Pareciera que los “Cachorros del Pentágono”, no se ponen de acuerdo de cuando y como caerle en jauría a Siria, la codiciada presa del “Domador” (La Casa Blanca), cuyo escenario ha venido preparando para justificar el ataque, pero la torpeza cometida por el nerviosismo de quienes han sido encargados de montar la trampa, ha hecho que ante el mundo queden con el trasero al aire y Bashar Al Assad, se los está quemando y sin posibilidades de un tobo de agua para aliviar el escozor.
El gobierno sirio, percibió a tiempo el escenario comunicacional que los agresores occidentales venían preparando para convencer al mundo, de que Assad estaba utilizando gases venenosos en la guerra civil, para combatir a los terroristas mercenarios que han venido destruyendo ciudades y asesinando civiles. Se les adelantó al solicitar a la Organización de las Naciones Unidas, una investigación exhaustiva y veraz sobre el uso de armas químicas y establecer responsabilidades en caso de resultar ciertas las aseveraciones de algunos voceros de la “oposición armada”, que confronta a la Fuerza Armada Nacional de Siria.
El ejercito de Bashard El Assad, realizó sus investigaciones y en un territorio, que arrebató a los rebeldes, incautó un arsenal de gases venenosos, en Jobar, lo cual hizo público la Televisión estatal. Ya había otras evidencias con la detención en la frontera de doce sujetos, conectados a Al Qaeda, que llevaban gases venenosos y armas para introducirlas en el frente opositor contra Siria. Con todos estos elementos el país árabe llevó su petición a la ONU, para que se investigue la veracidad del uso de armas prohibidas y por parte de quien en el conflicto armado interno.
La llegada de los enviados de la ONU a Damasco, el pasado 21 de agosto, crispó los nervios de los mercenarios y llevaron a cabo el ataque con armas químicas en Ghuta, adyacencias de Damasco, donde estaban acomodando sus espacios en el hotel Four Season, los técnicos de la organización mundial. Para cualquier ciudadano normal, la conclusión es lógica. Es imposible que Al Assad, vaya a ordenar un ataque químico a sus enemigos, justo en el momento cuando están arribando al país los enviados de la ONU y para colmo en zona vecina a Damasco, donde se alojan. El líder sirio, no es ningún imbécil, como para colocarse la soga al cuello. La estupidez y la desesperación de los cipayos del imperio, quedó al descubierto y ahora sus amos no encuentran que hacer.
Barack Hussein Obama, el inquilino de la Casa Blanca, saltó amenazando con que hará todo lo posible para derrocar a Bashar, pero Rusia, que parece no estar dispuesta a poner sus barbas en remojo le salió al paso. El Canciller Ruso, advirtió que su gobierno considera como muy peligrosa una intervención militar de Estados Unidos en Siria, porque eso echaría por tierra los “esfuerzos” que ambas potencias vienen haciendo para buscar salida al conflicto. El Secretario de Defensa de Estados Unidos Chuck Hage, por su parte afirma, que cualquier acción de Washington, contra Siria, tiene que ser consensuada con la comunidad internacional. La Unión Europea ha dicho que espera el resultado de la investigación para tomar una decisión. Los voceros del Congreso de Estados Unidos, han sugerido que es necesario esperar que concluyan las vacaciones parlamentarios, para que el caso Sirio, sea discutido en esa instancia.
El Canciller del Reino Unido William Hage, ha manifestado que es de opinión, que Siria debe ser atacada militarmente sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, o sea repetir la misma criminal acción ejecutada contra Irak. Esta posición es respaldada por Ahmet Davotoglu, canciller turco, quien dijo que su país apoyaría una coalición para atacar a Siria, sin el consenso de la ONU.
Mientras tanto los técnicos de la organización internacional, luego de tres días de intenso trabajo en la zona donde supuestamente fueron utilizados los gases, contra población civil, regresaron al hotel, sin soltar prensa a cerca de los resultados obtenido.
El presidente sirio Bashar Al Assad, ha calificado como necio el argumento de uso de armas químicas en la lucha armada que se desarrolla, en el país por cuanto es poco menos que imposible desde el punto de vista táctico, utilizar ese tipo de armas, en una situación donde las fronteras de los combatientes son imprecisas.
Lo curioso de todo esto, es que quienes abogan por una urgente intervención “humanitaria” y por hacer lo posible por derrocar al régimen y se rasgan las vestiduras ante la posibilidad del uso de armas químicas, contra los insurgentes, son los mismos que entre 1980 y 1988, lapso de guerra de Irak, contra Irán, dotaron de armas químicas al gobierno de Sadam Hussein y apoyaron, haciendo mutis, el uso de estas armas contra las tropas persas y contra los kurdos, por parte de su entonces aliado Sadam Hussein.
El caso es que Estados Unidos, bajo el gobierno de Ronald Reagan, tenía como prioridad, ganar la guerra a la islámica nación persa, a como diera lugar, a través de su operador en Irak. No olvidemos que Sadam Hussein, conocido también como: “El Carnicero de Bagdad”, por el cruento golpe de estado a través del cual llegó al poder, fue un aliado del gobierno imperial y de la CIA, hasta que se puso incómodo para los planes de la Casa Blanca. Entonces decidieron una invasión “humanitaria” contra Irak, para llevar “la democracia y la libertad”, tal como hicieron en Panamá, cuando Manuel Antonio Noriega, después de sacar del juego al General patriota Torrijos, les resultó incómodo, para sus planes y hasta hoy permanece tras las rejas, por darle la espalda a la mafia del Pentágono.
Los cierto es que el plan imperial para implantar su hegemonía, financiera, cultural y militar está en proceso, de caer Siria, viene Irán. Una vez ocupados y divididos en protectorados, el libreto irá contra China y Rusia, que son los enemigos a vencer por Washington. De alcanzar esta victoria vendría por la reconquista del patio trasero, Suramerica y el Caribe, alzado en busca de la unidad para la conformación de un bloque libre, soberano y anti imperialista, el mayor dolor de cabeza del imperio, que está agresivo y desesperado por encontrar oxigeno, frente a una crisis estructural, que lo agobia desde hace cinco años y que pareciera que no se avizora luz al final del túnel. Su patio trasero europeo, está ardiendo por el contagio con la patología imperial.
Aunque pudiera ser la última aventura del imperio y la ultima oportunidad de la especie humana este proyecto de dominio global; el mundo debe estar alerta, porque una fiera herida es capaz de cualquier atrocidad. El ataque contra Siria, pareciera inminente, de hecho los perros imperiales se disputan la presa.