El ataque de Inglaterra al derecho de asilo es parte del proceso que la cúpula militar-financiera mundial adelanta para reconfigurar y recolonizar el mundo, que incluye la guerra, el terrorismo de Estado, la desintegración de los estados hasta la anulación de espacios nacionales autónomos en capacidad de oponerse al poder global, lo que supone la destrucción de la diversidad cultural, étnica, religiosa, idiomática, musical; la apropiación y mercantilización de la diversidad biológica, de los conocimientos de los pueblos originarios.
La liquidación de los espacios de negociación interclasista para el desarrollo de políticas públicas de bienestar social, desapareciendo siglos de conquistas populares, imponiendo a cambio el miedo como elemento de cohesión social, implica la desaparición de la democracia, el triunfo del totalitarismo y el castigo ejemplar a las desviados, bien sean personas, como Julian Assange y el soldado Bradley Manning, o países como Libia y eventualmente Irán y los del ALBA.
Toda la legalidad internacional está siendo transformada mediante el uso de la fuerza política y/o militar y van creando en los hechos otra “legalidad”.
Lo mismo ocurre con el multilateralismo fundado en la soberanía, la autodeterminación de los pueblos, la igualdad jurídica de los estados,
la solución pacífica de los conflictos, que viene siendo sustituido por alianzas militares colocadas por encima de las naciones, con una fuerte tendencia a la privatización de los ejércitos y la guerra, y sean corporaciones internacionales las que manejen la guerra y la paz con criterios de mercado.
Hoy en las negociaciones de la ONU se desarrolla una guerra de baja intensidad
orientada a chantajear con la destrucción del multilateralismo, para que ellas culminen con un multilateralismo a la medida del poder global, que facilite la política como continuación de la guerra por otros medios mediante la adopción de instrumentos que justifiquen la penetración del mercado en todos los intersticios de la vida natural y social.
Han golpeado el derecho de asilo. En el mejor caso, Assange permanecerá
asilado por Ecuador. Pero en Inglaterra donde la mano del terrorismo de Estado lo pueda alcanzar.
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