El sesionamiento de Siria en tres estados y el aislamiento de Bashar El – Asad o la derrota definitiva con la intervención directa de Estados Unidos y Europa, a través de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, como lo están considerando luego de las victorias del ejercito sirio, sobre los mercenarios, que ha logrado rescatar espacios ocupados por la oposición armada, patrocinada por las potencias imperiales, tiene serias implicaciones para la paz del mundo y nos podría conducir a un gigantesco holocausto.
Para nadie es un secreto que amén de los recursos naturales, que tiene Siria, la mayor importancia para las potencias occidentales empeñadas en cambiar el mapa político en el mundo, es la posición geoestratégica que representa la nación árabe, para sus planes contra la Federación Rusa y la China Roja.
La cruenta guerra a que ha sido sometida Siria, por las potencias criminales occidentales, con la complicidad de los apátridas convertidos en mercenarios, la ha condenado a desaparecer al menos sus principales ciudades, que están siendo victimas del terrorismo mercenario alimentado por Estados Unidos y sus aliados europeos, con la complicidad de los vecinos de este país árabe, cuyo pueblo con su estirpe y dignidad ha enfrentado los embates de los mercenarios que desde diversas partes del planeta han sido reclutados por los “amigos de Siria”, para oponerlos a la resistencia del ejército y pueblo sirio.
Siria, e Irán, representan la dignidad del medio oriente y el frente anti imperialista, contra los planes occidentales para la dominación del mundo árabe y, la desestabilización de China y Rusia, porque justamente ambos estados están en la ruta que deberán recorrer las potencias occidentales para alcanzar sus objetivos. Luego de la decisión de los “Amigos de Siria” de intervenir abierta y directamente en el conflicto para buscar la caída definitiva de Siria y del nacionalista gobierno del presidente Bashar El-Assad o dividir a Siria en tres entelequias, aislando a Bashar. De esta manera ejercerán su dominio sobre ese territorio y estará libre el camino libre para ir por Irán, para cuya tarea, tienen allí al sicario armado del imperio, como lo es la ultraderecha sionista que pisotea los derechos del pueblo israelí sometido a un estado de guerra permanente, por unos intereses que no son precisamente los suyos.
Los verdaderos judíos por siglos habían vivido en paz con los árabes en esos territorios con su milenaria cultura semita, hasta que las Naciones Unidas, dominada por los ganadores de la II Guerra Mundial, violentando los derechos del pacífico y laborioso pueblo palestino, le arrebató su territorio, para introducir allí un enclave guerrerista dirigido por el Pentágono, bajo la excusa de reivindicar al pueblo judío masacrado y perseguido por el fascismo durante la guerra. Desgraciadamente para ese sufrido pueblo, el dominio del fascismo no lo abandona y ahora mismo están bajo el yugo de los fascistas llegados de Europa y Estados Unidos, puestos y sostenidos en el gobierno por las potencias occidentales, como una punta de lanza contra el mundo árabe, al que paulatinamente someten a sus designios.
El plan final contra el mundo árabe está a la vista. Acabada Siria, van contra Irán. Ya en una ocasión reciente lo intentaron con los manitas verdes, copia de los manitas blancas venezolanos, que fueron sometidos por los guardianes de ola revolución y el Malinche que los azuzaba tuvo que bajar la guardia y someterse a la ley de la Revolución Islámica. En esa oportunidad el opositor a Mahmud Admadineyat, aplicó el mismo libreto que viene aplicando en Venezuela el nazi Henrique Capriles Radonski, de no reconocer el triunfo electoral. La receta es la misma para el todo el mundo, “La revolución de colores”. En principio volverán contra Irán, con el mismo libreto, pero con el plan B de Israel y su arsenal bélico para atacar bajo la excusa de que la nación persa es una amenaza atómica para el mundo.
Cumplida la tarea, en un supuesto negado que se diera, Estados Unidos de Norteamérica y sus aliados europeos, salteadores de pueblos y territorios para repartirse el botín,bajo las directrices del Sionismo mundial que es quien traza las estrategias y políticas del Pentágono y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), tendrían el camino expedito para ir con sus planes de la revolución de colores contra las dos potencias que hasta ahora representan un obstáculo para los planes de los aliados imperiales de erigirse en dueños del mundo con el apoyo de la gendarmería de la OTAN, organización armada criminal, dispuesta a barrer pueblos enteros en defensa de los intereses del capitalismo mundial.
La intervención contra China y la Federación Rusa, sería alimentada sobre los cimientos de las contradicciones religiosas y tribales que aún persisten en esos pueblos y que al igual, que han hecho en África y el Medio Oriente serian estimuladas para crear situaciones internas, como la impulsada contra Irán y en China, como la protagonizada en la plaza Tianamen, por cuyo desenlace los promotores externos del intento de rebelión, continúan criminalizando al gobierno de Beijin.
Los gobiernos de China y Rusia, no son ingenuos y así como nosotros desde aquí, percibimos los planes del imperialismo Anglosajón y Norteamericano, que pretenden cambiar el mapa ideológico del mundo para su beneficio, ellos también, en vez de poner sus barbas en remojo, se están preparando para impedir que los lacayos hagan su tarea y la bota imperial nos domine. Por eso decimos que la caída de Siria, seria la puerta a un conflicto mundial.