Recientemente el politólogo estadounidense Kenneth Waltz publicó un
artículo (Why Iran should get the bomb) en la influyente revista Foreign
Affairs, en el que da a entender que Irán finalmente tendrá la bomba
atómica y que eso contribuirá a la estabilidad en la región del Medio
Oriente. Contrario a lo que piensan muchos analistas de Estados Unidos,
Europa e Israel, en el sentido de que el arma nuclear en manos de Irán
sería lo peor que pudiera ocurrir, Waltz considera que la concreción de
tal acontecimiento sería lo más conveniente para todos.
Explica Waltz en su sorprendente artículo, que la inestabilidad y la
actual crisis en el Medio Oriente se han debido en parte al monopolio
nuclear que en esa región ha tenido Israel durante las últimas cuatro
décadas, y no al actual deseo de Irán de poseer la bomba atómica. El
hecho concreto es que Israel ha procurado siempre mantener el monopolio
nuclear, para lo cual ha realizado bombardeos selectivos contra
instalaciones militares de Irak en 1981 y de Siria en el 2007, y tiene
planeado ejecutar algo similar contra puntos estratégicos ubicados en
territorio iraní.
Por otra parte, Kenneth Waltz señala que, a diferencia de lo que muchos
creen, la política de Irán no es dirigida por un puñado de fanáticos
desquiciados y malvados, sino por racionales ayatolás (ayatollah) que
desean sobrevivir como cualquier otro líder. Textualmente dice: “Irán
puede ser intransigente en la mesa de negociaciones y desafiante frente a
las sanciones, pero en la práctica actúa para asegurar su propia
preservación”.
Y para finalizar este corto escrito, se debe mencionar que, de acuerdo con
Waltz, una vez que Irán tenga el arma nuclear, al igual que lo han hecho
otros Estados que ya la poseen, éste será muy celoso de que ese
conocimiento no sea adquirido por países vecinos o por grupos terroristas,
ya que esa arma en sí misma será una garantía de tener una mayor
capacidad defensiva, en el contexto de una región con mayor estabilidad.
Así que sólo queda esperar para ver cómo discurre en la realidad esta
suerte de atrevida predicción optimista hecha por el profesor Kenneth
Waltz.
alportillo@ula.ve