Discurso del Embajador Julio Escalona pronunciado el 27 de julio de 2013 en el sindicato de la 1199
Muchas gracias a todas y todos. Quiero hacer un reconocimiento al héroe y líder por la independencia de Puerto Rico, Rafael Cancel Miranda. Esta noche y siempre Ud. nos puede representar a todos. Me inclino ante Ud. y su heroísmo.
El asalto al Moncada se realiza cuando el mundo está impactado por el enfrentamiento entre la Unión Soviética, representando al Socialismo, y EEUU, representando al capital, lo que derrumbó los conceptos geopolíticos que reinaban en nuestro continente.
Ello determinó que las luchas democráticas y antiimperialistas, convergieran con las luchas por el socialismo, lo que implicó que las luchas democráticas y antiimperialistas, que no se transformaron en luchas por el socialismo, fueran absorbidas por el imperio. Por eso de los países antiimperialistas de los años 60, sólo permanece Cuba, pues se atrevió a ser radical cuando el bloqueo, la invasión y el sabotaje se agudizaron. En 1961, en el momento más álgido de la agresión imperial, Cuba se declaró socialista
Los dirigentes socialdemócratas, como Rómulo Betancourt, se quedaron atrapados en una geopolítica, que inevitablemente los condujo a subordinarse a la dominación del capital y la ideología anticomunista. Como creían firmemente que éramos el patio trasero del imperio, pensaban que en América Latina y el Caribe, no se podía hacer una revolución radical, pues era necesario contar con el respaldo de las burguesías internas, que nunca han sido nacionales, y con el apoyo de las llamadas corrientes liberales de la sociedad estadounidense, que siempre han sido imperialistas.
Cuando John Kennedy lanzo el programa denominado “Alianza para el Progreso”, ellos consideraban que eso era la revolución. Por eso Rómulo Betancourt, se convirtió en el líder del antifidelismo. Hoy los pueblos del mundo continúan celebrando a Fidel. Betancourt está en el basurero de la historia.
Con el asalto al Moncada y el triunfo de la revolución cubana se impulsa en América Latina y el Caribe, la reivindicación de la geopolítica bolivariana fundada en la unión continental y el antiimperialismos. Le tocó al Comandante Eterno, a nuestro Presidente, Hugo Chávez Frías, culminar esa obra.
El ¡Basta! que pronunció Fidel en la Segunda Declaración de la Habana, lo multiplicó el Presidente Chávez y lo gritó a los cuatro vientos convirtiéndolo en ¡Viviremos y Venceremos! ¡Chávez vive la lucha sigue!
Con el asalto al Moncada, la Sierra Maestra y Fidel, se cerró el ciclo de las direcciones políticas que se burocratizaron en el exilio, aliándose con el imperio, como en el caso de Rómulo Betancourt y otros, y se afirmaron las direcciones políticas y los militantes que se atrevieron a correr la suerte de los pueblos oprimidos, quedándose en el suelo patrio.
Los que hicimos la lucha armada en Venezuela sostuvimos esa tradición manteniéndonos en las montañas, en las catacumbas de la resistencia, en las cárceles, en las cámaras de tortura o sembrándonos como savia vital en la tierra fértil de nuestras patrias cumpliendo con el juramento de hacer la patria libre o morir por Venezuela. Gritando con Julius Fucik, comunista checoslovaco: He vivido por la alegría/por la alegría he ido al combate/por la alegría muero/ que la tristeza jamás sea unida a mi nombre.
Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Ecuador, representan el triunfo de países pequeños con pueblos grandes. Pueblos que han conservado valores culturales fundados en la libertad, la justicia, la democracia, la vida compartida a través de la música, el baile, las canciones, la historia oral, la solidaridad… Valores que vienen desde nuestros pueblos originarios y los africanos transformados en esclavos. Después de más de 500 años de dominación y opresión imperial, esos valores permanecen como sedimento de unión y rebelión.
Fidel y el Comandante eterno, Presidente Hugo Chávez, han luchado y han trabajado por esa cultura. Mención especial merece el Presidente Evo Morales, de Bolivia. La multiculturalidad, la multidiversidad y la unidad de esa diversidad será clave para la unión en la lucha planetaria, libertaria y por la paz.
Es el triunfo de la unidad de todo el pueblo que tiene un centro de confluencia en la unidad cívico-militar, de los jóvenes y las mujeres porque sin jóvenes y mujeres no hay revolución posible.
La tarea hoy no es tomar el cielo por asalto. Es construir el paraíso en la tierra. Construir un mundo sólo de personas felices, sin explotación y sin guerra.
Para ello es necesario derrotar la estrategia imperial de guerra permanente, que ha convertido su política en la continuación de la guerra por otros medios.
Han desarrollado poderosas armas de destrucción masiva, desarrollan la guerra cibernética, mediática, por el control del cerebro y el alma; la guerra para imponer realidades virtuales y negar la realidad de la vida cotidiana. Están dispuestos a ir a la guerra nuclear. Pero no pueden resistir las ofensivas por la paz. Por eso cuando escuchan la palabra paz sacan su pistola, pero miles de millones de habitantes luchando consciente y deliberadamente por la paz jamás serán vencidos.
Por eso mismo, más temprano que tarde, los pueblos del mundo rescatarán a los cinco héroes cubanos
¡VIva Cuba!
¡Viva Fidel!
¡Viva el Comandante Eterno Hugo Chávez!
¡Viva la Revolución bolivariana!