1. La cercanía del 6º Informe del Presidente Felipe Calderón me recuerda el 6º Informe de Carlos Salinas del 1 de noviembre de 1994. El 1 de enero de 1994 surgió en las selvas del estado de Chiapas el maravilloso levantamiento indígena del EZLN desconociendo al gobierno nacional de Carlos Salinas. Mientras los izquierdistas aplaudimos con entusiasmo aquella magna acción –y de inmediato nos pusimos a trabajar en torno- el gobierno y sus aliados del PAN de inmediato exigieron la represión a los “transgresores de la ley”.; sin embargo el contrainforme de 1994, último año del sexenio de Salinas, fue una respuesta magnífica contra la enorme corrupción, el saqueo y, sobre todo, a la entrega total de la poca soberanía que quedaba a los intereses de los EEUU por medio del recién firmado Tratado de Libre Comercio (TLC)
2. La realidad es que era un informe maldito, muy difícil de tragar para la gran mayoría de la población consciente de México. En 1994 no solo se había registrado el levantamiento zapatista, sino que ese mismo año fue asesinado el candidato del PRI, el señor Colosio por las mismas fuerzas del régimen, sino también quien fiera el cuñado del mismo Salinas: el señor Ruiz Massieu, hasta hoy no aclarado. Pero además no iba a ser solo eso sino que a 20 días después de tomar posesión del nuevo presidente, el señor Zedillo, se registró el desplome del peso mexicano que demostró que la economía de México entregada por Salinas, estaba a punto de reventar. Por ello y demás asuntos -como la acusación de grandes fraudes financieros de su hermano Raúl y demás miembros de su familia- el ya expresidente Salinas tuvo que autoexiliarse varios años en Irlanda.
3. De entrada cuatro hechos importantes: a) el PRD aún no se entregaba al oportunismo, b) la izquierda radicalizada estaba muy activa, c) los zapatistas del EZLN aún podían marchar o luchar junto al PRD y d) la unidad que existía entre el PAN y el PRI era muy estrecha en aquellos años. Parece que no había mucha confusión porque cada partido o corriente reconocía a su enemigo y a su aliado. El PRD era encabezado por Muñoz Ledo; Chucho Ortega dirigía a los diputados; Cárdenas había sido candidato por segunda vez; López Obrador preparaba el éxodo de tabasqueños al DF; Zedillo asumiría la Presidencia de la República 30 días después y Castillo Peraza era el presidente del PAN. Mientras tanto Felipe Calderón, siendo diputado, se quejaba de que “no lo dejaron escuchar el informe por la vociferación estúpida, por el primitivismo del grito por consigna insensata del PRD”.
4. La realidad es que tanto adentro del congreso como fuera de él, las protestas llegaron a altos grados de enfrentamiento, sobre todo en la calles: en palabras, gritos, mantas, abucheos (adentro) como en manifestaciones, mítines, mentadas de madre, tocando latas y tambores y con el uso de piedras, botellas y gases lacrimógenos, (afuera) El presidentes Salinas quiso lucir en su informe hablando de una buena economía, de haber solucionado el desempleo, de entregar un país en las mejores condiciones; las respuestas de los diputados fueron de abucheos, de despliegue de mantas o alzando las pancartas. Salinas parecía burlarse con su sonrisa de los legisladores, pero al mismo tiempo tragaba corajes porque su informe había sido una pachanga. A la derecha de Salinas estaban correctamente sentados los diputados del PAN que morían de coraje ante las protestas.
5. Pero lo más importante fue la lucha en las calles entre las fuerzas militares y policiales, armados con gases lacrimógenos, caballos y perros que perseguían a los manifestantes que horas antes –con pasos fuertes y carreras- habían salido de la región del anillo periférico, el auditorio y Los Pinos. Sobre todos las confrontaciones frente al Palacio de Bellas Artes donde los uniformados estaban concentrados para evitar el paso hacia el Zócalo de la gran manifestación que venía por avenida Juárez y buscaba entrar a la explanada central por las calles de Madero y 5 de mayo. Allí estaban marchando varios perredistas y zapatistas que hoy son como el agua y el aceite por oportunismo, sectarismo o lo que sea. Se culpabilizó entonces a René Bejarano, Mario Saucedo, Salgado Macedonio y otros.
6. Los informes de gobierno en México llevan alrededor más de un siglo. Lo recuerdo desde las décadas de los cincuenta, sesenta, como un día libre del calendario en el que se invitaba a todo México a escuchar el informe el primero de septiembre y en verano el calendario escolar siempre era a partir del día 2 de septiembre. Eran realmente muy solemnes pero aburridos pues había que pasarse tres o cuatro horas escuchando cifras y más cifras frente a la radio y, años después, escuchando y viendo el televisor. A partir de 1981 –V informe de López Portillo- se inauguró el gigantesco edificio de San Lázaro que vino a sustituir el de Donceles y Allende que corresponde hoy a la Asamblea de la Ciudad de México. Desde aquellos años comenzaron las grandes marchas de protesta contra los gobiernos del PRI y del PAN.
7. La comparecencia del presidente Fox en el congreso –sobre todo el primer informe- fue toda una pachanga. Las siguientes fueron casi imposibles de realizar porque las protestas de la enorme oposición fueron subiendo de tono. Felipe Calderón ya no pudo rendir ningún informe formal en el Congreso y tuvo que hacerlos en Chapultepec o en el Palacio Nacional acordonado con miles de militares y policías. Hoy parece que ya se hizo un acuerdo para que los actos ceremoniales que se realizan en el Congreso puedan hacerse donde les venga en gana a los gobernantes para evitar que las protestas sigan poniéndolos en ridículo. El próximo 1 de septiembre se ha programado el sexto y último informe de Calderón y se preparan grandes protestas por parte de estudiantes y sindicatos. ¿Qué va a informar el presidente que ha permitido más de 95 mil asesinatos en su período de gobierno? ¿Qué puede decir un presidente asesino? (26/VIII/12)