2. El ejemplo que pondría EEUU, en su Corte de New Haven Connecticut, en caso de liberar de culpas a Zedillo, sería de violación flagrante al derecho internacional de los derechos humanos y llevará a proteger y encubrir a responsables de crímenes de lesa humanidad. Por eso Calderón –con casi 100 mil víctimas a cuestas en sus seis años de gobierno- apoyó las gestiones de Zedillo ante la corte de los EEUU para que se le otorgue el fuero por haber sido presidente de la República. Y si seguimos por ese rumbo querría decir que la impunidad se ha hecho universal para los personajes de las clases dominantes. ¿Qué importa que Pinochet o, el mismo Hitler hayan mandado a asesinar a seis millones de judíos y 150 mil alemanes de oposición si los gobernantes tienen fuero internacional para asesinar? Quizá quepa reivindicarlos.
3. Desafortunadamente conviene a todas las clases gobernantes del mundo que Zedillo fuera liberado por la corte de Connecticut de sus culpas en los asesinatos de Acteal; así los gobernantes podrán construir sus leyes internacionales para protegerse y obtener el fuero que necesitan para hacer lo que les venga en gana pudiendo así liberarse de todos sus enemigos políticos. Por ese motivo es muy difícil que las protestas ciudadanas y de los grupos de derechos humanos prosperen; sobre todo si en los países que se califican “cuna de la democracia” se cocinan estas leyes protectoras del imperio. ¿Se puede olvidar que así se ha construido la protección legislativa del sistema capitalista para evitar que las clases mayoritarias intervengan? Si Zedillo se libera de las acusaciones por ordenar el asesinato de 45 indígenas, será un triunfo del poder.
4. En México ningún gobernante ha estado limpio de estas acusaciones de asesinatos de periodistas, activistas políticos, campesinos, estudiantes u obreros; el problema es que quizá por conveniencias políticas la trascendencia de las acusaciones han sido muy limitadas. Hay toda una lista de este tipo de asesinatos donde se ha responsabilizado al ejército, a los diversos aparatos o cuerpos de policías, a gobiernos y a grupos empresariales; pero no han pasado a otros niveles quizá por la intervención de muchos millones de pesos. Si se da protección a Zedillo en EEUU y este tipo de cobertura a gobiernos y exgobernantes se extiende, es probable que también se extienda la “justicia por propia mano”. La pregunta sería: ¿Para qué acusar a gobernantes si ellos siempre serán protegidos por el poder internacional?
5. Javier Sicilia y su Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad – hoy en Nueva York y en unos días en Washington, han realizado una gran campaña a través de México y los EEUU exigiendo el castigo a todos aquellos gobernantes que han llevado al país a situación de muertes, asesinatos y guerra. No ha dejado de denunciar a los gobiernos, en particular al de Calderón, por la enorme introducción de armas (legales e ilegales) a México. Este intercambio de armas con droga ha provocado casi 100 mil muertes de mexicanos en los seis años recientes. Obviamente la población mexicana no puede aceptar que Zedillo, Calderón y demás no sean castigados en México por los asesinatos en sus respectivos gobiernos. ¿Permitiremos otra vez que EEUU siga imponiendo su dominio hasta en asuntos de justicia? (8/IX/12)