En el centro de Katutura, poblado a 15 kilómetros del centro de Windhoek, que en múltiples ocasiones se rebeló contra el régimen racista del apartheid, existe una escuela primaria cuyo nombre destaca la amistad entre Namibia y Cuba: Fidel Castro.
Antes de la independencia de este país, en marzo de 1990, Katutura era un pueblo segregado por los colonialistas sudafricanos y sus habitantes no podían salir del lugar sin tener un pase del régimen.
Visitar Katutura es conocer directamente la historia de un pueblo aguerrido que el 11 de agosto de 1959 fue brutalmente reprimido por el ejército sudafricano con saldo de 13 muertos y 60 heridos. Desde entonces resultaron continuas sus protestas contra la colonización.
En 2008 el gobierno de la SWAPO fundó la escuelita en un terreno cuyas instalaciones eran casas de campañas y con pocas condiciones. La matrícula inicial sumó 256 alumnos en primer grado de los cuales aprobó el 80 %.
Narra la entusiasta y activa directora, Ndapandula Martha Shilyomunhy que en 2009 se mudaron para el actual lugar y comenzaron a levantar la edificación, poco a poco, y con el esfuerzo de alumnos, profesores y familiares. En ese año la matrícula llegó a 278 estudiantes.
Al crearse el Consejo de Escuela, sus integrantes proponen que “el centro se nombre Fidel Castro, líder cubano muy querido y admirado no solo en Namibia sino en toda África por la ayuda que él y su pueblo han brindado al continente”, explica Martha.
Se elevó la proposición al Ministerio de Educación namibio y al gobierno cubano y ambas partes estuvieron de acuerdo y desde 2010 esa escuela primaria de la insurrecta Katutura lleva el nombre del líder de la Revolución cubana.
En 2010 la matrícula llegó a 510 estudiantes; en 2011, 764 educandos ,y en 2012 son 926 los que cursan desde pre escolar hasta quinto grado en sus 26 aulas. Actualmente se construyen la futura instalación para los alumnos que pasarán para sexto grado y otro local con más condiciones para las oficinas.
El colectivo lo componen 32 jóvenes profesores además de cuatro trabajadores de mantenimiento y limpieza. En horario de 8 de la mañana a una de la tarde, se imparten clases de idioma inglés, así como afrikáner y oshindonga (lengua bantú). Además, enseñanza agrícola, medio ambiente, arte, educación física, religión y matemáticas. Esta última materia estaba prohibida enseñarla a la población negra durante el apartheid.
Tony Pubillones, consejero político de la embajada cubana y que desde el principio ha sido el enlace entre la escuela y la sede diplomática, expresó a JR que varios compañeros han ofrecido conferencias en el centro acerca de la amistad entre nuestros pueblos y la historia de Cuba.
Agregó que se coordinan visitas de los médicos cubanos que prestan misión en este país, despu’es de concluida sus jornadas laborares, para realizar chequeos generales a alumnos y profesores, un programa que ha sido significativamente provechoso para la salud y el centro sanitario en general.
Antes de retirarnos, visitamos varias aulas. En la de cuarto grado, la directora preguntó a los alumnos, puesto de pie a nuestra llegada, que quién es Fidel Castro, y los menores respondieron: el líder de la Revolución cubana y un gran amigo de Namibia.
Nos despedimos de los muchachos y de Ndapandula Martha con la satisfacción de comprobar que las misiones internacionalista cubanas en África han sido semillas de solidaridad que ha hermanado con profunda fuerza a la Isla del Caribe con las naciones del continente.
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