¿Alguien ha conocido hablar de la existencia de algún otro Estado que pueda competir con Estados Unidos y su aliado Israel -o mejor dicho IsraeHell- en cuanto a acciones terroristas, crímenes y violaciones a los derechos humanos, corrupción e hipocresía? Ciertamente, no tienen competencia. Muchos otros estados “aliados”, como Francia, a duras penas, intentan repetir sus mismas “hazañas” del pasado en Libia, hoy Mali, pero carecen de suficiente poder y temen que la impunidad no lo acompañe por mucho tiempo.
La arrogancia y la prepotencia de Estados Unidos e Israel no encuentran límites ni similares en el mundo. Estados Unidos e Israel irrespetan y se burlan de las leyes internacionales y los derechos soberanos de todos los pueblos a decidir sobre su modelo político-económico y alianzas, al tiempo que se arrogan el derecho juzgar al resto del mundo por violación a los derechos humanos (DD.HH.) y “terrorismo”.
Tanto Estados Unidos como Israel aplican terrorismo de Estado a todos los pueblos que no se someten a sus designios. La historia reciente y pasada está repleta de innumerables ejemplos y crímenes que nadie podría siquiera hacer el intento de ignorar u ocultar. Muchos de sus tristes aliados imaginan con terror correr por la misma suerte de aquellos “buenos muchachos” de Al-Qaeda, Mubarak en Egipto, Ben Ali en Túnez, Noriega en Panamá y muchos otros que antes hacían un buen trabajo para Estados Unidos. Pero todos ellos han sido abandonados y traicionados por el “aliado mayor”. Sólo Al-Qaeda sigue cumpliendo el doble papel de “aliados” contra el gobierno sirio y en Libia, y de enemigo en Mali para justificar la rapiña de Francia contra los pueblos del Sehel, Norte Africano y Siria. Los “muchachos buenos” Al-Qaeda han resultado ser los mejores hasta el momento, aunque en ocasiones se les pasa un poco la mano.
Según la organización Open Society Justice Initiative al menos 54 países “aliados” se han portado “muy bien” por permitir albergar cárceles secretas de Estados Unidos como centros de tortura y muerte. Si cambiaran a estos se les ocurriese un día cambiar de actitud, comenzarían a ser señalados por violación a los DD.HH por Estados Unidos e Israel. Eso lo saben muy bien.
Pero en los últimos 14 años Estados Unidos e Israel no han podido doblegar a Venezuela revolucionaria y a varios otros países de la región y el mundo. Cada día son más lo países que rompen amarras con el imperialismo y buscan sus propias alianzas. El nuevo mundo multipolar naciente conformado en bloques de poder rompe con la hegemonía mantenida hasta ahora por Estados Unidos. Pero allí, donde la no funciona su arrogante “diplomacia”, sirve el chantaje. Las recientes falsas acusaciones de la agencia de inteligencia Estadounidense de que “Venezuela suministra tecnología militar a través de CAVIM la República Islámica de Irán para su programa nuclear”* es otra clara muestra de la hipocresía brutal que raya en el ridículo imperial.
Estados Unidos e Israel no pueden ocultar sus ansias intervencionistas.
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