El histórico anuncio del Comandante Inmortal Hugo Chávez Frías, del añ0 2011, de desconocer laS competencia de los órganos del Sdh, Iistema interamericano de Derechos Humanos, integrado por la Comisión, con sede en Washington y, la Corte, en Costa Rica, profundizó, en el seno de la Organización de Estados Americano, OEA, el viejo debate sobre la reformas necesarias del referido sistema, a los fines de adaptarlo a las nuevas realidades políticas y jurídicas existentes en el continente y, en particular, a garantizar un tratamiento objetivo y legítimo de los asuntos que sean objeto del estudio y decision de tales organismos, sin que menoscaben la soberanía de los Estados ni puedan ser influenciados o condicionadas sus actividades por ningún Estado Miembro, como es el caso de la influencia ideológica y política que ejerce los Estados Unidos de América.
Está más que probado en la denuncia de los representantes de los Estados Miembros y de organizaciones defensoras de Derechos Humanos, independientes de la influencia financiera de los Estados Unidos y la Unión Europea, que los dos organismos del Sistema Interamericano de los Derechos Humanos son dóciles instrumentos de la dominación politica del gobierno de los Estados Unidos de América, que de la misma manera que se hicieron la “vista gorda” durante la “Larga Noche de los Sables” (1960-1995) que reinó en América Latina con las dictaduras militares y gobiernos represivos de Pinochet, Videla, Castelo Branco, Medici, Pacheco Areco, Strossner, Barrientos, Fujimori, Rios Montt, Somoza, etc; ahora mantiene un acoso y acusación permanente contra los gobiernos soberanistas que mantienen posiciones contrariass a la hegemonía norteamericana, avalandoconociendo Golpes de Estado como los de Venezuela (2002), Honduras (2008), Ecuador (2010) y el Paraguay (2012), la desestabilización separatista-golpista en Bolivia (2009) y las difamaciones contra Cuba, país que no esta integrado a esa organización regional pero, dejando impune las violaciones que en su propio país, en Guant↑namo y en el resto del mundo son responsabilidad del gobierno de los Estados Unidos de América..
El creciente malestar de los gobiernos de ALBA sobre el descarado comportamiento de la Comisión y la Corte Interamericanos, cuyos miembros, salvo contadas excepciones responden a un perfil político contrario al proceso de cambios que hoy vive America Latina y el Caribe, forzó a adoptar un consenso en el seno de la OEA, con el fin de crear una Comisión Especial dedicada a estudiar importantes reformas del Sisterma Interamericano de Derechos Humanos, las cuales destacan, lo relativo a la financiación, las medidas cautelares, la sede y la elección de los integrantes de ambos organismos; reformas que ésta semana fueron debatidas en una Asamblea General Extraordinaria, en el que, como se esperaba no acuerdos definitivos por las distancias insuperables existente entre el bloque de países de ALBA y el impulsado por los Estados Unidos de América.
Lo importante a destacar en este nueva escaramuza ha sido el papel de vanguadia que los países ALBA cumplieron en la confrontación de las posiciones neocoloniales del gobierno imperialista de los Estados Unidos de América, lo cual desenmarcara las politicas del imperialismola y tiende a restarle hegemoníaa región; generando condiciones políticas favorables para que, en el mediano plazo, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, pueda crear sus propios organismos de promoción, protección y defensa de. los derechos humanos de sus ciudadanos, sin las interferencias y condicionamientos politicos y financieros de los Estados Unidos; objetivo que fue alcanzado al impedirse la “cocinada” reforma "gatopardiana que no iba al fondo de los cambios reclamados por los pueblos de la region.
Pero, en segundo lugar, es importante destacar las persistencia de una importante influencia del gobierno de los Estados Unidos en las decisiones de muchos Estados de la región del Caribe y Centroamerica y, hasta América del Sur, que por distintas razones geopolíticas y financieras, se siguen plegando a las visiones colonialistas e ingerencista de los Estados Unidos que, a pesar de no haber ratificado en 43 años la Convención Americana y no aceptar la competencia del Sistema Interamericano para examinar su responsabilidad en violaciones graves de derechos humanos y Crimenes de Lesa Humanidad, dentro y fuera del continente, impuso la continuidad de la sede de la Comisión Interamericana en la ciudad de Washington, aunque no pudo evitar la victoria de los países ALBA que, en alianzas de algunos gobiernos de la región, lla aprobación de las reformas apoyadas por el gobierno delos Estados Unidos y sus aliados de la región.
Estos episodios de la batalla que hoy se libra en el continente por romper las amarras neocoloniales que el imperialism mantiene aún sobre algunas elites y poblaciones de Nuestra América, exije una mayor comprensión de las realidades políticas existentes en el escenario regional una perseverancia en el proposito de ganar los puenlos para los cambiops que exsighe la historia de Nuestra América pero para los cuales, es fundamental entender que los vínculos de dependencias económicas, politicas, militares y culturales de paises y gobiernos de la regón son, de tal suerte determinantes, que se requiere fortalecer la integración y apoyar el desarrollo soberano de sus economías para que, a futuro, sea posible que en éstas confrontaciones entre Soberanías y Colonialismos, los pueblos puedan alcanzar la victoria definitiva frente al imperialismo.. Miemtras tanto, ‘Estamos en Batalla”, como lo dice el Comandante Inmortal Hugo Chávez
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