines pero su equipo de trabajo es muy débil; Peña sólo ha venido a presidir en un estadio una gran concentración de acarreados, pero su equipo aquí –que preside la gobernadora- es en todo el estado. El resultado es que en Yucatán el PRI ha tenido siempre el 50 por ciento de los votos, el PAN el 45 y los progresistas apenas se reparten un cinco por ciento. El PAN tuvo un gobernador del PAN (2001-2007), pero fue igual de corrupto y regresó el PRI.
3. Sin el optimismo de AMLO, que me ha parecido muchas veces irreal –que ha sido golpeado, reprimido, engañado, calumniado por los medios, despojado en 2006 de la Presidencia, silenciado durante seis años- ya estuviera arrinconado él junto a sus más fieles seguidores. Yo, el pesimista más extremo, he vuelto a emocionarme a partir del 11 de mayo que los estudiantes gritaron ¡Basta! y se pusieron a caminar. Después de la conferencia de Jaime Avilés y su gigantesco optimismo acerca de la “vida privada” de sus amigo el candidato del Movimiento Progresista, comencé a entender ese optimismo y a ver enormes posibilidades en que AMLO pudiera triunfar. Pero sigo poniendo en primer plano la enorme maquinaria de compra de votos del PRI contra el trabajo de millones de amloístas dispersos y esperanzados.
4. Pienso que el gobierno de López Obrador será asediado por sus enemigos de los medios de información, los empresarios y toda la derecha del PRI, del PAN y del clero. Le impondrán todo tipo de obstáculos: los votos de legisladores, la Constitución, el llamado “Estado de derecho”, para evitar que gobierne en beneficio de quienes más lo necesitan, los sectores mayoritarios. ¿Puede olvidarse acaso a aquellos que durante décadas han acrecentado sus negocios y sus cuentas bancarias durante los anteriores sexenios? Imaginen nada más a la enorme oposición de la derecha para evitar que su gobierno se consolide al buscar que su equipo pudiera gobernar durante el siguiente sexenio. Pero sabemos que AMLO podrá responder con movimientos de masas para poder gobernar con libertad y esa será la gran ventaja.
5. Estas últimas dos semanas serán definitivas: es necesario que el movimiento estudiantil, que ha entendido que Peña Nieto no debe ser impuesto por Televisa y el dinero, se extienda mucho más en los estados de la República. Deseo que organismos como la CNTE, el EZLN, Sicilia, pudieran hacer llamados a sus bases para darle una oportunidad a López Obrador e inaugurar otro programa político y económico distinto al PRI y al PAN. Démosle a AMLO aunque sea un año de gracia para demostrar que está dispuesto a servir a los sectores mayoritarios y si no demuestra claramente a que está dispuesto, exigimos entonces su renuncia. ¿Por qué no probar si durante un gobierno lópezobradorista pueden abrirse los espacios para la lucha por el socialismo?