Creo que la primera vez que oí hablar del hombre de Neanderthal, cursaba tercer año de Bachillerato en el Liceo Risquez y debí oírselo al profesor Braulio Díaz que era un misterio de profesor. No era para ese momento, la única referencia para explicar la evolución (léase mejor involución) del hombre, pero era una de las referencias y creo recordar, que parte de la teoría o explicación que se ofrecían en los textos, lo calificaba de tosco, que a decir verdad, esta calificación no aportaba mucho.
Ya sabemos que se han conocidos otras referencias, pero esta del hombre Neanderthal, cuya característica es la de haber sido un ser tosco, tiene geográficamente una ubicación. Este ser lo ubican es el valle de Neander, en Alemania. Fue europeo. O sea, si fue un antropólogo o un paleontólogo uno de los primeros que se decidió darle este calificativo de “ser tosco”, sin lugar a dudas que redundó. Claro era evidente, si era europeo tenía un alta probabilidad de ser tosco.
No es caprichosa esta versión mía sobre el error de redundancia que aquí se cometió. Es muy simple y elemental. Si hurgamos en la una de la historia de la humanidad, una parte de esa historia nos confirma esta tesis. Esta idea sobre la redundancia, me vino al oír parte del discurso de Mariano Rajoy en la ONU. Soy sincero al decir que oí parte del discurso, porque si digo que me lo calé todo, cometo el error de presentarme ante mis lectores como un soberano estúpido. Hay que ser bien estúpido para oír estos discursos huecos que nos permiten recordar ese perfil de “ser tosco” del hombre del Neanderthal.
Traten de responderme una cosa: ¿Es posible hoy en día, saber de una desgracia que padezca la humanidad en la cual los europeos no tenga las manos mentida? ¿Es posible conocer sobre un gesto de humanidad que haya sido promovido por un europeo? Tal vez peque de muy ignorante, pero traté de recordarme de un nombre, y el único caso y nombre que logro colocarse en mi memoria fue el de la madre Teresa de Calcuta, quien siendo albanesa se naturalizó como de la india. Más allá de ese nombre (y seguramente soy extremadamente ignorante), no pude lograr ubicar un nombre de un líder europeo, que se haya comportado como humano y en consecuencia, haya también dejado su aporte a la humanidad.
Pienso en Europa y me refiero especialmente a España, Francia, Alemania y Reino Unido. Ahí está lo exterminios que produjeron lo llamados reyes católicos (en minúscula) para imponer por la fuerza su voluntad y forma de vida. Está Adolf Hitler y están todas las manifestaciones de conquista y colonización antiguas y modernas conducidas por los europeos.
Todo esto fue asomándose como una película al oír por un momento el discurso de Mariano Rajoy. En esa parte del discurso que aguanté a oírle, habló de Siria, Afganistán, Somalia y Malí, que muy en el fondo son expresiones reales y concretas de la mala intención y falta de humanidad que han caracterizado a los líderes europeos. No sé, si la persona que hablaba en nombre de España era Aznar o Zapatero.
Es realmente una cosa impresionante y tengo que quedarme definitivamente con mi tesis sobre la redundancia de calificar al hombre de Neanderthal como un ser tosco. Si es un líder Europeo, tiene en correspondencia con su más remoto eslabón, una alta probabilidad de ser tosco.
Pido disculpa a la buena gente europea, pero no es mi culpa que sus líderes se hayan comportado de la manera en que lo hicieron y que los actuales, asuman la misma condición de ser seres toscos.
@evaromar
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